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ENTREVISTA
Javier Medina: «Nunca le voy a decir a un jugador que para ganar un partido tiene que sufrir»Basta oírle en un par de argumentaciones para concluir que Javier Medina (El Garrobo, 1994) es una persona notablemente madura para su edad y una especie de Julian Nagelsmann a la andaluza. Si el teutón, ex del Bayern, ya dirigía a los 28 en la ... Bundesliga, él es con 29 el entrenador más joven de toda la Primera RFEF y de las tres primeras categorías españolas. Para colmo, no ha jugado al fútbol. 'Cruyffista' convencido, su progresión es indudable este curso con el Antequera: comenzó con dos derrotas, y le han seguido dos empates y dos victorias. Nos atiende en la diminuta sala de prensa de El Maulí, tras la sesión de trabajo matinal, que se desarrolla en otro escenario, con el principal de resiembra.
-¿En qué momento tuvo la certeza de que iba a ser el entrenador del Antequera esta temporada?
-Después de acabar la temporada me citaron Alberto (Aguilar) y (Álvaro) Silva (los directores deportivos de la entidad) y me plantearon si estaba preparado para coger al equipo, que habían hecho un 'casting' de entrenadores y que estaba dentro de él. Querían que les mostrara qué idea tenía y cómo trabajar, cómo organizaría el cuerpo técnico y demás. No me dijeron nada entonces, pero a los tres días ya me llamaron haciéndome una oferta. Un día después, llegué a un acuerdo.
-¿Por qué no siguió a Abel Segovia, su primero?
-Yo llevaba con él un año, pero ya habíamos decidido que no íbamos a seguir trabajando juntos. Estaba esperando por si me salía algo.
-Cuando le recuerdan tantas veces que es el técnico más joven de la categoría, ¿cómo se lo toma?
-No me preocupa mucho. Puede que me haga diferente, pero lo que me quita el sueño es trabajar bien, tratar de demostrar que estoy preparado. Estoy viviendo mi sueño y quiero que sea durante muchos años. Es una oportunidad para seguir formándome y aprendiendo de esto.
-La juventud no está reñida con el conocimiento, pero la experiencia es un plus, también en el fútbol. ¿Ha tenido dudas en su capacidad de llevar un vestuario con varios futbolistas mayores que usted?
-La experiencia no la dan sólo los años, sino la capacidad que tenemos de aprendizaje. Las personas en diez años pueden aprender más que en treinta o cuarenta. La madurez va un poco con eso. Hay personas con sesenta que no han madurado y otras con veinte que son muy maduras. En cuanto a la edad de los jugadores, no me preocupa. Lo que intento es generar credibilidad en ellos, que sientan que les ayudo. Si eres capaz de hacerlo...
-Tampoco son habituales los entrenadores que no han tenido una larga carrera como futbolistas. ¿Hasta qué edad y en qué categoría jugó?
-No he jugado nunca a nivel profesional.
-¿Y federado?
-Siendo muy pequeño sólo. Como dijo Arrigo Sacchi, para ser jinete no hay que ser caballo antes. Lo veo así. Esta circunstancia me ha dado la posibilidad de empezar antes a entrenar, con 20 años, no alrededor de los 40. Empecé en mi pueblo a entrenar a amigos y a un equipo de fútbol- sala. A partir de ahí empecé con los cursos de entrenador, introduciéndome en el fútbol desde juveniles a sénior. Llegué a Tercera, estuve tres años en la cantera del Betis y la campaña pasada di el salto al Antequera.
-¿Se consideraba un fanático del fútbol desde pequeño?
-Sí, veía mucho fútbol, escribía un blog, en una página web, publicaba análisis del juego en redes sociales y trataba de introducirme en el mundillo.
-Si tuviera que dar un peso en la balanza al plano motivacional y el táctico, ¿cuánto le concedería a cada uno?
-Creo que es importante que sepamos conjugar ambas cosas. Hay que saber jugar bien al fútbol, que es lo que nos acerca a ganar, y tener un nivel óptimo de activación para competir. Cuando ganas el nivel de confianza es alto pero el de estrés puede bajar. Hay que ayudar a subir este, y si pierdes el estrés alto, pero la confianza baja, y la inteligencia emocional nos ayuda a elevarla, a que los jugadores estén en las mejores condiciones mentales para ello.
