Alberto González: «Siempre deseaba que lo hicieran bien los españoles y ahora seré uno de ellos»

Se colgó el bronce en la Copa del Mundo de Napier, en Nueva Zelanda, en el mes de febrero, y venció en la de Hong Kong, apenas 30 días más tarde, para presentarse como una opción seria a ojos de sus competidores y también de la Federación cara a la cita olímpica. Sus buenos resultados en las Series Mundiales de Yokohama y Cagliari le valieron para asestar el golpe de gracia definitivo a su candidatura. El malagueño Alberto González será el primer triatleta local en representar a la provincia en una competición deportiva de este calado.

–¿Qué recuerdos especiales guarda de los Juegos Olímpicos?

–Tengo varios. Desde que era muy pequeño mi padre tenía una cinta de vídeo en la que había grabadas imágenes de las pruebas de atletismo de Atenas 2004. Y luego, cuando Pekín 2008, recuerdo que nosotros, la familia, estábamos de viaje por Inglaterra con nuestra caravana. Y recuerdo ver al día siguiente el resultado de triatlón, con Javi Gómez Noya cuarto e Iván Raña quinto. y luego los Juegos de Londres, que los vi enteros. Igual que los Juegos de la Juventud, en los que competí en 2014.

–¿Qué es lo que más ilusión le hace vivir en estos Juegos?

–La de saber que he cumplido el objetivo de toda mi vida, la de poder compartirlo con deportistas de todo el mundo y saber que soy uno más de los que van a competir. Siempre he visto los Juegos desde fuera, siempre deseaba que lo hicieran bien los españoles y ahora seré uno de ellos. Me siento un privilegiado por tener esa oportunidad.

–¿Hay alguna estrella olímpica que sea referente para usted?

–Los hermanos Brownlee, sin duda.

–¿Y a quién le gustaría conocer?

–A Rafa Nadal y a Carlos Alcaraz, que creo que van a hacer los dobles, y a algún ciclista como Tadej Pogacar y Mathieu van der Poel.

–Si no fuese en triatlón... ¿En qué otra disciplina le hubiera gustado ser olímpico?

–Estoy entre tres deportes... (Risas). Probablemente haría natación en aguas abiertas o tenis de mesa.

–¿Ha estado alguna otra vez en París?

–Muy poco. Recuerdo que estuve muy pequeño en Disneyland, pero tendría cinco años. Y sí vi una foto con mis padres y mi hermano con la Torre Eiffel de fondo. Me gustaría recrearla de nuevo, casi 20 años después.

–¿Qué sería un buen resultado para usted?

–Un diploma olímpico. Eso sería hacer un gran papel, sí.

–¿Cómo han sido los últimos entrenamientos y los últimos días de la preparación?

–Pues muy bien. He hecho un gran trabajo en Sierra Nevada. Han sido cinco semanas de mucho entrenamiento, de estar muy concentrado, de disfrutar mucho el proceso, incluso los días en los que he estado más cansado. He disfrutado todos los días. Me siento ilusionado y estoy deseando que llegue ya la cita. Tanto la experiencia de estar allí en la villa y compartirla con los demás deportistas. Estoy preparado para competir.

–Su última prueba fue la Serie Mundial de Hamburgo.

–Sí, terminé octavo, que es otro puesto consistente, y eso me hace colocarme noveno en el 'ranking' mundial. Fue un fin de semana muy positivo. Es cierto que no tuve las mejores sensaciones, pero saco aspectos muy positivos de la carrera. Hay que ir paso a paso. Fue un examen para los Juegos Olímpicos, totalmente.

–¿Conoce el entorno en el que transcurrirá la prueba en París?

–Sé poco, la verdad, porque no tuve la oportunidad de estar en el Test Event el año pasado; pero lo que he visto en los vídeos es brutal. Se nada en el Sena. La corriente va a favor en la ida y en contra en la vuelta. El segmento de ciclismo es muy rápido y tiene un poco de pavé. Y la carrera a pie será llana. Va a ser un circuito muy rápido y vamos a tener que estar muy atentos a todo.

–¿Está en el mejor momento de su carrera?

–Totalmente. No me cabe duda.

–¿Ha hablado con otros deportistas que ya han sido olímpicos para preguntar dudas o satisfacer su curiosidad?

–Pues sí. He tenido la oportunidad. En el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sierra Nevada estuve con Sebastián Mora (ciclista especializado en la modalidad de pista que ya fue olímpico en Londres 2012 y Tokio 2020). Me dijo que es una pasada estar en el comedor y coincidir con Novak Djokovic u otro gran deportista, que por otro lado es una cosa que tenemos que empezar a normalizar, y que tienes muchos estímulos porque hay muchas actividades dentro de la villa para que todos nos sintamos bien y hagamos comunidad. Lo primero es estar concentrado en la carrera y no tener muchas distracciones.

–¿Por qué no estuvo en la ceremonia inaugural?

–Llegué el mismo día. Se programó así porque competimos el 30. Es una pena, pero estoy tranquilo. También es un estrés estar en la ceremonia, aunque también es algo precioso que puede ser que no viva nunca más. Lo primero es competir. Es lo que toca.