Piqué: «No es mi caso, pero un independentista podría jugar en la selección»

Casi tres años después de que en Luxemburgo (11 de octubre de 2014) abordase su posición favorable al derecho a decidir estando con la selección, Piqué volvió a tomar la palabra para no hablar de fútbol. Sólo hubo una pregunta de fútbol y descolocó al central, que había comparecido a las 12:55 tranquilo y avisando que deseaba hablar y «contestar a todos». «Paciencia y tranquilidad. Como si estamos una hora y media aquí», dijo. Incluso se ofreció a ofreció a pagar una multa por llegar tarde a comer. Tuvo un pequeño momento, de relax, que le sirvió para recordar que «ganando a Albania, estamos virtualmente clasificados» aunque las palabras que se repitieron a lo largo de su alocución fueron otras no deportivas. De todas ellas, dos por encima de todas: «respeto» y «diálogo», que «lo pueden solucionar todo».

«Fue difícil. No te gusta que la gente esté en tu contra. Recibir silbidos e insultos no es del agrado de nadie. Es un reto para mí darle la vuelta y creo que puedo hacerlo. Hay mucha gente en España que puede entender lo que puedo sentir y cómo lo expreso. Mediante el respeto y la coherencia puede llegar todo a buen puerto. Estamos delante de un objetivo, que ahora parece fácil después de un año y medio, porque ganando a Albania virtualmente estamos clasificados para el Mundial».

«Es imposible poner en duda mi compromiso porque llevo aquí desde los 15 años y me duele que se haga. Considero esto es una familia y me siento orgulloso de formar parte de la selección española. Es una de las grandes de las razones por las que sigo aquí».

«No me arrepiento (de lo dicho el domingo) porque es lo que siento. Yo estoy a favor de que la gente pueda votar sí, no o en blanco, pero respeto que haya gente que puede opinar que los catalanes no podamos votar, como puede ser Rafa Nadal u otra mucha gente. Hablo con muchos que piensan diferente, pero llegamos a la conclusión de que hay muchas cosas que se podrían solucionar. No nos toca a nosotros, somos futbolistas».

«No es incongruente mi postura, y te lo llevo al extremo que no es mi caso: creo que un independentista podría jugar en la selección española porque no hay selección catalana y el independentista no tiene nada en contra de España. Si no tienes nada en contra de España, porque es la hostia y tiene gente de puta madre, por qué no un independentista puede jugar con la selección española. No es mi caso, pero te lo planteo. Lo llevamos todo al fanatismo, pero aquí el que rinda mejor en el campo es al que el seleccionador va a llevar».

«Ante todo somos personas. Hablar de política es un marrón, pero ¿por qué no expresarse? Entiendo perfectamente que haya muchos que no quieran hacerlo pero que respeten que yo quiera mojarme. ¿Por qué vosotros podéis opinar de política y un futbolista no? Es algo que está establecido y no tiene una razón de ser. No estoy en primera linea de militancia. No me he posicionado en un bando, sólo he dicho que quiero que se pueda votar. No creo haya intentado defender mi opinión con uñas y dientes».

«Hay gente en España muy diversa pero nos tenemos que respetar aunque las opiniones sean distintas, de extremos. Erradicar los pitidos será muy difícil, pero espero que si uno duda entre ir a pitar a Piqué o a animar a la selección, elija la segunda opción. No es por mí, que me duelen pero he convivido con ellos cierto tiempo, pero me siento incómodo por mis compañeros. No se lo merecen. Puedo entender que estén cansados; a mí no me gustaría que en todas las rueda de prensa sólo me preguntasen por otro. Por eso ha salido yo en vez de otros dos compañeros para que les inundaran a preguntas por mí».

«Lo he valorado, pero irse ahora sería darle la razón a esa gente que cree que la mejor opción es insultar y silbar. Daría la sensación de que ellos han ganado y no les voy a dar ese lujo. Hay más gente que quiere que me quede. Que la gente vea que me siento orgulloso de estar aquí»

«Si soy o no independentista es la pregunta del millón y no te la voy a contestar. Los jugadores somos figuras globales, no puedo decantarme porque la mitad de mis seguidores, catalanes o en España, los perdería porque la gente pone la política por encima de lo demás. Mis hijos son colombianos, libaneses, catalanes y españoles. Estamos en un mundo global y ahora mismo lo de los países es lo de menos. Hay un problema político muy grande en España que cada vez va a más. O se encuentra una solución que es el diálogo o la repercusión y las consecuencias no las sabe nadie».

«También me lo he planteado, pero me quiero ir de aquí y cerrar mi etapa de la mejor manera posible, no por la puerta de atrás y sintiendo que las cosas han acabado mal. Hay mucha gente en España que me aprecia. Quiero continuar por todos ellos aunque se que hay gente que no le haré cambiar la opinión y siempre que me vea me va a silbar».

«No sé lo que pasaría, es un escenario que no me he planteado. Si así fuera (Cataluña independiente) sería un proceso como el Brexit. Y en mi caso con 32 ó 33 no creo que tenga que tomar esa decisión. No me lo he planteado».

«Las redes sociales son mucho más frías y la gente lo puede interpretar de muchas maneras; de un retuit o un comentario puedes extraer mil opiniones. A toda la gente que me silba en un estadio la pongo en una mesa y no me silbaría nadie después de cenar. La actuación del domingo en Cataluña, me dolió ya que tengo allí a mi familia y hay gente que esté sufriendo muchísimo. Es difícil transmitir lo que está pasando en Cataluña al resto de la gente si no va. La televisión os muestra lo que quiere que veáis y yo he visto algo distinto de lo que percibís. Estamos en un punto que se está radicalizando todo. Quiero que la gente vea que soy una persona coherente, que defiendo lo que yo pienso y sólo pido que nos respetemos mutuamente».

«España y Cataluña es como el hijo que tiene 18 años y se quiere ir de casa. Cataluña ahora mismo se siente de que es tratada de una manera que no se acerca a la vida real. España, el Gobierno, tiene dos opciones: sentarse como haría un padre y dialogar o quizá ese hijo se le vaya. Estamos en esa situación. Cataluña y España separadas serían más débiles».

«El domingo se intentó hacer un referéndum que por las circunstancias no se pudo celebrar al cien por cien. Esto es mucho más grande que mi persona. Estamos hablando de que una parte de un país como España, con muchos años de histori,a se quiere ir. ¿Qué más da lo que opine yo? Esto va más allá. Aquí hay millones de personas que se están manifestando en la calle a favor de votar, creo que hay más de un 80% de la gente que quiere votar, y otros muchos que no quieren que los catalanes voten. Lo que importa es que los políticos haga su trabajo y se solucione este problema».

«¿Te gusta el morbo eh? Supongo que todos estaríais encantados, aunque seguro que hay algún periodista de estos radicales que preferiría que no lo ganáramos en ese caso».