La malagueña Ana Peláez logra la tarjeta para el LPGA

Una competición muy selecta, a la que sólo acceden las mejores golfistas de todo el planeta, entre ellas, sólo dos españolas: las olímpicas Carlota Ciganda y Azahara Muñoz. Será todo un hito que dos jugadoras de nuestra provincia puedan competir en este máximo escalón del golf mundial este 2024, haciendo gala del potencial golfístico de La Costa del Sol.

Ana Peláez, la joven que lleva años revolucionando el golf nacional, tanto en su brillante etapa 'amateur' como en su último año y medio como profesional, consiguió esta ansiada tarjeta este miércoles por la noche (horario norteamericano) al concluir entre las más destacadas de la Escuela (el torneo clasificatorio que reparte las tarjetas), en el club Robert Trent Jones Golf Trail de Mobile (Alabama). Concretamente, concluyó en la posición 27ª, que eso sí, no le abre la puerta de la totalidad de los torneos.

Sin embargo, de mostrar una buena imagen en los primeros torneos de la temporada, iría escalando posiciones y ganándose por sí misma el acceso a la totalidad del circuito. Sea como fuere, es la mejor noticia que Ana Peláez podía dar al cierre de un 2023 histórico para ella. Cerró su primera temporada completa como golfista profesional en el Ladies European Tour con un brillante quinto puesto en el 'ranking' del Race to Costa del Sol, siendo la mejor española del circuito europeo este curso. No firmo ninguna victoria, pero sí tres segundos puestos en todo el curso, así como otros cuatro 'top-10', que la han llevado a mantener una buena regularidad en la clasificación.

Además, brilló en casa hace dos semanas, en el Andalucía Costa del Sol Open de España celebrado en Las Brisas (Marbella), donde también finalizó como la mejor española de la cita y la tercera de la clasificación general. Un broche de oro perfecto para la joven y talentosa malagueña, la tercera mejor española del 'ranking' mundial en la actualidad, tras Carlota Ciganda y su paisana Azahara Muñoz, y que este 2024 promete dar grandes alegrías, o al menos, un gran salto de calidad en su meteórica carrera como profesional.