Ter Stegen vuela alto en el templo de Iribar

Tendrá que hacerlo sin bajas importantes. Además del sancionado Jordi Alba, sin recambio natural en el lateral izquierdo y clave por sus características ofensivas, tampoco podrá jugar Arthur, quien estará casi un mes de baja por una lesión muscular sufrida en el clásico copero. El brasileño, un clon del Xavi de sus inicios, se había ganado una plaza en el once titular de los grandes partidos, como el de Bilbao. También siguen en la enfermería Umtiti, aunque ya se entrena con el grupo, Rafinha y Cillessen.

La buena noticia es el regreso de Dembélé tras 20 días de baja. Sufrió un esguince de tobillo en su mejor momento e intentará mantener ese nivel en su regreso. La incógnita por la titularidad de Messi debido a las molestias musculares derivadas del golpe sufrido ante el Valencia se mantendrá hasta el final.

«Cualquier partido en San Mamés es complicado, y el de mañana (por este domingo) mucho más porque es el que nos esperamos. Sabemos cómo juega el Athletic, todos los partidos que ha tenido que jugar allí el Barça siempre han sido complicados, difíciles, con una gran presión ambiental. El campo estará lleno, la gente apretará mucho. El Athletic intenta que no salgas de tu campo, ejerce una presión alta. Y nos dificultará el juego. Será un partido bonito, con mucha miga. Y uno de los más difíciles que nos quedan esta temporada, es fundamental para nosotros», explicó Valverde.

En el Athletic es baja el sancionado Capa, que estaba jugando de lateral derecho titular, por lo que De Marcos, autor del gol en el 1-1 del Camp Nou en esta misma Liga, retrasará la posición de interior que estaba llevando a cabo desde que llegó Gaizka Garitano al banquillo. Raúl García, Susaeta o Ibai Gómez entrarán por delante. Sigue de baja el lesionado Aduriz, aunque Williams, nombrado mejor jugador de la Liga en enero, está asumiendo la responsabilidad de gol.

Aunque el equipo vasco llega de perder en el derbi ante la Real, su línea es ascendente y venció en San Mamés en sus dos útimos partidos como local ante Betis y Sevilla sin encajar goles.

Desde Canaletas a Mönchengladbach, desde Las Ramblas hasta el propio San Mamés, el barcelonismo ha comenzado ya el proceso de canonización para Marc-André

Anda atascado el conjunto azulgrana que pasa un bache de resultados importante. El

Aunque la historia más reciente nos cuenta que San Mamés ha sido un buen campo para el Barcelona, no es menos cierto que los duelos entre Athletic y Barça han exigido lo mejor del conjunto de Valverde.

El hecho de caer ante la Real Sociedad, obligaba al cuadro vasco a buscar la sorpresa desde el inicio del choque. Yuri avisaba en los primeros minutos, pero las ocasiones más claras para los locales estaban por llegar. Ter Stegen quedaba inmortalizado con una parada antológica a Susaeta que ya celebraba el primer gol.

El cancerbero alemán volvía a salir en la foto del partido minutos después cuando el Athletic se había volcado a tumba abierta en la portería azulgrana. Raúl García se inventaba un remate acrobático ante el que volvía a responder Ter Stegen para suerte de los suyos.

El Barça parecía no enterarse de que el choque había empezado y necesitó de su particular santo bajo palos para reaccionar. Casi se consumía la primera mitad cuando comenzó a mostrar algo de su fútbol. Messi, pese a no estar del todo bien, buscaba con más ahínco que acierto la portería de Herrerín.

Sabía el Barcelona de la necesidad de sumar de tres en tres tras el último pinchazo y el resultado del derbi madrileño. El Madrid no quiere descolgarse de la lucha por la Liga y la reacción culé debía llegar en San Mamés. Pero este equipo no termina de rodar y su juego dista mucho de lo que el calendario le va a exigir en semanas venideras.

Ya no son las sensaciones que deja el equipo, porque por todos es conocido que estos bajones son muy típicos en los conjuntos en algún momento de la temporada. Pero al Barça le costó un mundo acercarse a la portería de Herrerín. A saber, el partido entraba en su último cuarto de hora y el equipo de Valverde apenas había logrado tirar una única vez entre los tres palos de la portería rival.

De hecho, la intensidad que se palpaba sobre el verde no se transformaba en ocasiones, ni para uno ni para otro equipo. Aunque volvía a avisar el Athletic pasada la hora de choque con una buena contra que no pudo finalizar San José pese a que su disparo pasó rozando el poste defendido por Ter Stegen.

Un portero que alcanzaría definitivamente los altares del barcelonismo al evitar la derrota en el tramo final del duelo. Williams se llevaría las manos a la cara tras el segundo paredón de la noche. Corría el minuto 82 y el Barça andaba corto de ideas y fuelle, y el alemán volvió a aparecer para recordarle a los suyos que los porteros también ganan puntos y evitan derrotas que a la postre pueden ser definitivas para revalidar o no títulos.