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Entrenamientos individuales, medios, en grupos de 14 y completos; test continuos a los jugadores y el cuerpo técnico, protocolos hasta el hartazgo y sólo un plante por miedo, el del cadista Fali, que luego reculó. Sin que se haya ido el virus, pero más ... controlado, vuelve la Liga, también la de Segunda, que será a su vez la edición del torneo más larga de la historia, de 350 días: comenzó el sábado 17 de agosto de 2019 y tiene previsto acabar el 2 de agosto, con el partido de vuelta de la final del 'play-off' de ascenso. En el caso del Málaga, serán 96 días sin competir, desde que perdiera en La Rosaleda ante el Zaragoza (0-1) el domingo 8 de marzo hasta que reaparezca en el mismo escenario el viernes para recibir al Huesca, ya en la trigésima segunda jornada. El regreso tendrá poco que ver con el pasado, con los equipos acumulando más de tres meses sin ponerse a prueba ni en un amistoso, un plazo superior a una pretemporada veraniega, aunque sin fichar. El momento de forma previo no cuenta ya. Arranca otro escenario, defendiendo los puntos anteriores. La disputa de la segunda parte del Rayo-Albacete del miércoles (20.00 horas) supondrá la reanudación del campeonato y del fútbol profesional en España. El duelo, suspendido al descanso por los insultos de la grada al visitante Zozulya, se retomará sin fichajes de invierno ni la regla implantada de los cinco cambios para dar oxígeno en esta intenso final.
Quedan 33 puntos en juego y está todo abierto. Hasta para la Ponferradina, décima en la clasificación con 40 puntos, a seis de la zona de 'play-off' y con cinco de colchón sobre la de descenso. Cualquier aspiración está abierta para la mayoría, incluso el de optar al ascenso para el Málaga, a ocho puntos ahora de esos puestos. De la misma forma, en un final exprés del torneo, con once jornadas en apenas 37 días (el 19 de julio acaba la Liga regular), una mala racha puede condenar a cualquiera.
El Málaga, con sólo tres puntos de margen para no caer a puestos de descenso, asomó la cabeza en el último tramo de la competición, a raíz sobre todo del cese de Víctor y la llegada de Pellicer en su lugar. El balance de este es óptimo, con cuatro victorias, dos empates y una derrota. De haber empezado el torneo hace diez jornadas el Málaga estaría sexto, peleando por la fase de ascenso, o incluso sería cuarto de haber empezado hace cinco, pero cuenta todo el trabajo desde agosto. Esa reactivación del equipo, frustrada con la derrota ante el Zaragoza, no vale ya. Se parte de cero.
El Cádiz y el Zaragoza son los principales aspirantes al ascenso directo. El cuadro amarillo tiene un colchón de seis puntos sobre el tercero, pero ha perdido fuelle en este 2020. Llegó a tener diez puntos de renta para subir en la jornada decimocuarta, pero a mediados de enero perdió un tiempo el liderato. No hay duda de que el que venía empujando con más fuerza era el Zaragoza, segundo y a un punto, guiado por el acierto del colombiano Luis Suárez (17 goles), del que en este 'parón' no se ha hablado de otra cosa que de su futuro, que podría estar en el Lazio. El faraónico proyecto del Almería, con lluvia de millones y tres entrenadores ya (el actual, Guti) puede presumir de ser el máximo artillero (51 goles) y es tercero, con 50 puntos, los mismos que el próximo rival malaguista, el Huesca. El Girona del 'pichichi' Stuani (23 dianas) y el Elche, en graves circunstancias económicas, con 47 y 46 puntos, respectivamente, también jugarían ahora una hipotética fase de ascenso. Por detrás, el Sporting (41) y el Rayo (40 con un partido menos) sueñan por su potencial con engancharse al vagón de cabeza, con más opciones que el Alcorcón (41), la Ponferradina (40) o un Tenerife (39) lanzado antes del receso.
