El Sevilla y la Europa League, un matrimonio sin fisuras

El escenario no podía ser más duro. El Teatro de los Sueños, abarrotado de seguidores de los diablos rojos, verdugos particulares de dos españoles esta temporada, y con el objetivo de hacer lo propio con el Sevilla. El encuentro se puso cuesta arriba con dos zarpazos de Marcel Sabizter en apenas 20 minutos, pero el rey de la Europa League no se desesperó.

Pese a la desventaja en el marcador y la superioridad manifiesta del Manchester United, el Sevilla nunca se fue del partido. Los 'red devils' no terminaban de liquidar la eliminatoria, y eso ante los sevillistas se paga caro.

Fieles al lema del himno de su centenario, el Sevilla «nunca se rinde», lo cierto es que los hispalenses no anotaron ningún gol. Los cuatro tantos fueron por obra y gracia de los diablos rojos, dos a favor y dos en propia meta. Sea como fuere, Mendilibar sacó toda la artillería del banquillo. Dio entrada a Jesús Navas, Suso y En-Nesyri, que entre los tres suman cinco trofeos de la Europa League, y los milagros comenzaron a sucederse.

Los sevillistas dieron un giro de 180 grados al encuentro en el tramo final con los autogoles de Malacia y Maguire, dejando claro que no se les puede dejar moribundos en esta competición, porque buscarán la manera de levantarse.

«El Sevilla en esta competición tiene alma. Algo especial que hace que se le respete», señaló Mendilibar tras la remontada. El técnico vasco, que apenas lleva tres partidos al frente del Sevilla, ya ha vivido de primera mano lo que es capaz de hacer el conjunto hispalense en las grandes noches europeas.

El Sevilla sufre una transformación innata cuando suena el himno de la Europa League, algo que contrasta con su pobre camino liguero hasta la fecha. Hasta la llegada de Mendilibar, los sevillistas han estado coqueteando con el descenso tras haber estado peleando por la Liga hace dos campañas.

Pero cuando llegan las grandes noches europeas, el Sevilla deja a un lado cualquier momento de forma que atraviese en el torneo de la regularidad para sacar a relucir una capacidad competitiva sorprendente. Un paralelismo con el Madrid en Champions. Sin la necesidad de jugar bien o sin ser superiores a sus rivales, sus místicas innatas consiguen que saquen adelante los partidos como sea.

En Sevilla sueñan ya con la séptima. El Manchester visitará el Sánchez Pizjuán en cuadro, con las bajas sensibles de Rashford, Varane, Lisandro y Bruno Fernandes. Con la reacción en Old Trafford, los pupilos de Mendilibar se llenan de razones para sumar una nueva Europa League a sus vitrinas y continuar con ese feliz matrimonio entre ambos.