Los jóvenes no le temen al aplazamiento

Virtualmente también tiene el billete la golfista marbellí Azahara Muñoz, una de las dos mejores españolas, con la incertidumbre acerca de si se reanuda este año el calendario de competición. El 'ranking' olímpico femenino se cerraba el 29 de junio, pero la malagueña no tiene rivales a priori que la puedan desplazar. Finalmente, había otras tres billetes factibles para Tokio de haberse celebrado la cita en 2020, y todos para féminas. Las jugadoras de balonmano Marta López y Sole estaban pendientes de un preolímpico muy accesible en Lliria (pospuesto, pero que deberá celebrarse cuando se controle la pandemia del coronavirus). Su condición de recientes subcampeonas mundiales (el mayor logro femenino español de la historia en este deporte) las hacía fijas salvo lesión en Tokio cuando se sellara el pase, pero ahora a un año vista todo queda más en el aire, en especial para Marta, más veterana (llegaría con 31 años) y que afrontaría su tercera cita olímpica, pero lo tienen muy a favor.

La quinta representante malagueña, también muy probable, se daría en la natación en aguas abiertas. Paula Ruiz o la fuengiroleña María de Valdés (no habrá hueco para las dos) se jugaban la plaza en la modalidad de 10 kilómetros en Fukuoka (Japón) el 30 de mayo. La cita se ha pospuesto. Esta prueba iba a otorgar nueve o diez plazas (en función de que haya o no una japonesa incluida), pero como máximo un billete por país. Además, como no participarán las nadadora ya clasificadas y al haber otras cinco plazas para el mejor representante de cada continente que no se haya clasificado aún, hay muchas opciones para una de las malagueñas. El aplazamiento no cambia el panorama, aunque se pierde el trabajo preparatorio de estos meses. De Valdés también logró mínima en piscina en 1.500, pero hay ya otras dos españolas con mejores registros. Ahora dispone también de más margen de tiempo para optar a desbancar a Mireia Belmonte y Jimena Pérez.

En remo por juventud (24 años) y pujanza el tiempo también corre a favor para Natalia de Miguel, que compite con la sevillana Rocío Lao en el doble scull ligero. También aquí el preolímpico mundial, que ofrecía dos billetes, se ha pospuesto (iba a celebrarse en Lucerna, en Suiza, en mayo).

La karateca María Torres (22 años) se haya en una tesitura parecida. El aplazamiento sólo puede ir en su beneficio. Acabó decimonovena en el 'ranking' olímpico en kumite en +61 kilos, aunque sólo había plazas para las diez mejores. Su opción estaba en el Preolímpico de París, previsto del 8 al 10 de mayo y ahora pospuesto. Otorga tres billetes en cada peso, aunque la Federación Española podría convocar en su lugar a otra karateca, Laura Palacio, vigésima cuarta del 'ranking' olímpico del peso.

En tenis Alejandro Davidovich (20 años) ha sido octavo en el 'ranking' olímpico (iba del 8 de junio de 2019 al 8 de junio de 2020), ya sin más torneos por celebrarse ante las cancelaciones. Queda por ver si se congela o se reabre cara a 2021. Por su progresión el rinconero puede escalar puestos. Delante tiene a tenistas muy veteranos como Feliciano López (llegaría a Tokio 2021 con 39), Verdasco (37) o Andújar (35). También tendría opciones en dobles, donde ganó un torneo hace semanas en Chile. El cupo máximo es de cuatro hombres por país en individuales y otros tantos (distintos) en dobles.

Finalmente, en atletismo del nerjeño Ouassim Oumaiz, dada su clase, no se puede descartar una mínima olímpica en 5.000 (se pide 13:13.50) y de su paisana Ángela Lobato, que hace pareja con la catalana Amaranta Fernández, una progresión en el 'ranking' olímpico, que acaba el 15 de junio (competiciones canceladas en mayo ya). Son ahora la quinta pareja mejor colocada sin plaza, al haber un cupo de dos dúos por país y sexo. Están clasificadas ya Baquerizo-Fernández. Además, estaba la baza de la plaza que se otorga si se gana en la Continental Cup de Madrid, prevista para mayo y aplazada.

A Azahara Muñoz (32 años) el aplazamiento de la cita olímpica le puede afectar en otro capítulo, como reconoció ayer en una entrevista a Ten Golf. «Todos planeamos la vida al segundo. Yo, como muchas compañeras,' habíamos pensado tener una familia después de los Juegos, pero ahora te lo mueven, y está la Solheim Cup (probablemente, además, en la Costa del Sol) al año siguiente... Un año parada supone bastante en una carrera tan corta. Si quería deja de jugar al golf cuando tuviera en torno a 35 años, una temporada no es poco. Yo llego a fin de mes, pero(la pandemia) ya me va a cambiar. De todas formas, quiero jugar mientras esté disfrutando».