Sólo el Racing, colista con 28 puntos y a siete de salir de la zona de descenso, va a necesitar un milagro para salvarse. El Extremadura (31) y el Lugo (34) también lo tienen mal, pero están con mucho más margen de maniobra en una zona baja muy igualada una campaña más en Segunda, porque el Deportivo (35), de vuelta a la zona de peligro, está igualado ahora con el Albacete (hace un año luchando por subir) y el Oviedo. Tampoco el Numancia, el Málaga y Las Palmas –empatados a 38– están libres de peligro, ni alguno más, como un Fuenlabrada (39) que, tras ser revelación de la primera vuelta (la cerró cuarto), estaba en caída libre antes de la crisis sanitaria.
El caso más extraño de la temporada y uno de los más raros en la historia de la Liga lo está protagonizando un Deportivo que atraviesa una crisis deportiva e institucional comparable en algunos puntos a la del Málaga. Tras 19 partidos sin ganar (casi una vuelta completa), desde el agónico 3-2 al Oviedo de la primera jornada, encadenó sin transición alguna y ya con Fernando Vázquez a las riendas siete triunfos seguidos (21 puntos de 21) y salió de forma increíble de la zona de descenso, a la que ha vuelto a entrar tras sumar sólo dos empates en las cuatro citas antes del 'parón'.
La campaña está batiendo récords en la destitución de entrenadores. Ya van quince ceses, desde la salida de Óscar Fernández (Almería) en la pretemporada. Le siguieron cronológicamente los de Egea (Oviedo), Anquela (Deportivo), Unzué y Juan Carlos Moreno (Girona), Pedro Emanuel (Almería), Iván Ania (Racing), López Garai (Tenerife), Eloy Jiménez (Lugo), Luis César Sampedro (Deportivo), Víctor (Málaga), Ramis (Albacete), Cristóbal (Racing), Rozada (Oviedo) y Mere (Fuenlabrada). Para hacerse una idea, desde la 2008-09 no se pasaba de once destituciones en una campaña en Segunda.
El lateral de la Ponferradina Son (que condena en la suplencia al cedido malaguista Iván) es el único jugador de campo que ha disputado todos los minutos posibles del torneo (2.790). Pero quizás el dato más curioso a estas alturas es que el Málaga, en zona baja, de la tabla, sea con 27 goles el menos batido. Esta circunstancia no se da en ningún torneo europeo en la primera o la segunda categoría.
A día de hoy el torneo se reanudará con muchas bajas por lesión o sanción. Al margen de jugadores que son duda por molestias, no estarán Pomares, Boateng y Arribas (Alcorcón), Alberto Cifuentes (Cádiz), Mollejo, Somma y Sadick (Deportivo), Fidel y Manuel Sánchez (Elche), Álex López (Extremadura), Brian Oliván, Samu Sáiz y Brandon (Girona), Mauricio Lemos, Álvaro Lemos, Dani Castellano y Drolé (Las Palmas), Borja Domínguez y Campillo (Lugo), Cristo, Dani Pacheco, Benkhemassa y Boulahroud (Málaga), Aitor Buñuel y Barral (Racing), Alberto, Milic, Isi, Bebé y Ulloa (Rayo), Aitor Sanz y Mazan (Tenerfe) y Javi Ros (Zaragoza). El Málaga y el Elche son los que más atentos deberán estar a la limitación del cupo de canteranos en el campo (al menos debe haber seis fichas profesionales jugando). El cuadro blanquiazul dispone de 18, pero tres están lesionados y Rolón apenas cuenta. El Elche, que ya tuvo un plante en el regreso debido a un ERTE a la plantilla, de 20.
La disputa de partidos sin público permitirá ver qué jugadores se manejan mejor sin presión y son capaces de sostener el nivel de los entrenamientos. La Bundesliga, primer torneo de élite retomado sin aficionados, muestra un dato esclarecedor antes de este fin de semana de ocho victorias locales en 37 partidos. Las Palmas reclamó jugar ya con un tercio de aforo, pero reculó. LaLiga ha cifrado en 700 millones la pérdida de los clubes entre Pimera y Segunda División por no contar con público en este desenlace.
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