JUAN RAMÓN PADILLA
Vélez-Málaga
Jueves, 7 de marzo 2024, 21:37
Pablo Sebastián Nilo es el nuevo propietario del Vélez Club de Fútbol y viene a cerrar la etapa de tres años y medio con la entidad en manos de propiedad sueca. Este argentino de 42 años aterriza en el Vivar Téllez reconociendo que «venimos apagar ... un incendio, pero la situación aún es crítica y el club ha podido desaparecer». Nilo fue rotundo al decir que «estamos manejando una situación complicada, tenemos que mirar por los trabajadores». A la pregunta de cuánto debe el club, dijo que aún, con una auditoria, se están «estudiando los números».
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Basó su proyecto en varios pilares. El primero sería tener «una base formativa, para que los jugadores puedan llegar al primer equipo». Segundo, «una red de clubes», un contacto con equipos para acuerdos puntuales. Reconoció que tiene ya contacto con lgunos argentinos sobre todo cara a la temporada próxima formar un buen proyecto. El nuevo gestor del Vélez hizo una llamada a patrocinadores, afición y ayuda externa para que este club «no desaparezca».
En cuanto a la parcela deportiva, destacó que «vamos a intentar que dos nuevos jugadores estén para este domingo, y queremos incorporar otros cinco o seis más de primer nivel». Y es que el objetivo será salvar la categoría, y preguntado sobre la continuidad de Magnus Pehrsson en el banquillo comentó: «Agradecemos su labor. Forma parte del proyecto anterior, y hay una transición, por lo que en unos días, queremos presentar un nuevo entrenador». Apuntó que «será argentino y contará con parte del cuerpo técnico actual». Hay que recordar que la propiedad saliente procedía de Suecia y liderada por Jerper Norberg y Magnus Pehrsson, presidente y vicepresidente, respectivamente. Pehrsson además es el actual entrenador y director deportivo.
Su llegada fue muy bien recibida en el verano de 2020, ascendiendo al Vélez a Segunda RFEF y, aunque sus metas eran ascender a Primera RFEF, cumplía esta temporada su tercera temporada en la cuarta categoría del fútbol español. Hablaban en agosto de un proyecto ambicioso, pero meses después el retraso en las nóminas era notorio y comenzó la salida masiva de jugadores, una veintena. Esto hizo que tuvieran que recurrir al filial y a juveniles para las últimas jornadas, en las que milagrosamente se han sumado dos empates. Alegaban que habían sido «engañados por una posible llegada de inversores franceses». A esto hay que unirle que no han encontrado ni llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento veleño para la cesión o compra de unos terrenos para una futura ciudad deportiva y con miras a consolidar una academia, una de las principales fuentes de ingreso.
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Tardaron en hacer público el agujero económico, y a partir de ahí comienzan las negociaciones con inversores. Sobre la mesa, la continuidad o no de los suecos, terrenos para construir una academia, una auditoria para saber lo que realmente se debe, un sinfín de matices para desembocar en la llegada de la nueva propiedad. Ahora la nueva propiedad tiene el reto de evitar el descenso. El Vélez tiene dos puntos de colchón sobre la zona peligrosa y el domingo recibe al Manchego.
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