Benítez regresó con mano dura

Tras disfrutar del descanso navideño junto a su mujer y sus hijas en su casa de Wirral, una pequeña península muy próxima a Liverpool, Rafa Benítez ha regresado con mano dura, sin concesiones a su plantilla. Sabe que las encuestas y rumores sobre su futuro se han desatado en las últimas fechas y ahora más que nunca piensa ser fiel a los principios de la disciplina, el rigor y el trabajo.

El preparador madrileño no es ajeno a las informaciones que apuntaban primero a José Mourinho como su relevo inmediato y ahora se decantan por Zinedine Zidane, actual entrenador del Castilla, para sucederle. Pero todavía cree que le pueden salvar los resultados, ya que el calendario a corto plazo del Real Madrid se antoja asequible.

Aunque algunos jugadores aterrizaron fatigados y con jet lag, tras seis días de vacaciones después de esa extraña goleada ante un Rayo Vallecano en franca inferioridad por dos expulsiones, se encontraron con una jornada de reclusión en Valdebebas: doble sesión de trabajo, almuerzo de la plantilla en la Ciudad Deportiva y control de peso para comprobar si los jugadores se han excedido con la comida y la bebida en este período festivo. El que no haya cumplido con las recomendaciones del cuerpo técnico, será castigado con la grada o el banquillo en el próximo partido. Habrá que ver, no obstante, si esta medida se lleva a cabo si el afectado es alguno de los galácticos.

Esta actitud de Benítez, idolatrado en Liverpool y muy cuestionado en Madrid, supone guiño hacia Florentino Pérez, quien culpa indirectamente a los jugadores de lo que ocurre por afrontar algunos partidos con desidia y no obedecer a las exigencias tácticas y físicas de su entrenador. Rafa volvió al trabajo sin querer cometer el mismo error que, a ojos del presidente, condenó a Carlo Ancelotti cuando, tras el 4-0 liguero sufrido en el Calderón, concedió a su plantilla un día de descanso.

Tras el parón de Navidad, el conjunto blanco volvió con fuerza para preparar el choque contra la Real Sociedad del miércoles, a partir de las cuatro de la tarde. La principal novedad fue la incorporación al grupo del francés Raphael Varane. Además, los futbolistas del Castilla Llorente, Mayoral y Odegaard se ejercitaron junto al primer equipo. Por su parte, Carvajal se entrenó en solitario sobre el césped con y sin balón.

Según informa el club a través de la web, el trabajo con balón a gran intensidad protagonizó una primera sesión en la que los blancos llevaron a cabo diferentes ejercicios de posesión y presión, jugadas de ataque-defensa y un exigente partido en un campo de reducidas dimensiones.

Kroos y Ramos, dudas ante la Real

El alemán Toni Kroos se retiró a los 15 minutos aún con molestias a consecuencia del fuerte golpe sufrido en el partido frente al equipo franjirrojo. Sergio Ramos trabajó en el interior de las instalaciones para continuar tratándose de una dolencia muscular en la pierna derecha, sufrida en el mismo encuentro. El concurso de ambos está en duda ante el conjunto que dirige Eusebio Sacristán.

Eliminado de la Copa del Rey, aunque está a la espera de que este lunes resuelva el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) sobre la alineación indebida del ruso Denis Cheryshev en el Ramón de Carranza de Cádiz, el Real Madrid jugará de aquí a final de enero seis partidos, todos ellos de Liga. Y cuatro de ellos son en casa: el 30 de diciembre ante la Real, el 9 de enero contra el Deportivo, el 17 ante el Sporting y, seguramente el 31, frente al Espanyol.

Lejos de casa, tiene que visitar al Valencia de Gary Neville, el día 3, y al Betis, el 24. Benítez tiene contrato hasta 2018, pero se mueve en el alambre. Su reto, a corto plazo, es llegar con el mejor aval de los buenos resultados al choque del 17 de febrero en el Olímpico de Roma, correspondiente a la ida de octavos de final de la Liga de Campeones.