De profesión, goleadores

Tuvieron que pasar muchos años, muchos, para que irrumpiera con fuerza y curiosidad en el mundo de la pelota un sistema de juego que respondía al nombre de WM, en el que los vértices de las dos letras indicaban cuál tenía que ser la posición de cada jugador en el campo. A partir de ahí el juego del fútbol empezó su línea científica que en la Escuela de Entrenadores se empezó a desarrollar como «técnica, táctica y estrategia», que nos ha llevado al fútbol de hoy. Pero es que este fútbol que ya puede verse en televisión responde a otros cánones, a otra nomenclatura y a un lenguaje nuevo y que los eruditos y comentaristas acrecientan cada día.

Ver hoy día este fútbol que se juega cada tres días con tres o cuatro competiciones europeas, la Copa del Rey y demás, nada tiene ver con el del siglo veinte. A veces me pregunto qué pasaría si alguna vez, a título de experimento, un equipo con la fórmula de antes (3-2-5) se enfrentara a un equipo de ahora (4-3-2-1)… Sería curioso saber cuál de los dos caía avasallado por el sistema de juego. Mientras tanto, por aquí nos limitaremos a ver cómo el Málaga es incapaz de ganar en Sanlúcar.