La final soñada del Athletic empieza en Roma

La liguilla de la Europa League queda ya muy lejana. El Athletic culminó un camino casi inmaculado y se consolidó como uno de los principales aspirantes a estar el 21 de mayo en la soñada final de San Mamés, pero ahora empieza la competición en su máxima expresión. Un error, un parpadeo en el momento inadecuado, y el fantasma de la eliminación viene a visitarte. El equipo bilbaíno aterrizó este miércoles en Roma cargado de ilusión y convencido al cien por cien en el modelo de juego que ha desarrollado Ernesto Valverde y que le ha traído hasta aquí, hasta la ronda de octavos. A pesar de la injusta derrota del sábado ante el Atlético, la tarjeta de presentación de los vizcaínos en el Olímpico roza el sobresaliente: cuartos en la Liga, anclados en el ansiado territorio Champions, y un solo lunar en el Viejo Continente, el de una tarde de desconexión en Estambul frente al Besiktas.

Ambas escuadras ya se han visto las caras esta temporada. Lo hicieron en septiembre en el primer encuentro de la fase inicial de la competición. Pero aquel empate (1-1) no sirve como referencia porque el Athletic de hoy ha madurado a pasos agigantados en los meses transcurridos desde entonces y la Roma, un mar de dudas a principios de otoño, se ha convertido en un bloque compacto y a la vez alegre de la mano de Claudio Ranieri. La fiabilidad y la lealtad a las señas de identidad inculcadas por el técnico extremeño convierten al bilbaíno en un grupo tenaz hasta la extenuación, incluso en los peores momentos. Sus futbolistas se reconocen en el campo y son reconocibles pase lo que pase. Si a este factor, indispensable para crecer, se suma la calidad y el talento de jugadores como Nico, Sancet, Iñaki, Galarreta, Berenguer o Jauregizar el resultado es un bloque bien armado.

Lo subrayó este miércoles Ranieri cuando expresó su «máximo respeto» por su adversario. El entrenador romano heredó un equipo roto y alicaído tras el paso por el banquillo de los destituidos De Rossi e Ivan Juric y ha obrado el milagro, otro más en su dilatada y exitosa carrera. Con idénticos mimbres que sus defenestrados predecesores, ha dado a luz una escuadra diferente que cree ciegamente en él y en su ideario y que vuelve a mirar de frente a todos los contrincantes, tanto italianos como del resto de Europa. El conjunto 'giallorosso' se ha despojado de los complejos que le atormentaban para convertirse en el mejor del Calcio en 2025 y mirar el torneo continental con ambición y como una opción viable de éxito. En este nuevo escenario, los apuntes que tomó el cuerpo técnico del Athletic sobre la Roma el pasado verano no sirven para nada. El reseteo por tanto ha sido absoluto.

Así que esta noche (21.00 horas) chocarán en la estación del Olímpico dos trenes que transitan por la vía correcta desde tiempos, eso sí, muy distintos. Los rojiblancos lo han hecho desde el inicio del curso, con unos números espectaculares que les han llevado a mirar de tú a tú a los clubes más poderosos de la Liga. Se demostró en el Metropolitano, donde solo el infortunio -estrellaron tres balones al palo en siete minutos en la segunda parte- les privó de un resultado favorable. Los de la loba, por su parte, lograron rectificar el rumbo cuando estaban a punto de descarrilar con un juego aburrido y mediocre y una grave crisis de resultados. Desde que Ranieri cogió los mandos de la máquina han enfilado un tramo victorioso que se ha saldado con once partidos sin conocer la derrota. El Athletic tiene que conseguir generarles dudas, recordarles que el túnel sigue ahí, muy cercano.

Alineaciones probables:

Roma: Svilar, Soulé, Hummels, Mancini, Ndicka, Paredes, Koné, Angeliño, Dybala, Pellegrini y Dovbyk.

Athletic: Agirrezabala, De Marcos, Vivian, Yeray, Yuri, Prados, Jauregizar, Iñaki Williams, Berenguer, Nico Williams y Guruzeta.

Árbitro: Sandro Scharer (Suiza).

Estadio y horario: Olímpico de Roma. 21:00 h. (Movistar Liga de Campeones).

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