La lesión de Ansu Fati se complica

Ansu Fati había irrumpido en la élite del fútbol superando todo tipo de récords de precocidad desde que debutó en el equipo azulgrana con 16 años de la mano de Ernesto Valverde y con 17 en La Roja de Luis Enrique. Nacido en Guinea-Bisau, pero criado en Sevilla y formado en la cantera del Barça desde niño, se había convertido en la sensación del fútbol español y en la esperanza de un Barça necesitado de nuevos ídolos. Pero el 7 de noviembre se lesionó en el Camp Nou tras una desafortunada entrada del central bético Mandi y dos días después fue operado del menisco interno de la rodilla izquierda. Precisamente se optó por una intervención conservadora, que consistió en suturar el menisco, y no en una más agresiva, extirparlo, pensando más en el futuro que en el presente.

Con la segunda hubiese reaparecido en un mes, pero poniendo en riesgo su carrera. En cambio, se le diagnosticaron unos cuatro meses de baja que deberían cumplirse el 9 de marzo, pero hace días que se le tendría que haber visto ya por el césped avanzando en su recuperación, y no ha sido el caso. Se sospechaba que algo no funcionaba bien y finalmente algunos medios de comunicación han podido averiguar el paso atrás de Ansu Fati en su rehabilitación.

Las mismas fuentes precisan que el joven jugador se ha derrumbado anímicamente mientras intenta asimilar la mala noticia. El doctor que le operó, Ramón Cugat, es un prestigioso traumatólogo externo del club al que acuden gran cantidad de futbolistas de todo el mundo por su experiencia en los quirófanos. Curiosamente, en las últimas semanas ha sido noticia porque se ha sumado a la candidatura de Víctor Font a la presidencia del Barcelona.