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Apenas ha tardado unas horas en camuflar la efusividad con la que salió del 'ring' el viernes por la noche, para volver a enfocarse de nuevo en el trabajo. El marbellí (de padres marroquíes, pero nacido y criado aquí) Ayoub Ghadfa llegó a sus primeros ... Juegos Olímpicos en plena forma y mentalizado en luchar por las medallas, y tras ganar los cuartos de final y asegurarse el bronce, quiere más. Desde la Villa Olímpica nos atiende el malagueño, con los pies sobre la tierra aún, pero también seguro de que aún puede dar más. Su semifinal será el miércoles 7, a las 22.18 horas, ante el francés Djamili-Dini Aboudou.
–¿Cuáles son sus sensaciones ahora mismo después de todo lo que sucedió este viernes?
-Bien, bien. Seguimos siempre en el foco. Estoy concentrado y muy contento porque está saliendo todo lo trabajado en los combates. Al final hay que pensar que es un torneo más, que son combates como los de otro campeonato y ya luego abriremos los ojos y veremos dónde hemos llegado.
-Cuando sale al 'ring' aquí, ¿se nota una atmósfera distinta a la de otras grandes citas? ¿Se siente más nervioso?
-Sí que se nota que hay mucha más gente animando, porque al final son unas Olimpiadas. Pero nervios no, porque al final si me meto más presión, va a ser peor. En realidad, son los mismos adversarios de siempre y es una competición más, como un mundial.
-O sea que ya ha competido prácticamente con todos los que están aquí, ¿cierto?
-Sí, casi todos. Con el kazajo y el armenio ya había peleado, con el francés al que me mido ahora en semifinales, también… Somos más o menos los mismos siempre.
-Con respecto a los rivales que siguen ahora mismo con vida en su peso, ¿ya los ha ganado a todos alguna vez o alguno se le resiste?
-Pues he boxeado con el francés y le gané, contra el alemán perdí y con el uzbeco no he boxeado nunca.
-O sea que lo que queda de aquí en adelante es una completa incógnita…
-Cada combate lo es, uno nunca sabe lo que va a pasar, cada combate es un mundo porque llegamos en momentos diferentes, uno llega mejor o peor preparado y no importa si ya has ganado o perdido previamente.
-De los dos combates realizados hasta ahora, ¿en cuál se ha sentido más realizado o se ha visto mejor?
-En los dos. En el último me sentía mucho más cómodo, me fue menos complicado, pero en el primero también me sentí muy bien porque lo di todo, como si fuera una final, además, era un adversario muy bueno y la satisfacción de ganarle en primera ronda a un bronce olímpico y fuera de serie…
-En cuartos de final llamó la atención la brecha que se abrió en la cabeza por el desafortunado choque con su rival, que le creó un reguero de sangre por la cara en toda la pelea. ¿Le llegó a entorpecer? ¿Cómo se encuentra ahora?
-(Ríe) Bueno, no pasa nada, ahí con la adrenalina ni te enteras. Son gajes del oficio, sangré mucho porque era en la cabeza, pero no es nada.
¿Le han puesto puntos?
-Sí, pero todo bien. Se cierra la herida y seguimos.
-¿Cómo vivió el momento de salir el viernes del 'ring' y decir: 'Soy medallista olímpico'?
-Estaba contento, pero aún no me han dado la medalla, no sé de qué color va a ser, así que sigo centrado en el trabajo. Ya habrá tiempo de asimilarlo, de momento toca hacer los deberes.
-Dio unas declaraciones tras el combate en las que decía: 'No le tengo miedo a nadie ni a nada'…
-Sólo a Dios, sí. Cuando uno sube al 'ring' sabe que puede pasar cualquier cosa y tienes que ir a tope con quien tengas delante, no hay miedo a nadie.
-De cuartos al combate de semifinales pasan cinco días, ¿cómo es su rutina de preparación estos días?
-Como siempre. Entrenamos para la competición, pero también vamos a apoyar a los compañeros que siguen en competición, como Emmanuel Reyes. Hacemos trabajo de mantenimiento y poco más.
-Es muy especial que haya podido recibir este mismo sábado la visita de algunos de sus seres queridos en París, ¿cierto?
-¡Sí! Han venido algunos de mis mejores amigos, mi novia y su familia. Mis padres se han quedado en Marbella y lo prefiero, porque lo pasan mal y yo también lo paso mal porque estoy pendiente de ellos.
-Imagino que al menos habrá hablado con ellos estos días. ¿Qué les transmiten?
-Sí, siempre hablo con ellos, están contentos, orgullosos y felices.
-Ya sí que puede visualizarse en el podio, porque ya ha asegurado su medalla, pero, ¿se visualiza subiéndose a lo más alto?
-Yo me visualizo ganando cada combate, voy combate a combate. Prefiero no ir más allá, de momento me veo preparado para ganar el siguiente combate, luego, ya hablaremos (ríe).
-De momento, ya ha entrado a formar parte de la historia y puede decir que ha cumplido un sueño, ¿no?
-Sí, totalmente. Estoy muy contento y satisfecho porque he cumplido un sueño, pero hay que seguir luchando porque lo tenemos ahí y está en nuestras manos.
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