El Sevilla sale vivo de Anfield

No era la primera vez que el teutón elogiaba al Sevilla, ya que considera al equipo que ahora entrena Eduardo Berizzo uno de los claros candidatos para dar la sorpresa en la 'Champions'. Una idea que circula por el nuevo proyecto nervionense tras fracasar la campaña pasada en los octavos ante el Leicester, lo que supuso el fin del ciclo de Monchi como director deportivo de la entidad. Los sevillistas, con Óscar Arias ahora al frente del departamento encargado de los fichajes y de la planificación, quieren pasar la barrera de esos octavos de la Champions que se le resisten y donde llevan tres presencias consecutivas cayendo desde que existe al actual formato moderno de la Copa de Europa. Quieren los sevillistas pasar como primeros de grupo en un cuadro donde son los claros favoritos para lograrlo junto a los británicos.

En el duelo de Anfield se encontrarán viejos conocidos de la final en Basilea, aunque de los supervivientes de aquel hito los nombres con más morbo son los de Coutinho y Alberto Moreno. El primero porque, en palabras del propio Klopp, volverá a contar con él en un partido oficial tras su mercado veraniego movido y el culebrón vivido con el Barcelona. El segundo, porque volverá a medirse al equipo de donde partió como canterano. En el bando sevillista sólo siete jugadores sobreviven desde 2016. Sergio Rico, Soria (lesionado para el encuentro de este miércoles), Banega, N'Zonzi, Carriço, Pareja y Krohn-Dehli serán los encargados de recordarles a sus compañeros que la mística del Liverpool tiene más de parafernalia que de realidad por lo que es factible la victoria, o al menos sacar un punto. Todo ello pese a que los antecedentes en tierras británicas para los sevillistas no son nada halagüeños. Nunca han vencido los rojiblancos en alguna de sus seis visitas a territorio inglés por lo que las estadísticas, no solo el ambiente propio del estadio, estarán en contra de los intereses de los andaluces.

Berizzo podrá contar con sus mejores hombres tras la victoria en casa holgada ante el Éibar y dar descanso a los teóricos titulares para esta batalla en Anfield. La duda del italoargentino está en si Muriel, el fichaje más caro de la entidad y que aún no ha demostrado el coste pagado por él, será de la partida o tendrá su oportunidad por primera vez esta campaña el 'Mudo' Vázquez, hombre clave el curso pasado para Sampaoli pero que aún no ha debutado en encuentro oficial la presente campaña. Los sevillanos llevan tiempo esperando dejar atrás su competición fetiche, la Europa League, para dejar de ser una cabeza de ratón en Europa y comenzar a ser un equipo tenido en cuenta entre los más grandes del viejo continente. Asaltar los cielos de la Champions en versión sevillista comienza, otro año más, en territorio hostil. Deberán demostrar los hispalenses que están a la altura de tal hazaña.

Primer duelo de la Liga de Campeones del Sevilla y buen comienzo para los de Eduardo Berizzo. Empate justo en Anfield frente a un Liverpool intenso. Ambos presentaron credenciales para ser líderes del grupo. El 2-2 final consumaba la venganza de Klopp contra el equipo al que siempre había salido derrotado. La primera vez que se enfrentó ante ellos fue el año de la primera UEFA sevillista, cuando el alemán entrenaba al Mainz. La segunda vez fue de nuevo en la segunda competición continental con el Borussia, esta vez en la fase de grupos, mientras que la última fue la más dolorosa, en la final de Basilea. Tres enfrentamientos saliendo escaldado y tocaba ahora enfrentarse a su viejo fantasma esta vez en ‘Champions’.

Empezó bien el Sevilla enmudeciendo a Anfield con un tanto de Ben Yedder a los cinco minutos tras aprovechar una gran jugada de Escudero. El lateral zurdo sevillista volvió a demostrar que el que en mejor estado de forma se encuentra en este inicio de campaña y sobre los que se asienta la táctica de rotaciones de Berizzo, en la que él es el único que siempre es fijo como titular. La alegría duró lo que le dio tiempo a la defensa rojiblanca demostrar que aún le queda mucho por mejorar. Firminio empató tras una gran jugada del otro lateral izquierdo, este también sevillista, pero que ahora jugaba en el bando rival. Alberto Moreno devolvió la confianza de Klopp en la titularidad con una buena primera parte, entre que la destacó la asistencia en el empate. Los nervios se apoderaron de los sevillistas sobre todo tras el segundo tanto local, anotado por Salah con algo de fortuna. Primero, el árbitro no creyó la reclamación previa de falta de N’Zonzi, en el suelo, y después el veloz delantero disparó para que Kjaer le ayudara despistando a Rico en el desvío del balón.

La victoria momentánea inglesa por 2-1 era justa, porque incluso el Sevilla dio las gracias del pitido final de la primera parte. Sobre todo cuando Firminio tuvo aún ocasión de ampliar distancias, pero mandó un claro penalti provocado previamente por Pareja al palo con Rico ya vencido. El hipotético 3-1 era un aviso para los hispalenses. Lo primero que decidió hacer Berizzo fue ajustar la medular aprovechando la lesión de Pizarro justo antes de irse a los vestuarios. La entrada de Sarabia dio más fluidez al Sevilla, con uno de los hombres comodín la temporada pasada y que también demuestra cada encuentro que merece un hueco en el once titular.

Para la segunda mitad el Liverpool continuó aprovechando su velocidad en las bandas para montar contragolpes frente a la lenta zaga sevillana. La losa para los sevillistas aumentó con la expulsión, inocente, de Berizzo por no entregar un balón para el saque de banda al contrincante. Pequeños gestos que no se perdonan en Europa. Esa intensidad desde el banquillo sirvió para contrarrestar la pesadumbre en el césped. La entrada de Muriel otorgó frescura, mientras que fue Correa el que dio esperanzas con un empate a falta de un cuarto de hora tras plantarse ante Karius y definir con precisión.

Klopp decidió ir a por el duelo dando entrada al esperado Coutinho, desaparecido en el inicio de la temporada con los ‘reds’ por su culebrón veraniego con el Barça. Un cambio que solo sirvió para dar más tranquilidad al Sevilla, mejor en la segunda mitad y que aprovechó sus escasas oportunidades para arrancar un empate de oro. Incluso Muriel tuvo el 2-3 pero se le fue junto al poste.