Luis de la Fuente, durante un entrenamiento de la selección española. EFE
Eurocopa 2024 Grupo B

La selección o el 'casting' de las buenas personas

De la Fuente llama a jugadores sin gran fama con actitud de grupo y descarta a otros por crear ambientes tóxicos

José Carlos Carabias

Enviado especial a Donuaeschingen

Miércoles, 19 de junio 2024, 00:45

Aquella expresión durante el otoño pasado, durante el anuncio de una lista de jugadores para el partido en Oslo que apeó a Haaland de la Eurocopa, sonó a marciana en el contexto del fútbol. Como un torero en Inglaterra. Al explicar la convocatoria de Fran ... García, el seleccionador nacional Luis de la Fuente aseguró que además de sus virtudes técnicas y tácticas, había incorporado al lateral madridista con la camiseta roja porque era «una buena persona».

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Aquella citación que podía sonar extravagante por el argumento tan poco habitual en el fútbol se ha convertido en dogma. Para el técnico de Haro (La Rioja) el asunto ha sido capital desde el primer día, no un mero detalle que añadir a la lista de capacitaciones de los internacionales.

«Para ser futbolista hay que jugar bien al fútbol, pero hay otros mil detalles más. Y esos mil detalles más son lo importante -contó en una entrevista a este periódico-. Ser buen profesional, respetuoso, disciplinado, educado en la cultura del esfuerzo, buen compañero, solidario… Si no tienes esos detalles, no juegas en la selección».

De la Fuente, hombre de profunda creencia religiosa al que le gusta hablar de su fe, ha impuesto un liderazgo sereno y basado en la solidaridad. El individuo al servicio del colectivo es el mantra que repiten técnicos de su 'staff', él mismo y sus jugadores.

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El martes, en el campo de entrenamiento de Aasen, Martín Zubimendi detalló su papel en la selección: «Sé cuál es mi rol, puede parecer que solo soy el recambio de Rodri, pero es que estamos hablando de uno de los mejores del mundo en su posición. Una Eurocopa no es para pensar en las situaciones individuales, sino en el bien del colectivo. Y yo estaré preparado para aportar cuando me toque».

Según cuentan personas cercanas al entrenador español, la nómina de jugadores que alistó para la Eurocopa de Alemania tuvo mucho que ver con estos pensamientos. Además de sus evoluciones en el campo, De la Fuente ha tomado nota durante las concentraciones de los últimos meses sobre cómo son los futbolistas en la convivencia con el resto del grupo, sus reacciones en los hoteles, autobuses o vestuarios, su cara o actitud ante la suplencia o los minutos escasos, si exhiben fortaleza de ánimo ante la adversidad, si se exceden con el ego, si muestran compañerismo con los demás, o si se integran con facilidad en la dinámica de un vagón en marcha.

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En definitiva y según la terminología al uso de los modos futboleros, «si suman o restan». Pueden ser detalles menores para otros entrenadores. Para el técnico que dirige a la selección son muy importantes las formas. Le desagradan los gestos de mala educación, pedir las cosas sin consideración o por favor, las caras y la actitud en el banquillo de los suplentes.

Al servicio del colectivo

Desde todos esos detalles que engloban un liderazgo sin estridencias, situaciones que se resuelven desde el respeto, la solidaridad o la humildad, De la Fuente confesó en una entrevista en Marca que «seguramente sí se haya caído alguno por ser mala persona, seguro que sí». Para el técnico es un primer mandamiento que en el grupo no haya camarillas, sino que sea un colectivo bien avenido, en el que se acepte como norma principal el mantra de «el talento del individuo al servicio del colectivo».

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Hay futbolistas en esta Eurocopa cuyo rostro no sería fácilmente reconocible para el gran público que no consume fútbol a todas horas. Las incorporaciones de Ayoze, Vivian o Álex Baena encajan en este universo de buenismo imperante en la selección. «Son futbolistas que suman 8, 7 o 6, pero no se quedan en el 3, el 4 o el 5 si ven que no tienen el protagonismo que poseen en sus clubes», apuntan fuentes del entorno de la selección. No tienen la fama de otros, pero son relevantes para el cuerpo técnico porque están en proceso de adaptación a las demandas tácticas y de convivencia que impone el grupo de trabajo.

«Si tiendo al buenismo me parece fenomenal -expuso De la Fuente en la entrevista con este periódico-. Esto no está reñido con la exigencia, la profesionalidad, el rigor. Se pueden conseguir objetivos de mejor manera desde el buenismo que de la otra manera, que es más desagradable. Pero ojo, la bondad no se puede confundir con la debilidad. ¿Quién no ha vivido situaciones de enfrentarse con alguien? Me ha sucedido con muchos jugadores. Pero llega un momento que dices, cómo puedo elegir, vienen los que suman. Es sumar y sumar, el que reste hasta luego».

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Suele decirse en el fútbol que los equipos son el reflejo de sus entrenadores. Si esto es así, la selección española tiene el barniz de un tipo calmado y educado que no pide las cosas a gritos, sino por favor, que no monta broncas sino que apacigua y cuyo nivel de conflicto es cero.

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