El Athletic se reanima en Ucrania y se encuentra con el liderato

En otro encuentro decisivo para Ziganda, el técnico navarro podrá casi repetir el once que empató el pasado sábado frente al Real Madrid en San Mamés, con la baja del lesionado Iturraspe, Iago Herrerín en lugar de Kepa en la portería y el regreso al centro de la defensa de Laporte, que estaba sancionado para enfrentarse a los blancos. De nuevo con Raúl García y Aduriz como pareja de ataque, a quienes «hay que vigilar bien», según reconoció este miércoles el técnico del Zorya, Yuriy Vernydub. «Espero a un Athletic que intentará dominar y ellos son dos grandes rematadores a los que no hay que dar espacios», advirtió el entrenador del conjunto ucraniano respecto al navarro y al guipuzcoano.

En las bandas del medio campo volverán a estar Williams y Susaeta, «dos jugadores con desequilibrio y clase», según el técnico de un rival que de los diez últimos partidos europeos como local sólo ha conseguido ganar tres. El Athletic, sin embargo, tras la inesperada derrota sufrida precisamente en la segunda jornada y, aunque con muchísimo sufrimiento, no ha perdido ninguno de sus tres últimos encuentros en el continente (2-2 en terreno del Östersund, 1-0 en San Mamés ante el mismo rival sueco y 3-2 en campo bilbaíno contra el Hertha de Berlín, con un gol de Williams en el minuto 82).

Entre medias, el varapalo de la eliminación copera ante el Formentera, aunque según Ziganda, «lo hecho, hecho está». «No hay que pensar en lo que nos ocurrió en la Copa. Tenemos toda la ilusión del mundo por clasificarnos en la Liga Europa. No podemos estar contentos con los resultados, pero este equipo siempre quiere y no se rinde nunca», afirmó este miércoles el técnico del Athletic, que ve a su equipo «comprometido con el club y con lo que representa» para no fracasar también en la fase de grupos del segundo torneo continental.

Necesitaba el Athletic la victoria y un pinchazo del Östersunds en Berlín ante el ya eliminado Hertha (1-1) para agenciarse la primera plaza del grupo, y así ocurrió. En un partido poco vistoso en Ucrania, en el que en ningún momento mostró control del juego ante el Zorya, el Athletic sí manejó el resultado y acabó venciendo para acabar líder la primera fase. De hecho, a los 20 minutos el equipo local empezó a producir llegadas peligrosas, pero sin necesidad de que interviniese Iago Herrerín, muy seguro durante todo el partido. En ese tramo apenas le duraba el esférico unos segundos al equipo del 'Cuco' Ziganda, que no dudaba en despejar hacia el campo rival o en jugar en largo buscando a Aduriz, entonces sin ningún éxito.

Destacó de nuevo Ñúñez, como en otros duelos previos de la Europa League y que, pese a la amarilla de los primeros minutos, se mostró también muy seguro junto a Laporte a la espera de la recuperación de Yeray. En los últimos 20 minutos de la primera mitad mejoró el Athletic, llegando a anotar un gol legal por parte de Iñaki Williams, previo pase de Aduriz en boca de gol, pero que nunca llegó a subir al marcador por supuesto fuera de juego. Instantes después, Raúl García rozó su presencia en el Premio Puskas con una chilena desde el balcón del área que se marchó por encima de la portería de Lunin.

Tras el descanso mantuvo el conjunto vizcaíno sus buenas sensaciones. Aduriz se exhibió y se atrevió a regatear hasta el área tras una carrera desde su propio campo y que finalizó con el primer disparo a puerta y que detuvo el meta ucraniano. Poco después, Raúl García envió el balón al larguero aprovechando las deficiencias defensivas del Zorya a balón parado. Aduriz, en la siguiente ocasión de los visitantes, puso el 0-1 de cabeza y colocó al Athletic como líder del grupo gracias al empate entre el Hertha y el Östersunds.

A partir del gol y con el Zorya necesitado de dos tantos para avanzar a la siguiente ronda, el cuadro del siempre cuestionado Ziganda, que no termina de arrancar, dispuso de oportunidades a la contra para ampliar el resultado y sentenciar tanto el partido como la clasificación. En los últimos cinco minutos, Raúl García, muy activo durante toda la noche, empujó el balón a la red con su pierna izquierda y sólo hubo que esperar al pitido final en Alemania.