La Policía identifica al responsable de los insultos racistas a Nico Williams y LaLiga lo denunciará ante la Fiscalía

El peso de la ley caerá sobre él. LaLiga ha anunciado que denunciará el caso ante el Fiscal Delegado de delitos de Odio de Madrid y que, por tanto, el identificado se tendrá que presentar ante un juez.

LaLiga ya actuó como acusación particular en los insultos que recibió Iñaki Williams en enero de 2020 en el campo del Espanyol. Como le ha sucedido a su hermano en el Metropolitano, recibió gritos de 'uh, uh, uh'.

Fue el primer caso que acabó en causa penal por racismo en el fútbol en España. La Fiscalía y LaLiga pidieron dos años de condena, una multa económica, la prohibición de acceso a los estadios de fútbol durante cinco años y la prohibición de acercarse a la víctima. Williams aseguró sentirse «humillado» por los insultos racistas que recibió cuando abandonaba el campo de juego. La sentencia aún no se ha dictado.

Las similitudes con aquel caso son enormes (también gritos de uh, uh, uh cuando el jugador se acercaba a una zona de la grada), por lo que no hay que descartar que la petición de pena para el identificado, si finalmente es acusado formalmente, sea en torno a dos años.

El A

El árbitro, Martínez Munuera, no aclara en su acta el número de personas que lanzaron los gritos racistas, pero reafirma la versión del rojiblanco de que escuchó la onomatopeya del mono. «En el minuto 36 de partido aproximadamente, cuando el juego se debía reanudar con saque de esquina a favor del Athletic, se escuchó desde la grada fondo sur un sonido imitando a un mono 'uh, uh', siendo escuchado por el árbitro asistente número 1 al mismo tiempo que el dorsal número once del Athletic, Nicolas Williams», escribió el colegiado valenciano.

La expedición rojiblanca se muestra además muy satisfecha con la aplicación del protocolo por parte de Martínez Munuera. «El árbitro ha estado muy bien», le felicitó Iñaki Williams. El atacante también le elogió. «Me ha intentado tranquilizar», indicó.

El Atlético de Madrid se mantiene en contacto permanente con la Policía. El club está a la espera de que le indiquen la identidad de la personas a la que se acusa de los insultos. Los colchoneros ya han deslizado que en el caso de que esa socio, hipótesis con la que trabajan en este momento, se le dará de baja de forma inmediata. De forma cautelar al principio y definitiva si hay una condena sobre él.

El colegiado aplicó al dedillo el protocolo antirracismo. Paró el partido, habló con el delegado e hizo anunciar por la megafonía del estadio la prohibición de lanzar insultos y expresiones «ofensivas». Solo después reanudó el partido.

No hubo más insultos racistas. Pero, ¿qué hubiera pasado si se hubieran reproducido? El asunto está reglamentado. De haberse repetido habría debido ordenar la entrada de los jugadores en los vestuarios y una nueva repetición por megafonía de los mensajes antirracismo. Un tercer ataque tras reanudar el choque habría supuesto su definitiva suspensión.