Sergio Ramos se lamenta tras un partido ante el Barça.
Primera división

El Real Madrid cierra su 'annus horribilis' entre interrogantes

Del 4-0 del Calderón al 0-4 del Barça en el Bernabéu y las dudas con Benítez, pasando por la salida de Casillas, el no fichaje de De Gea y los casos de Benzema y Cheryshev

Antonio Llinares

Jueves, 24 de diciembre 2015, 01:41

El Barcelona levantó el Mundial de Clubes en Japón y lucirá en su camiseta el parche de campeón del mundo de la FIFA. Aquel escudo resultó un punto de inflexión en el Real Madrid, más que el famoso «contigo empezó todo» de Gerard Piqué en la celebración del triplete culé en el Camp Nou. El club presidido por Florentino Pérez cerró 2014 levantando en Marrakech el trofeo que ponía el broche a un año protagonizado por la 'décima' y por el récord de 22 victorias seguidas del ya lejano equipo de Carlo Ancelotti. La racha se rompió en el primer partido de 2015, en Mestalla. A aquel encuentro le siguió un desplome en la Liga con derrotas señaladas como el 4-0 en el Vicente Calderón -a la que siguió la famosa fiesta del cumpleaños de Cristiano Ronaldo con Kevin Roldan- o el 2-1 en el Camp Nou.

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En las otras competiciones la historia no fue diferente: eliminados en cuartos de la Copa del Rey ante un muy superior Atlético de Madrid con dos goles del 'recién llegado' (en su segunda etapa) Fernando Torres en el Bernabéu. En la Liga de Campeones avanzaron en octavos ante el Schalke 04 con una humillante derrota en el feudo madridista por 3-4 (en la ida ganaron 0-2) pero en semifinales se cruzaron dos viejos conocidos: la Juventus y Álvaro Morata, que marcó en ambos partidos y acabó con el sueño de la 'undécima'.

La salida de Ancelotti fue el primer gran movimiento del club de Chamartín en verano. Su sustituto, un madridista reconocido y campeón de Europa: Rafa Benítez, que incluso lloró en su presentación. Pero el técnico madrileño no termina de agradar a la parroquia merengue por su propuesta de fútbol conservadora y su futuro está en el aire. Regresaron canteranos como Lucas Vázquez, Kiko Casilla y Denis Cheryshev (que sería protagonista sin saberlo al final del año) y se incorporaron Danilo y Mateo Kovacic para suplir las salidas de Sami Khedira, Asier Illarramendi, Chicharito y Fabio Coentrao.

Pero la marcha más importante -y más deseada por un sector de la afición blanca- fue la del capitán Iker Casillas, que puso fin a 16 temporadas de blanco y se marchó al Oporto. Como con otras leyendas del club, su despedida no fue la soñada, pero en el caso del de Móstoles los acontecimientos se precipitaron tanto que primero fue el propio portero el que dijo adiós solo y entre lágrimas: «Por encima de recordarme como un buen o mal portero, sólo espero que se me recuerde por ser una buena persona». Al día siguiente el club rectificó y organizó un acto para decirle adiós con Florentino Pérez a la cabeza: «Iker nos deja porque ese fue su deseo. Nadie del Real Madrid le ha pedido que abandonase el club». También estuvo cerca de marcharse Sergio Ramos, con una mareante oferta del Manchester United, pero finalmente el sevillano renovó su contrato.

Otro episodio que será muy recordado ocurrió el 31 de agosto. Se cerraba el mercado de fichajes y Florentino estaba cerca de atar a su galáctico de este año tras otro largo culebrón. David de Gea iba a convertirse en el nuevo portero blanco y Keylor Navas pondría rumbo al Manchester United, pero la inscripción del toledano llegó unos minutos tarde a la sede de la LFP. El portero costarricense ocupó el puesto de Casillas y comenzó con grandes intervenciones con las que fue aplaudido más en dos meses que su antecesor en dos años. Pero ante rivales serios la solidez del proyecto de Benítez comenzó a resquebrajarse. Solo dos triunfos antes equipos de entidad (Athletic y París Saint-Germain) y derrotas en Sevilla, Villarreal y sobre todo el 0-4 del Barcelona en el Bernabéu con pañolada y gritos de «Florentino dimisión».

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Alineación indebida

Otro de los protagonistas del año fue Karim Benzema y el supuesto chantaje al que su compatriota Mathieu Valbuena fue sometido para que no se difundiera un vídeo sexual en el que aparecía el centrocampista galo. Benzema mantuvo una conversación con Valbuena para convencerle de que pagara lo que le exigían los extorsionadores y el juez le imputó por asociación de malhechores y supuesto chantaje. Ahora está apartado de la selección francesa y peligra su presencia en la próxima Eurocopa.

El último episodio del bochornoso 2015 para el Real Madrid iba a ser el más sorprendente. En la ida de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Cádiz, el conjunto blanco alineó en el Ramón de Carranza a Denis Cheryshev, que arrastraba una sanción de la temporada pasada (disputo las semifinales con su anterior equipo, el Villarreal, y vio la tercera amarilla del ciclo). El club recurrió pero produjo la eliminación copera, aunque el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) aún debe fallar sobre el fondo del asunto «No hemos estado a la altura», decía Florentino.

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La clasificación para octavos de final de la 'Champions' como primero de grupo parece la única buena noticia en la entidad blanca (su rival será la Roma), que termina el año con rumores sobre posibles sustitutos de Benítez en el banquillo como Zinedine Zidane o el regreso de José Mourinho (despedido en el Chelsea). Con el entrenador en la cuerda floja, el futuro de jugadores como Benzema en entredicho y con el presidente más cuestionado que nunca, el Madrid cierra un año horrible; y abrirá 2016 entre interrogantes.

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