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Juan Carlos Valldecabres
Valencia
Viernes, 13 de septiembre 2024, 14:00
Quería hablar y aclarar cuál ha sido su papel y por qué. No es la primera vez que Baraja tiene que comerse algunos marrones desde que asumió el cargo de entrenador del Valencia, pero el desagradable suceso protagonizado por Rafa Mir ha obligado al técnico ... a tener muy meditado el guion con el que compareció este viernes ante los periodistas. Sobre todo por la manera que ha tenido el club de manejar la escena (sin comparecencia pública de ningún dirigente) y tras las palabras de Pepelu en la inauguración de la tienda el martes. Baraja se aferró lógicamente al ámbito deportivo en lo que se refiere al delantero, centrándose en las horas intempestivas en las que ocurrió su encuentro con las dos jóvenes que acabaron presentando denuncia por presunta agresión sexual.
«Es importante explicar las cosas. Nuestra afición tiene que saber lo que ha pasado y la forma en que hemos reaccionado. Tiene dos momentos, cuando sucede el episodio de Rafa y el club tiene que valorar la decisión a tomar. Es una decisión de club en la que no puedo ni debo participar. Y el club decide readmitirlo. Y, a partir de ese momento, entro yo en acción a valorar la situación. La semana que viene se irá reincorporando con el grupo. Después formará parte del grupo como uno más. Ya decidiré yo si participa o no. Es muy difícil tomar una decisión salomónica que le pueda gustar a todos el mundo. Rafa habló a la plantilla y admitió que su forma de actuar no fue la adecuada. Es un acto de indisciplina y tiene que tener unas consecuencias, por él y por la salud del grupo. Esto nos da la posibilidad de que una persona se pueda equivocar. Merece una segunda oportunidad«, afirmó en un primer momento el vallisoletano.
Ha sido Baraja la segunda persona del club que ha hablado esta semana. El primero fue Pepelu como capitán, curiosamente el último de los portadores del brazalete en llegar –hace un año- a la disciplina blanquinegra. Y Baraja le ha respaldado totalmente. «Pepelu es una voz autorizada dentro del vestuario. Suscribo al cien por cien su opinión, es el sentir del vestuario. Hay determinadas cosas que no se puede hacer, no sólo por la situación deportiva –colista-, sino porque tenemos que tener unos mínimos como profesionales. Llevamos un escudo que representa a mucha gente y no podemos permitir esas cosas. Rafa es un jugador que podemos necesitar durante la temporada. Tengo que asumir que yo valoré que Rafa nos podía dar soluciones en ataque –explica sobre su fichaje-. Hay una segunda parte que es que creo en las personas y hay que darle la posibilidad de que podamos volver a confiar en él».
Por supuesto, es una incógnita saber cómo responderá no solo el público de Mestalla, sino también los aficionados de los clubes a los que el Valencia visite. Hay cierto temor a que eso también pueda afectar al resto del grupo. «Es un melón por abrir. Lo más importante en mi vida es el respeto a las personas, sea hombre y mujer. Estoy en contra de cualquier tipo de agresión física y sexual. Pero, por otro lado, hay una cuestión judicial que no podemos valorar. No soy juez, ya decidirá. En ese camino, Rafa tendrá que sobrellevar esa situación personal. Entre todos le ayudaremos».
Más comprometido se vio a Baraja cuando se le cuestionó por la estrategia que se ha seguido en el Valencia. «El club tomó la decisión. ¿Que se podía haber hecho de otra manera?... no lo sé. Se ha hecho el cauce normal ante una situación de esta dificultad. Hemos tratado de hacerlo desde el sentido común con cosas que no se pueden permitir. Aunque deportivamente te fuera bien, hay determinadas horas que no puedes estar por ahí, hay que ser profesional». Además, sobre este mismo punto, explicó: «Cuando es entrenador del Valencia siento la necesidad de explicar a nuestros aficionados, que son nuestro más valioso tesoro. El club ha hecho los cauces apropiados, comunicarla y ahora tengo que explicar cuál ha sido el proceso y la situación deportiva. Me siento en la necesidad de explicarlo. No le puedes gustar a todo el mundo».
El único momento en el que elevó el tono es cuando se apuntó al vestuario y a la juventud del mismo, en referencia a si se frecuenta o no la noche más de lo que en ciertos momentos se puede considerar 'normal'. Ahí endureció el rostro Baraja. «Es evidente que el episodio que ha sucedido puede hacer pensar a los aficionados que este equipo no es profesional. Me niego a darle pábulo a estas situaciones. Me niego a pensar que este equipo no es profesional. Me cansa muchísimo que se ponga en duda la profesionalidad de este equipo y de los jugadores».
Opina el técnico que el Valencia va ahora cuesta arriba, no solo por lo que ha pasado con Rafa Mir, sino por la propia clasificación y con el temor a que otra derrota afecte al ánimo del vestuario. «Es importante en momentos de dificultad estar juntos y cerrar filas. Si estamos concentrados y no en el ruido lógico y normal, si somos capaces de competir... Hay que saber competir, cuando viene viento en contra hay que intentar cambiarlo. Necesitamos sumar y mejorar nuestros registros».
Dio alguna pincelada del Atlético y de su tremendo potencial, pero también habló de nombres propios. En especial de Javi Guerra, para quien el partido del domingo será un tanto especial dado que estuvo a punto en este mercado de verano de pasar a vestir la camiseta rojiblanca. Eso, unido a que no se ha ganado con contundencia la titularidad en el Valencia, llevó a Baraja ha dedicarle unas palabras un tanto críticas. «Tiene que consolidar más su juego, tiene que exigirse mucho más y en eso estamos. Que asuma esa responsabilidad».
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