El Barça saca las garras ante Pumas

Pruebas sí, pero las justas. Así se tomó Xavi el Joan Gamper frente a Pumas. El catalán dejó atrás el carrusel de pruebas de la gira norteamericana y puso sobre el tapete un once claramente reconocible, una alineación que el aficionado azulgrana ya puede empezar a recitar de memoria, al menos del medio campo en adelante. Y es que es en defensa donde todavía le bailan nombres a este Barça. Sergi Roberto jugó en el lateral diestro, Eric fue central junto a Araujo y Balde ensayó en el lateral zurdo. Todos al servicio de los Busquets, Pedri, Gavi, Raphinha, Dembélé y Lewandowski, jugadores que han llegado en la pole al final de la pretemporada.

Con este once comenzó un partido en el que el Barça trató de dejar claro desde el minuto uno que quería dejar buenas sensaciones antes de empezar la temporada de forma oficial. Los de Xavi salieron con todas las señas de identidad del de Tarrasa. Presión alta, circulación rápida y, ahora sí, talento de cara a portería. Eso es lo que tiene este equipo que en apenas nueve minutos había matado el Gamper con tres zarpazos. Lewandowski acabó con su sequía, si se puede llamar así, al recibir un pase filtrado, driblar al meta rival y, casi sin ángulo, abrir el choque en apenas 155 segundos.

El polaco descorchó el champán y los brindis no pararon de sucederse uno tras otro. Lewandowski, otra vez protagonista, puso a Pedri solo ante Julio González y el canario no perdonó. Acto seguido Dembélé demostró una vez más que su sociedad con Raphinha parece ilimitada al completar con un derechazo una jugada del brasileño y de nuevo Pedri cerró el póker tras una jugada asociativa. Fue una evidencia del momento de forma que atraviesan los de Xavi y también de la fragilidad de Pumas. Los mexicanos fueron devastados y se dedicaron a cerrar la hemorragia hasta el descanso.

Tras la reanudación, Xavi tiró de fondo de armario, y de eso el Barça este año tiene mucho. El técnico dio entrada a jugadores como Kessié, Aubameyang, Ansu Fati o Frenkie de Jong, futbolistas de primer nivel que tienen que ganarse un puesto y que devolvieron el hambre a un equipo que acabó saciado la primera mitad. Los tres primeros se asociaron a las primeras de cambio y el gabonés remachó el quinto nada más salir de vestuarios. Otros cromos, mismo guion. Los culés seguían con el 4-3-3 por bandera, con Lewandowski, muy activo todo el choque, como punta de lanza y con un ritmo vertiginoso, impropio de un amistoso. Era una oportunidad de mandar un mensaje, 'el Barça está de vuelta'.

Ese lema resonó en el Camp Nou, que sabe que algo está cambiando. En un año se ha pasado de la deriva a la fe absoluta. Ante Pumas se pudo ver un equipo que cree en el modelo de Xavi, que buscó el sexto hasta que lo encontró en los pies de Frenkie de Jong y que tiene además una chispa extra de velocidad que antes no tenía. Lewandowski, Raphinha, Kessié y Koundé, que debutó en la última media hora, se han adaptado rápidamente al Barça y el estado de euforia se ha desatado.

Fue un partido emotivo también por el regreso de Dani Alves. El brasileño tuvo un homenaje antes del comienzo del choque al ser presentado por la megafonía y al recibir una placa honorífica y una camiseta del club con el dorsal 431 en alusión al número de encuentros que ha jugado con la camiseta del Barça. El hoy futbolista de Pumas es el segundo con más partidos con la elástica culé y eso pesa en un estadio que le demostró su cariño antes, durante y después, cuando fue sustituido a falta de media hora.