Alberto González se queda a siete segundos de su segundo diploma olímpico

Se marchará de los Juegos con una sensación agridulce tras la actuación de este lunes, pero con total seguridad, apreciará lo logrado cuando pase el tiempo. Gracias a su sensación diploma olímpico (octavo) conseguido en la competición individual del triatlón la pasada semana, el malagueño Alberto González, debutante en el olimpismo, fue seleccionado de nuevo por el técnico nacional para formar filas de nuevo este lunes, como parte del equipo español del relevo mixto. Una prueba que se estrenó en Tokio y en la que cada uno de los integrantes debe nadar 300 metros, pedalear 8 kilómetros y correr otros 2. España luchó con uñas y dientes hasta el final, pero por desgracia, acabó quedándose a las puertas del diploma.

Por si alguien aún tenía dudas sobre el potencial del joven malagueño, Alberto, que fue la primera posta española, volvió a firmar una actuación excepcional de inicio. Ya en la prueba de nado -y pese a que varios deportistas se adelantaron al bocinazo inicial-, logró tirar del grupo y ponerse en cabeza. Y sí, salió el primero a la siguiente transición, la de la carrera en bicicleta, ganando unos segundos de los que se podría servir más adelante.

Fue increíble poder ver al malagueño líder y en solitario durante más de siete minutos, que ya es una buena parte de esta prueba tan rápida. Sin embargo, en la carrera en bici, el pelotón apretó, consciente de que debía pegarse a Alberto, y logró darle caza en torno al minuto 8 de competición, dejando al malagueño incluso en la parte trasera del grupo. Aunque si en algo era especialista González era en las transiciones, tal y como ya demostró en la competición individual.

Y así fue, acabó la prueba ciclista tercero, y volvió a tomar el liderato de la prueba en el inicio de la carrera a pie. Aunque en esta distancia tan corta, todo podía pasar y aventurarse a tomar la cabeza de carrera podría llegar a ser una imprudencia tan pronto. Por desgracia, Alberto descendió hasta la mitad del grupo. El campeón olímpico, el británico Yee, fue quien lideró la última y decisiva escapada y el malagueño acabó llegando noveno a entregar el testigo.

Por desgracia, no todo fue un camino sobre un lecho de rosas. Alberto recibió hasta dos penalizaciones, la primera de ellas por impulsarse con un barco durante la prueba de nado. La segunda, también en la natación, por contacto con un rival. Estos 20 segundos de penalización acabarían pasando factura, por desgracia.

La segunda posta española fue para la barcelonesa Anna Godoy, que logró mantenerse en la parte media-alta del grupo, siendo séptima al cierre de la prueba a nado y llegando a ganar muchas posiciones en la carrera a bici. Reino Unido seguía en cabeza, eso sí, dos de las naciones más potentes, como son Francia y Nueva Zelanda, pagaron caro una caída en bici durante la primera posta. En la última transición, firmó una muy buena remontada la catalana, que llegó a ponerse segunda.

El siguiente testigo de los españoles fue para el gallego Antonio Serrat, que durante toda la prueba, y ya con el grupo muy disperso, logró mantenerse en todo momento en posiciones de pelea por el diploma, concluyendo su relevo séptimo. La verdadera lástima es que, en la última posta, la pacense Miriam Casillas debía pagar por las dos penalizaciones iniciales de Alberto, perdería hasta 20 segundos que podrían ser cruciales para optar al diploma.

El podio final, en una llegada agónica, muy ajustada, lo conformaron: Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos, en este orden. España mejoró el décimo puesto obtenido en Tokio, pero se quedó a siete segundos del diploma (+1.51) frente al (+1:44 de Brasil, octavo). El malagueño Alberto González firmó el parcial más rápido de los españoles, finalizando su etapa en 20 minutos y 18 segundos, pero lamentablemente, su titánico esfuerzo se vio mermado por las dos penalizaciones.

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