-Aquella charla que dio en el vestuario a sus jugadores tras el triunfo en Sanlúcar tuvo una enorme difusión y repercusión…
-Fue muy especial, porque fue mi primera victoria y la voy a recordar siempre. Trataba también de activar emocionalmente a los jugadores para reforzarles. Tocar la fibra del jugador es muy importante, más allá de las ideas. Tenemos que transmitir pasión y emociones.
-Cuatro jornadas sin perder, dos empates y ahora dos triunfos. ¿Se puede decir que el Antequera le ha tomado el hilo a la categoría o es muy pronto?
-Es pronto. Llevamos dos derrotas, dos empates y dos victorias. El balance que debemos hacer es que vemos un equipo que tiene una identidad, que trabaja como familia, con unidad y que tiene mucho margen de crecimiento por delante.
-Pero como bien dice, la tendencia es a más, tras las dos sólidas victorias recientes, ante el Sanluqueño (0-3) y el Atlético Baleares (3-0).
-Sí. La dinámica es buena, ascendente, pero tenemos que seguir. En el primer partido perdimos por 2-0, con el Castilla por 1-2, en Huelva no recibimos goles, y contra el Castellón casi tuvimos la victoria.
-Ha hablado del margen de mejora. ¿Por dónde cree que está ahora?
-Hemos encontrado ese equilibrio entre ser protagonista del juego, tener el balón y que nos generen pocas ocasiones, y que cuando atacamos tengamos pegada, pero hay muchos jóvenes en la plantilla con mucho margen de crecimiento. Podemos jugar mucho mejor al fútbol, mover el balón con más calidad en el campo y seguir siendo agresivos.
-Viene de una campaña en Segunda RFEF. ¿Qué le está pareciendo esta categoría?
-La conocía, porque en el Betis la viví y la sufrí. Descendimos con el filial y nos pasó la categoría por encima. Hay un salto muy grande, de los más grandes, no tanto como de Segunda División a Primera, pero casi, todo el mundo coincide en eso. No sólo a nivel de presupuestos, también de calidad de los jugadores y de la superficie de los campos.
-Ha habido algunos resultados de varios goles de diferencia. ¿Hay tanta igualdad entonces?
Sí, el problema es que hay jugadores muy buenos, y en un mal día un equipo te mete cuatro o cinco goles. En Segunda RFEF eso es más difícil. El Sanluqueño perdió con nosotros por 0-3 después de haber hecho un 5-0.
-¿Cuánto les trastoca la lesión de larga duración de Lanzini?
-A nivel emocional, porque perdemos a nuestro gran capitán, y después de dos jornadas en las que había estado muy bien. Sigue aportando desde fuera, pero no en el campo. Tenemos recursos ahí y no pensamos en reforzarnos.
-Comentó el otro día Sergio Pellicer que ustedes y el Málaga son los equipos que mejor le han jugado hasta ahora al Castellón. ¿Lo ve como el gran candidato al ascenso?
-A día de hoy, no sé si mantendrán ese ritmo, pero están con otros datos, por encima de la categoría. Creo que el Málaga hizo un gran partido en Castalia y nosotros hicimos un muy buen partido contra ellos. Estuvimos a cinco minutos de ganarles.
-Lo que toca es habla del Mérida, el sábado, pero no quedan muchos días para el derbi ante el Málaga, y va a ser muy especial el ambiente en el Fernando Argüelles, ¿verdad?
-Sí, sabemos que en Antequera es un partido que se espera con mucha ilusión, muy bonito. Esperamos llegar en un buen momento para recibir al Málaga y hacer un buen partido contra ellos.
-Su estilo pasa por equipos que sean protagonistas con el balón...
-No sólo el equipo, si quieres conseguir algo en la vida hay que ir a por ello, a buscarlo. Eso le trato de transmitir a los jugadores en el campo. Ser protagonistas de lo que está pasando. Si luego espero a que sucedan las cosas y pierdo me siento con cargo de conciencia por no haber hecho lo que está en mi mano.
-Pero, ¿se puede conjugar eso ante rivales que, sobre el papel, tienen más potencial?
