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JESÚS BALLESTEROS
Domingo, 27 de noviembre 2016, 00:26
Seis años, seis, lleva el Barça sin ganar en Anoeta, con cinco derrotas y un empate que fue un KO porque el equipo azulgrana ganaba 0-2. Desde que la Real Sociedad regresó a Primera División en la temporada 2010-11, ni la excelencia de Pep Guardiola, el romanticismo del tristemente fallecido Tito Vilanova, el pragmatismo del Tata Martino o el giro de tuerca de Luis Enrique han servido para que un equipo campeón de todo durante ese período regresara victorioso de San Sebastián. En un momento en el que la 'Messidependencia' centra el debate resulta que Messi estuvo presente en esas seis visitas, jugando cuatro veces de titular los 90 minutos y en dos entrando desde el banquillo para arreglar el desaguisado sin éxito. Pues nada, ni con el mejor del mundo. Anoeta plantea enigmas indescifrables para el Barça.
Un 2-1 en la temporada 2010-11, 2-2 en la 2011-12, 3-2 en la 2012-13, 3-1 en la 2013-14, 1-0 en la 2014-15 y 1-0 en la 2015-16. Y 1-1 en la Copa 2013-14, aunque aquel empate sí fue una victoria porque el Barça pasó a la final. Con esos precedentes, repletos de momentos surrealistas como los goles en propia puerta de Mascherano, Song y Jordi Alba o una asistencia de Villa a Agirretxe desde su casa, el Barça no puede ser optimista en un estadio que se le da peor que el Santiago Bernabéu, el Etihad Stadium, el Parque de los Príncipes, Wembley, el Vicente Calderón, San Mamés y cualquier otro escenario con el que se quiera comparar.
Si el equipo de Luis Enrique hubiese hecho los deberes en el principio de curso, hasta se podría haber tomar el partido con cierta resignación, como admitiendo un gafe insuperable, la derrota imposible de interpretar de cada año ante una Real Sociedad que ya afronta esos partidos totalmente crecida, intensa y sabiéndose gigantesca por un día para el Barça. Pero no es el caso. El equipo azulgrana se ha dejado puntos absurdos por el camino, especialmente tres ante el Alavés (1-2) y dos contra el Málaga (0-0), que convierten este encuentro en una final. A siete puntos del Madrid, una derrota convertiría el clásico del próximo fin de semana en el Camp Nou en un todo o nada por el título de Liga. La presión en Anoeta es enorme.
El Barça rinde bien a domicilio, con victorias en Bilbao, Valencia y Sevilla y una derrota en otra plaza que no se le da bien como Vigo. Pero la Real Sociedad también está muy fuerte en Anoeta, donde lleva cuatro victorias consecutivas, el mismo número de triunfos que encadena ahora desde que cayó en San Mamés. Quinto clasificado, en caso de victoria se colocaría a un punto del Barça, señal de su gran temporada.
Luis Enrique no podrá contar con los lesionados Iniesta, Umtiti y Mathieu. Además, Arda Turan es baja por gripe y Aleix Vidal tiene un misterioso permiso del técnico para ausentarse unos días. El central Marlon y el centrocampista Aleñá, ambos del filial, entran en la lista. Eusebio tiene las bajas de Markel Bergara, Gaztañaga y Rubén Pardo también por lesión.
El técnico asturiano tiene claro que el mejor remedio para superar el gafe de Anoeta es no hablar de él: «El pasado no me importa. Me da igual lo que ha paado los últimos años en Anoeta. Nos vamos a encontrar a una gran Real Sociedad y no conozco ningún estadio de Primera en el que sea sencillo ganar». Y garantizó que jugará Neymar pese a que si ve una amarilla será baja en el clásico: «¿Estás de broma? Sólo existe un partido, el de Anoeta. Claro que jugará». Eusebio, por su parte, exentrenador del filial del Barça a quien le siempre le dolió que no se le tuviera en cuenta para las quinielas del primer equipo, también explicó: «El pasado no nos sirve. Con las estadísticas no se gana. Hay que concentrarse sólo en este partido ante un Barça que querrá dar la vuelta a esos resultados en Anoeta».
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