Miguel Ángel juega al fútbol desde los tres años. Es delantero y además capitán de su equipo, el CD Alhaurino alevín B. El salón de su casa está repleto de trofeos, balones y camisetas firmadas. Hoy hay una que no puede dejar de mirar: la ... de Álvaro Morata, el 7 de la Selección Española. Mientras ve la televisión, tampoco pierde de vista una estrella dorada. Es la figura que el delantero de La Roja paseó por el césped de La Cartuja tras marcar el gol decisivo en el encuentro con Suecia del pasado domingo, una celebración que iba dirigida expresamente al joven alhaurino, de 10 años. «Cuando le dedicó el gol, Miguel Ángel se emocionó mucho, no se lo podía creer», explica su madre, Lourdes, que vio el partido en directo junto al resto de la familia. «Comenzamos a recibir mensajes y llamadas de amigos y familiares, todo el mundo estaba muy contento».
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En el minuto 85, Morata marcó el único gol del partido, que acabó certificando el pase de La Roja al Mundial de Catar. Ese tanto histórico iba dirigido a alguien muy especial: el pequeño Miguel Ángel, que seguía el encuentro minuto a minuto desde su casa de Alhaurín el Grande. En plena celebración junto a sus compañeros, Morata se dirigió al banquillo y pidió a los utilleros que le entregaran una estrella que tenía guardada «por si marcaba»: era la estrella que el joven alhaurino le había entregado el día anterior en un encuentro con él y con el portero de La Roja, Unai Simón. El pequeño y su familia visitaron a estos dos jugadores de la Selección en su hotel de concentración, en Sevilla. «Estamos muy agradecidos por haberlos conocido, ha sido un gesto precioso», asegura Lourdes, que recalca que esta aventura ha sido posible gracias a la Fundación Pequeño Deseo. «Gracias a ellos hemos recibido innumerables muestras de apoyo de muchísimos jugadores».
Miguel Ángel es un apasionado del deporte, y en especial del fútbol. En abril de 2020 se le diagnosticó un tumor cerebral sin tratamiento, que no ha frenado sus ganas de seguir disfrutando de su pasión. «Aunque solo sean algunos minutos, siempre sale al campo en cada partido. Sigue jugando y disfrutando con sus compañeros», cuenta su madre.
El joven alhaurino tiene un hermano gemelo, Alejandro, y una hermana mayor, María. Los dos celebraron con gran emoción el gesto de Morata en el partido. «Su hermana, que estaba viendo el partido de España en otra casa, lo llamó enseguida por videollamada y le dijo: 'Miguel Ángel, ese gol era para ti'. «Ese día recibimos muchas videollamadas de sus amigos, todos estaban muy emocionados», recuerda su madre.
Y es que no todos sabían que Álvaro Morata conocía al pequeño: «Cuando marcó el gol y empezó a comentarse el nombre de Miguel Ángel, malagueño, muchos vecinos del pueblo y conocidos nos felicitaron, nadie se lo esperaba», cuenta Lourdes, que vuelve a recalcar su agradecimiento a la Selección y la Fundación Pequeño Deseo. «Han hecho muy feliz a Miguel Ángel, el fútbol es su vida».
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Futbolistas, delanteros, y gemelos. Morata y Miguel Ángel tienen mucho en común, como comentaron en su encuentro previo al partido. «Morata le dijo que sus hijos gemelos eran muy traviesos», bromea Lourdes.
Además de Morata, Miguel Ángel también conoció y regaló otra estrella a Unai Simón, para que tuviera un buen día en la portería. Y pasando por allí se encontró a Sarabia, que le regaló su camiseta con la que días antes marcó ante Grecia. Estas camisetas ya forman parte de su gran colección, entre las que se encuentran equipaciones firmadas por todos los jugadores del Madrid o del Málaga. Su relato ha cautivado a los integrantes de La Roja y a otros muchos jugadores de primer nivel como Marcelo, del Real Madrid, Joaquín, del Betis, y Sergio Ramos, ahora en el PSG. «Con Ramos, otro de sus jugadores favoritos, tuvo una videollamada. Esa charla le dio fuerzas para seguir cuando estaba ingresado», recuerda su madre.
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La historia de Miguel Ángel con la Selección comenzó cuando el entrenador, Luis Enrique, le mandó un mensaje de apoyo durante su estancia en el hospital. «Me han dicho que eres uno de los mejores aficionados que tenemos. Ahora me toca a mí, como entrenador, como cuando antes tú animabas, animarte a ti. Nada más salgas del hospital estás invitado a venir a vernos a la selección y te daremos una camiseta tan chula como esta que llevo, un balón firmado por todos los jugadores. Tengo muchas ganas de conocerte, verte y abrazarte. Dale un beso a tus papás. Mucho ánimo y mucha fuerza y a tope, que somos los mejores», prometió el asturiano en abril del año pasado, cuando Miguel Ángel se encontraba hospitalizado.
Ese deseo se ha cumplido, y con un premio especial: un gol dedicado que además ha permitido asegurar la presencia de La Roja en el Mundial de Catar 2022. Tras un día de emociones fuertes, Miguel Ángel ya piensa en atarse las botas de nuevo para disputar su próximo partido con el Alhaurino este fin de semana. Su luz da suerte en el campo.
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