![El joven golfista malagueño Diego Gross.](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202104/23/media/Diego-Gross.jpg)
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SUR DEPORTES
Viernes, 23 de abril 2021, 19:58
No es habitual ver a un niño de tan sólo seis años hacer un hoyo en uno a 60 metros de distancia. De ahí el espectacular resultado del golpe protagonizado por el jovencísimo golfista malagueño Diego Gross, que en una de sus tardes de golf con amigos se llevó un inesperado premio a su pasión por este deporte, el cual se le da particularmente bien a pesar de su corta edad. «Lo normal es que un chico como él apenas alcance a coordinar darle a la bola o en el mejor de los casos alcance 20 o 30 metros de distancia», explican desde el campo de golf de la Miguel Ángel Jiménez Academy, en Torremolinos.
Allí fue donde Diego Gross logró un golpe que no olvidará nunca por la ilusión que le generó, como se demuestra en el vídeo. Y es que independientemente de si podrán llegar más en un futuro, el primero siempre será el primero. Otra de las curiosidades es que el hoyo en uno lo firmó en un campo donde se encontraba como invitado por un amigo, porque su 'casa' es el Real Guadalhorce Club de Golf, donde va a entrenar dos veces por semana y al menos otra vez más durante el fin de semana. Aunque a decir verdad, si fuera por Diego iría todos los días.
Pero desde su familia, que es precisamente de donde le llegó la afición por este deporte y ahora es ya el más fanático de todos, no quieren que acabe en obsesión. Por eso una de las primeras reflexiones es que Diego no es «ningún niño prodigio», comenta a SUR su padre, Gonzalo Gross. «Venir a jugar al golf siempre ha sido tradición en la familia y él se ha aficionado hasta un punto de que está 'enfermo' por el gol», reconoce el padre, quien añade un detalle curioso. Diego cuenta con una alfombra en casa donde practica «10 o 15 minutos cada día antes de dormir y le sirve para ir cogiendo el tacto a los palos».
El progenitor es el primero en intentar explicar el fenómeno. «Tiene 6 años pero con un cuerpo como de 8, lo lleva en los genes porque yo mido dos metros. Por eso tiene más fuerza que otros niños. Pero además es que ha conseguido un buen toque y compite con jugadores de mayor edad en circuitos a nivel andaluz. La verdad es que es bueno y se lo pasa bien. Ya tiene una decena de trofeos. Pero esto no significa que tengan un don. Sino que le gusta y tiene la suerte de poder practicarlo con mucha frecuencia», reflexiona Gonzalo Gross, quien busca que su hijo no tenga más ambición que disfrutar. De su hijo no espera, por el momento, que sea el nuevo Jon Rahm.
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