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Zinedine Zidane durante uno de sus primeras sesiones como entrenador blanco.
Zidane ya se fue cabizbajo ante Víctor
Primera división | JORNADA 19

Zidane ya se fue cabizbajo ante Víctor

Aunque enamoró al Bernabéu ante el Depor en un duelo para arrancar el año en 2002, la final copera aún perdura en el recuerdo del blanquiazul

Daniel Cabornero

Viernes, 8 de enero 2016, 02:28

Después del alboroto generado la última semana en el Real Madrid, Zinedine Zidane debutará este sábado como primer entrenador blanco, durante la visita del Deportivo de La Coruña al Santiago Bernabéu para la 19ª jornada de Primera División, la que cierra la primera vuelta del campeonato. En el banquillo visitante se sentará el madrileño y exjugador madridista Víctor Sánchez del Amo, cuya travesía en su nueva etapa profesional se asemeja en cierto modo a la de 'Zizou'. Ambos conocedores por dentro del club para el que trabajan, y además asumiendo papeles complicados para sustituir a los criticados predecesores en sus cargos. Es decir, Víctor también fue reclutado como 'bombero' a mitad de campaña.

Y tanto Zinedine como Víctor encadenan un similar bagaje cuando se miran sus respectivos enfrentamientos con Deportivo y Real Madrid en sus épocas de futbolista. El nuevo técnico madridista jugó ante los gallegos un total de once ocasiones, la primera de ellas militando aún en la Juventus de Turín, en la que fue expulsado por agredir a Emerson y le costó no poder disputar la Champions en sus primeros meses con el Real Madrid, y la otra decena ya como referente 'galáctico' de un Santiago Bernabéu que se volverá a llenar para verle, esta vez en la banda. Las estadísticas no fueron del todo bien para un Zidane que ganó cuatro de esos partidos, empató dos y perdió cinco; con 12 goles en contra de su equipo y 12 tantos a favor, y solo dos marcados por él.

Sin embargo, la primera de esas dos dianas ante los coruñeses todavía es recordada como una de las más bellas que el galo anotó con la camiseta merengue. Fue el 5 de enero de 2002, una noche de Reyes en la que el Real Madrid terminaría venciendo por 3-1 frente a uno de los equipos por entonces aspirantes al título. El acierto de Zidane devolvió la ventaja al Madrid después de que Roy Makaay hubiese igualado el tanto inicial de Fernando Morientes.

Psicología y diplomacia

  • Habrá que ver cómo funciona Zidane, al que analizan varios técnicos de prestigio a nivel europeo. Todos creen que deberá tener ciertas dosis de psicología, mucha diplomacia y unos nervios de acero para triunfar en el banquillo. «El entrenador debe hacer comprender que en su grupo todo el mundo contribuye al éxito, pero que el equipo necesita un equilibrio», explicó su compatriota Gerard Houllier.

  • «Hace falta un técnico experto, pero también capaz de entrar en la cabeza de los jugadores para obtener lo mejor de ellos», ahondó el italiano Marcello Lippi, antiguo entrenador de Zidane en la Juventus, en 'La Gazzetta dello Sport'. «Algunos son excelentes en la metodología, pero les cuesta comprender a los jugadores y adaptarse a su juego. Otros son menos 'científicos', pero comprenden todo porque tienen la sabiduría para elegir a los jugadores que necesitan», añadió.

  • Otros, como el alemán Ottmar Hitzfeld, consideran «una locura» su nombramiento. «Aún no ha probado nada como entrenador y desde ahora en adelante estará al cargo de las más grandes estrellas del mundo», aseguró el exseleccionador suizo en el periódico helvético 'Blick'. Ante el Deportivo empieza su gran reto de Zidane.

Corría el minuto 9 de partido cuando 'Zizou' recogió el balón en la corona del área rival, desde el costado izquierdo del ataque y batió al portero deportivista Molina tras una oportuna maniobra ante el central Héctor, a quien había regateado pisando rápido tres veces la pelota con la planta del pie. Ya en la segunda parte, Raúl sentenciaría la victoria local para desesperación del técnico blanquiazul Jabo Irureta.

El inesperado 'Centenariazo'

Víctor fue testigo de excepción sobre el césped de aquella jugada, vengada un par de meses más tarde con el 'Centenariazo' en la final de la Copa del Rey. Ese triunfo del 6 de marzo de 2002 fue uno de los cuatro cosechados ante los blancos en su etapa como jugador en activo, quizá el más recordado por todos los aficionados blanquiazules, que han vuelto a recuperar la ilusión con la llegada del ex futbolista al banquillo herculino. A nivel global, Víctor empató tres veces y perdió cinco encuentros; el balance acumulado muestra 20 goles en contra de su equipo y 15 a favor, y solo uno que llevase su firma. Cifras parejas en un período liguero en el que Real Madrid y Deportivo peleaban codo con codo para casi cada torneo.

Ahora la situación es distinta, con el conjunto blanco intentando superar el mal trago navideño que supuso la reciente destitución de Rafa Benítez, pero con un potencial en el once titular y en la formación suplente que en ocasiones es la envidia de medio planeta futbolístico. Envidia al menos para Víctor, que más de una vez ha elogiado las virtudes de su inminente rival, si bien se ha postulado favorablemente al estilo de un Benítez ahora olvidado. Y es que Zidane llegó como un auténtico Rey Mago a su primer entrenamiento como principal responsable de las riendas madridistas.

Cerca de 6.000 aficionados se acercaron el pasado martes a la Ciudad Deportiva de Valdebebas para presenciar los primeros ejercicios con el francés como mandamás. Carácter, disciplina y buen fútbol, aunque ahora con más afabilidad, es lo que desean en las gradas del Bernabéu, acostumbradas a un manjar que a principios de este siglo XXI servía 'Zizou' dentro del campo. Desde el banquillo podría salirle bien la faena a Florentino, un presidente cada vez más puesto en entredicho por diversos sectores de su afición.

De nuevo con el roscón en plena garganta, de nuevo con el Deportivo como adversario, de nuevo el Bernabéu como exigente juez para su equipo, de nuevo en el último compromiso de la primera vuelta y de nuevo con Zinedine Zidane midiéndose a Víctor Sánchez del Amo. Han pasado 14 años pero el cíclico mundo del balompié pone de nuevo a madrileños y gallegos cara a cara en busca de sus objetivos, que para los blanquiazules ahora es la salvación pero con aires de recuperar las ganas de marcha contra los 'grandes'.

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