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Barcelonesa de nacimiento y perianense de adopción. Asi es Maica García Godoy, que este sábado ha obtenido su segunda medalla olímpica (ambas de plata) tras la lograda en Londres 2012 con la selección de waterpolo. La madre de la veterana boya, uno de los pilares del equipo, es de la localidad axárquica, a donde acude con frecuencia y no duda en hacer promoción de su espectacular aceite, la principal industria de este municipio malagueño de apenas 3.000 habitantes. De hecho, Maica García ya fue premiada en 2013, tras su hazaña en Londres, en el Día del Aceite Verdial de Periana.
Maica García (30 años), que milita en el Club Natació Sabadell, es barcelonesa porque su madre emigró a los 22 años a Cataluña, como algunos de sus hermanos, a buscarse la vida y se casó con un manresano. «Me siento perianense. Tengo familia, vengo mucho, me gusta... La verdad es que me siento de aquí», ha declarado en reiteradas ocasiones.
La waterpolista perdió este sábado en la final olímpica ante su 'bestia negra', la potentísima selección de Estados Unidos (5-14), y precisamente Maica fue la máxima realizadora de su equipo, con dos dianas. España sólo anotó 5 de sus 32 lanzamientos (y únicamente 2 en 16 ataques con superioridad numérica). Los parciales fueron de 1-4, 3-3, 0-5 y 1-2.
Con un físico descomunal, con 1,88 metros y 90 kilos, la labor de Maica en la piscina suele ser fajarse, muchas a veces a golpes bajo el agua, con rivales, situándose cerca de la portería, a dos o tres metros para finalizar jugadas explotando su potencia de tiro. Para Maica García han sido estos sus terceros Juegos (cuartofinalista en Río de Janeiro 2016).
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