-Sí, es perfectamente compatible. Se puede jugar bien al fútbol sin tener a los mejores jugadores de la categoría. A día de hoy lo hemos hecho, lo planteamos así ante el Castilla, y perdimos. Tuvimos siete u ocho remates más que ellos.
-¿Qué es para usted jugar bien?
-Es que los jugadores aprendan a tomar decisiones según la oposición que nos va planteando el contrario. Si vienen a presionarme muy arriba, hasta el portero, igual el espacio está a la espalda de ellos. Si no son tan agresivos tenemos que atraerlos. Jugar bien es dominar todas las situaciones del juego. Intentar atacar bien y defender bien, como bloque y si, encima, a la gente le gusta...
-¿Qué entrenadores, con los que no haya trabajado, ve desde la distancia como referentes?
-Johann Cruyff, que siempre dijo que la vida y el fútbol es para disfrutarlo. Nunca le voy a decir a un jugador que para ganar un partido tiene que sufrir. El sufrimiento llega solo y hay que afrontarlo, pero no se puede salir así a jugar. Lo que se hace sufriendo no puede salir bien. Por eso es un referente. Cruyff transmitió ese mensaje en el fútbol español.
-¿Ha sido un esfuerzo adicional acoplar a los jugadores foráneos que tiene?
-No tanto acoplarlos, porque han puesto mucho de su parte y el único que no habla español es Dalton, que ya empieza a conocer el idioma, pero nos aportan energía y velocidad. En el fútbol necesitas calidad y velocidad, Hoy en día esta última cualidad es muy importante.
-En el club vecino, el Málaga, no se pronuncia la palabra 'ascenso' como un tabú, tras malas experiencias años anteriores. ¿Cuál es el objetivo pronunciable del Antequera esta temporada?
-El Antequera si algo no tiene es una presión detrás. Nuestro proyecto tiene ilusión, hambre y tenemos que seguir haciendo las cosas bien para crecer como equipo y como club. Cuando llegue la segunda vuelta veremos en qué disposición estamos y por qué pelearemos.
-¿Están satisfechos con la respuesta de la afición en El Maulí?
-Creo que la afición que hubo ya el año pasado no se la esperaba nadie. Esa energía se ha visto ahora. Hay mucha gente apoyando. Nos sentimos arropados y vemos que la gente de verdad disfruta con el equipo los domingos. Incluso cuando no hemos ganado. Ojalá los sigamos haciendo disfrutar.
-¿Ve la próxima temporada al Antequera en Primera RFEF?
-Me veo el sábado en Mérida, no miro más allá.
-No me resisto tampoco a dejar de preguntarle cómo ve las opciones de ascenso directo del club vecino, el Málaga.
-Creo que tienen que estar tranquilos, porque son un gran equipo, con una enorme afición detrás. Si no es este año será otro, pero volverán al lugar que les corresponde.
-¿Cruzcampo o Victoria?
-No bebo cerveza, ni alcohol, pero si hay que elegir, Cruzcampo.
-¿Por qué hay que conocer El Garrobo, su localidad?
-Si algo nos da vivir en pueblos pequeños es que no hay excusas, de cualquier lugar se puede salir y alcanzar un sueño. Allí se vive tranquilo y se disfruta de la paz, que muchas veces en la ciudad o en los grandes lugares va todo muy rápido. Soy muy feliz allí. Somos humildes y la gente deja abierta la puerta de las casas.
-¿Dónde vive?
-En Antequera. Me vine ya el año pasado. No tengo hijo, soy soltero.
-De no ser entrenador, dónde cree que estaría trabajando ahora?
-Me formé en Administración y Finanzas. Mi familia tiene una empresa y podría haber trabajado con ellos, pero me gustaba menos ese mundo de las oficinas.
-¿Tiene alguna manía?
-No, no creo mucho en las cábalas, sino en hacer las cosas bien y ser siempre el mismo, mantener la calma y la humildad, siendo muy exigente conmigo mismo.
-¿Es una persona religiosa?
-Sí, soy creyente. De la Virgen de la Estrella de mi pueblo.
-¿Qué otras aficiones tiene además del fútbol?
-Me encanta leer, sobre todo temas de psicología, liderazgo y de historia, y montar a caballo.
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