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'Hooligans' se enfrentan a la Policía en Marsella.
Los altercados en Marsella dejan 35 heridos, uno de ellos en estado muy grave

Los altercados en Marsella dejan 35 heridos, uno de ellos en estado muy grave

La ciudad fue un campo de batalla antes del partido entre la selección británica y Rusia

COLPISA/Agencias

Sábado, 11 de junio 2016, 20:12

«¡Protéjanse!». Las botellas llovían mientras violentas peleas se sucedían este sábado en el centro de Marsella, entre aficionados en su mayoría británicos, pero también rusos y franceses, mientras la Policía trataba de dispersarles, con muchos problemas, mediante gases lacrimógenos. Una calle junto al emblemático Vieux-Port (Puerto Viejo). Hooligans lanzando sillas, mientras un hombre en el suelo recibía patadas y golpes por parte de un grupo, hasta la intervención de las fuerzas del orden.

En las calles colindantes al puerto, la gente se cobijaba en las tiendas intentando escapar de una ola de peleas que se han repetido desde el jueves y que dejaron este sábado a un hincha inglés en estado crítico. El balance de heridos ascendía a 35, entre ellos el citado aficionado inglés, cuya vida preocupa tras recibir "golpes con barra de hierro, al parecer en la cabeza", según señaló una fuente policial.

Niza tampoco se libra

  • En Niza siete personas resultaron heridas el sábado por la noche al enfrentarse un grupo de jóvenes franceses con seguidores de la selección de Irlanda del Norte, ha informado la prefectura de esa localidad del sur de Francia.

  • Los hechos tuvieron lugar hacia las 23.00 hora local (21.00 GMT) en una calle peatonal del centro de la ciudad cuando un grupo de entre 20 y 30 jóvenes locales lanzaron botellas contra nacionales de Irlanda del Norte, y estos respondieron de igual forma, confirmó un portavoz de la prefectura.

  • La Policía tuvo que intervenir para detener la pelea, en la que no estuvieron involucrados los aficionados polacos que también se encontraban por el centro de Niza y cuya selección se medirá el domingo a la de Irlanda del Norte.

Solo faltaban unas horas para el inicio del partido Inglaterra-Rusia de la Eurocopa en el estadio Velodrome y el Port-Vieux, tranquilo habitualmente, se llenaba de gases y de cristales rotos. Unos 250 policías y gendarmes fueron movilizados para poner fin al tercer día de incidentes violentos en el lugar, provocados por varios centenares de aficionados, a menudo «borrachos y muy enervados», según el prefecto de Policía.

Un inglés sin camiseta aparece de repente con la cabeza ensangrentada. «Necesito ayuda, me han robado todo, mi teléfono», dice desorientado y llorando. Dos mujeres que repartían publicidad en la calle se acercan a él y le invitan a entrar en un establecimiento vecino de la cadena de comida rápida McDonalds.

En el suelo de las orillas del Vieux-Port, un mar de botellas de cerveza rotas, sillas y mesas de bares tiradas, mientras los comerciantes se apresuraban a bajar sus persianas y esperar en el interior, protegidos, el regreso de la calma. «Tenga cuidado, se va a hacer daño», aconseja una fotógrafa a un hincha inglés, titubeante, que sostiene una cerveza en la mano. «He perdido a mis amigos», dice otro inglés de unos 50 años. «No hemos venido para esto», añade, antes de caerse detrás de un kiosko de prensa.

Franck Nicod y Cesar Gastaldin, de 26 años y de Grenoble, habían ido a Marsella para pasar el fin de semana. «No parece que sea el mejor momento para una visita», constatan viendo el panorama del Vieux-Port. «Vamos a ver el partido, pero en Aubagne (una localidad vecina). Aquí todo está demasiado tenso», apuntan.

Además, durante el partido Rusia-Inglaterra los miembros de la seguridad del estadio Velodrome se vieron obligados a desalojar un fondo al producirse nuevas peleas entre aficionados ingleses y rusos en los minutos finales del choque de ambas selecciones, que concluyó con empate a un gol. Previamente, desde la zona ocupada por los aficionados rusos se lanzaron bengalas, un cohete que fue hacia la grada inglesa y se detonó un potente petardo.

Castigo para los aficionados rusos

La federación rusa de fútbol localizará y castigará a todos los aficionados que participaron en altercados, ha asegurado hoy el ministro de Deportes ruso, Vitali Mutkó. "Lamentablemente tenemos aficionados que encienden bengalas. Pagar luego multas por ellos es de poco agradecer. Los vamos a identificar a todos y los vamos a castigar", ha dicho el ministro a la agencia de información deportiva rusa R-Sport.

Sin embargo, también ha apuntado a fallos de organización en el estadio Velodrome de Marsella, en el que los aficionados de los dos equipos se encontraban demasiado cerca los unos de otros.

Mutkó asumió que la federación será con toda seguridad castigada por la UEFA por el comportamiento de los aficionados rusos. "Tendremos una multa de la UEFA. Ahora tenemos que ver si se trató de un grupo (de seguidores) nuestros (con entradas compradas en Rusia por medio de la federación), o si accedieron al estadio con una entrada" comprada en las taquillas del campo, ha señalado.

El recuerdo de 1998

Las escenas hacen pensar inevitablemente en 18 años atrás, en los incidentes violentos que ya rodearon el partido Inglaterra-Túnez los días 14 y 15 de junio de 1998, en la primera ronda del Mundial. El domingo 14 de junio de aquel año, en la víspera de un partido, hooligans ingleses quemaban una bandera tunecina. Ahí se prendía la mecha de dos días en los que hooligans ingleses, tunecinos y marselleses protagonizaron escenas de horror que dieron la vuelta al mundo.

En Marsella, este sábado, a cuatro kilómetros del ambiente revuelto del Vieux-Port, los aficionados ingleses y rusos llegaban con tranquilidad al estadio Velodrome. Sólo unos incidentes ya cerca del recinto empañaron esa ruta hacia el partido. «Hemos oído lo que ha pasado allí (en el Vieux-Port), pero somos miles de aficionados y es inevitable que haya algunos sin control», explica Clive, que viajó a Marsella desde Newcastle. «Cantamos mucho, bebemos mucho, pero por encima de todo venimos a divertirnos», añade este gigante, con la cruz roja sobre fondo blanco pintada en las mejillas. Admite haber tomado ya «algunas» pintas de cerveza, pese a que son las cinco de la tarde.

La avenida de delante del Velodrome quedó bloqueada a la circulación y las fuerzas del orden se hicieron ver cerca del estadio y de la fan zone, donde una compañía está estacionada. Hinchas británicos y rusos, acompañados por policías franceses de la brigada contra los hooligans colaboraron haciendo rondas, ayudando a identificar a eventuales radicales con prohibición de acceso a los estadios y comunicarlo al momento a las fuerzas francesas.

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