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Los últimos años de Azahara Muñoz no han sido sencillos, pero sin duda, han sido los más bonitos de su carrera. Tras acudir a Tokio 2021, logró uno de sus sueños: ser madre. Pero aquello no iba a suponer el fin de su carrera. Tras ... un parto muy complicado y con mucho entrenamiento, la laureada olímpica sampedreña, la única golfista española (junto a Carlota Ciganda) que compite en el máximo circuito mundial (LPGA) volvió a la actividad. Desde hace dos años, viaja con su hijo a torneos por todo el mundo, mientras sigue abonada a la élite mundial. Ahora, llega a París sabiendo que podrían ser sus últimos Juegos, por lo que sabe que serán especiales.
-Aunque sabía desde hacía meses que estaba clasificada para los Juegos, dada la gran distancia con respecto a sus siguientes perseguidoras españolas, siempre emociona cuando le vuelven a decir que es olímpica, ¿no?
-Sí, exacto, las plazas de España estaban más o menos decididas por 'ranking'. Yo lo sabía desde hace tiempo, pero igualmente estoy muy contenta y con muchas ganas de empezar.
-¿Cree que, por edad y experiencia en los Juegos, estos podrían ser sus últimos Juegos?
-La gente me está diciendo: 'Ay, ¿por qué dices que van a ser tus últimos Juegos?' Y a ver, sería lo normal, porque vendrá otra generación nueva pisando fuerte y los mayores se van haciendo mayores.
-En una entrevista hace unos meses nos contaba que se estaba planteando incluso su retirada en estos próximos años para poder dedicarle más tiempo a su familia, ¿cierto?
-Sí, a Luca le quedan tres años para ir al colegio y yo tampoco voy a poder estar siempre con este ritmo de vida, viajando 25 semanas al año y dejándolo en casa esas 25 semanas, no puedo estar tanto tiempo sin él. Ahora cuando viajo todavía me lo puedo llevar porque tenemos guarderías en los torneos.
-Imagínese en el supuesto de que, cara a Los Ángeles 2028, las mejores del 'ranking' español siguieran siendo Carlota Ciganda y usted. En ese caso, ¿aceptaría el ir a los Juegos?
-¡Claro! Ahora mismo no tengo plan de vida, lo único que sé es que en unos años no podré jugar tanto y sin jugar tantos torneos, será muy difícil clasificarme, pero no tengo el plan de retirarme en 2026 por ejemplo, voy a ver cómo va funcionando la cosa.
-¿Cómo se ha visto en estos últimos torneos?
-Bastante mejor que hace unos meses. He pasado todos los cortes… Me encuentro jugando bien.
-Si echamos la vista al pasado, ¿qué primeros recuerdos se le vienen a la cabeza en torno al mundo olímpico?
-Pues mira, yo me he criado en una casa en la que mis padres, aunque nunca han hecho deporte, les encanta seguirlo, sobre todo a mi madre, ella era una deportista frustrada, pero en su tiempo no le dejaban practicarlo, o sea que siempre me he criado viendo deporte y las Olimpiadas, lo que más nos gustaba eran el tenis y el baloncesto, luego veíamos la gimnasia, el atletismo, los deportes de equipo… Todo me encanta.
-¿Y de los Juegos en los que ha estado usted, qué momento se le viene a la cabeza?
-Por ejemplo, en Río, que fue la única vez en la que hemos estado en la Villa Olímpica, recuerdo ir al comedor y encontrarte a Simone Biles, Usain Bolt, también vimos a Rafa Nadal y Marc López cuando fueron oro olímpico, recuerdo el momento en el que llegó a la Villa la selección de baloncesto bailando y cantando tras clasificarse para la final… Son momentos espectaculares.
-Viendo con qué cariño recuerda los Juegos de Río, entiendo que han sido los mejores para usted hasta ahora, ¿no?
-Sí, pero estos también me hacen ilusión, porque siento que van a ser mis últimos.
-¿Cómo de factible ve el poder mejorar su mejor posición olímpica?
-Sí que lo veo factible. El golf es muy diferente a otros deportes, aquí si tienes una semana buena, te puede salir. En otros está más claro: se sabía que Phelps o Bolt ganarían su oro, aquí no es así, así que ojalá que me salga una buena semana y lo pueda mejorar.
-Además, si hace un buen papel en los Juegos, ¿cree que también se tendría en cuenta cara a su clasificación para la Solheim Cup?
-La Solheim está complicada porque hay muchas chicas jóvenes que lo están haciendo muy bien. Lo veo difícil pero no imposible. Quedan un par de meses para que hagan el equipo y si tengo unos buenos meses, ¿por qué no? Eso sí, nosotros tenemos tantos torneos, que las Olimpiadas no tienen más valor que otros. Que yo coja diploma olímpico no me hará ganar muchos puestos, si gano sí.
-Quien sabe…
-Ojalá, nunca se sabe.
-Este año, se convertirá en la tercera malagueña con más Juegos Olímpicos a sus espaldas (junto a Elena Benítez y Mari Carmen Barea). ¿Qué supone para usted?
-Está muy guay. Uno no se da cuenta de lo consigue hasta que te dicen cosas así. Esto significa que he estado jugando muy bien durante mucho tiempo. Uno siempre cuenta de las cosas que hace mal, pero cuando te dicen estas cosas te da ilusión. Si lo pones en perspectiva, no es fácil conseguirlo, me hace estar orgullosa.
-¿Qué consejo le daría a los debutantes?
-Que disfruten muchísimo de todo, de la Villa, de ir a ver otros deportes. Cuanto más se disfruta, mejor se lleva la presión también.
-¿En qué otro deporte le hubiera gustado ser olímpica?
-En tenis.
-¿Qué sabe de París? ¿Ya ha competido en Versalles?
-Hace mucho que no voy, pero cuando era 'amateur', uno de los mejores torneos que hacíamos era allí cerca y nos recorríamos la ciudad. Eso sí, nunca he estado de vacaciones. Y en Versalles jugamos un Europeo sub-18.
Sesenta de las mejores golfistas del mundo dan inicio mañana miércoles a la competición de golf femenino. Un torneo en formato 'stroke play' en el que, al igual que en la categoría masculina, sencillamente gana quien complete los 18 hoyos en la menor cantidad posible de golpes. Se disputará en el Golf Nacional, sede de grandes competiciones internacionales anualmente, como lo fue de la Ryder Cup de 2018. Como en las dos últimas citas (y únicas en las que el golf ha sido olímpico), la navarra Carlota Ciganda (33ª del mundo) y la malagueña Azahara Muñoz (130ª) serán las representantes españolas. Entre los grandes nombres señalados están los de las estadounidenses Nelly Korda (nº1), Lilia Vu o Rose Zhang, la francesa, Céline Boutier, las koreanas Amy Yang o Jin Young Ko o la danesa Emily Pedersen.
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