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Suiza tenía la lección aprendida: no dejar respirar ni a Sergio Busquets, MVP en el duelo ante Eslovaquia y también en los octavos, ni a Pedri. Shaquiri se ha colocado encima del capitán y no le ha concedido ni un milímetro. Tampoco el canario se ha visto tan suelto y desenvuelto como en otras ocasiones. Y claro, España les ha echado de menos. Es cierto, se han buscado las bandas, pero no ha sido el martillo pilón de otros encuentros.
Busquets ha regresado tras el coronavirus y se ha convertido en esencial. El técnico helvético lo sabía, y le ha impedido que respire. Ha colocado a Shaquiri sobre el catalán, y sino, cualquier compañero suizo se echaba encima. Ha habido un momento en el que el jugador del Liverpool se ha desplazado una pizca y ha gritado a un 'colega' para que le ayude y coja a Busquets. Mientras tanto, Pedri lo ha intentado, ha sacado su chispa, pero tampoco ha conectado con sus compañeros. Y Koke, pues se ha visto solo.
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