Los clubes de fútbol de la provincia se han convertido en objeto de deseo de la inversión internacional. El balompié como negocio. Cada entidad es una realidad distinta, pero no es casualidad que la mayoría de los equipos más representativos de Málaga de Segunda RFEF ... y Tercera RFEF tengan propietarios foráneos. A día de hoy ese es el presente del Vélez, del Antequera, que tiene un pie en Primera RFEF, del Juventud de Torremolinos y del novedoso proyecto del Málaga City.
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¿A qué obedece este interés? A día de hoy ya no es tanto el objetivo de hacer una inversión y subir de categoría sino el funcionamiento de clubes como escalones intermedios hasta entidades más importantes. Los acuerdos de asociación son cada vez más habituales entre los grandes clubes de Europa, que buscan satélites o franquiciados para la detección y prueba de talentos.
De alguna forma esto es lo que sucede en el Antequera. En mayo de 2022 tres inversores neerlandeses: Bart van den Bosch, el mayoritario; Frans van Seumeren, dueño del Utrecht, de la Eredivisie, y su mano derecha, que vive en Benalmádena, John Pel. Adquirieron supuestamente el 67 por ciento de la propiedad del club, aunque este sigue en el proceso de convertirse en sociedad anónima deportiva, algo que se tramita ante el Consejo Superior de Deportes y que se espera que sea firme en los próximos meses y que consumaría esta compra.
Fue el exjugador Álvaro Silva, que trabaja junto a su excompañero Alberto Aguilar en la dirección deportiva del club, el que puso en contacto al Antequera con estos inversores, que han inyectado dinero en la entidad de la ciudad de El Torcal. Tienen varios clubes en Ghana y Gambia, y el problema que se les planteaba es que hacer un contrato con salario mínimo (extracomunitario) a los jugadores más prometedores para desembarcar en el Utrecht obliga a desembolsar 280.000 euros, de ahí que se pretenda que el Antequera sea ese eslabón intermedio de la cadena. En este club el contrato es menor y se puede foguear al jugador en una categoría media. Así llegó el ghanés Mawuli, que ya pertenece al Antequera.
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El Antequera vive un periodo idílico, pese a ser un presupuesto medio en su categoría. Tiene pie y medio en Primera RFEF, pues aventaja en 18 puntos al segundo, y el Ayuntamiento ha invertido en los últimos meses en adecentar El Maulí y, sobre todo, su terreno de juego. además, los inversores no llegaron y pasaron de largo. Van Seumeren pasa dos semanas cada mes en tierras costasoleñas.
No ha sido tan exitoso, de momento, lo sucedido en el Juventud de Torremolinos, pese a haber enlazado dos ascensos y competir este curso en Segunda RFEF, donde no tiene clara a día de hoy la permanencia, pues ocupa puestos de fase de descenso. El cuadro rojiblanco, al que pudieron ver en toda España cuando se enfrentó en la Copa del Rey al Sevilla (antes eliminó al Huesca), acaba de sufrir un episodio incómodo por impagos del último propietario, el iraní Sharam Hoosfar. Se ha oficializado la compra por una empresa de Singapur, ACA Football Partners, para que tenga un propietario japonés, Hiroyuki Ono, aunque el presidente será una persona que ya estaba en la etapa anterior, Alain Patrick Ajegun.
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ACA Football Partners, que entró en contacto con el Torremolinos a través del que fuera secretario técnico malaguista, Adrián Espárraga, cuenta con un equipo en Indonesia, otro en Singapur y uno en la segunda división belga, el Deinze. A su vez esta sociedad es accionista del Urawa Red Diamonds, de la máxima categoría japonesa.
«No va a haber una inversión de golpe. Va a ser paulatina. Se persigue ascender al equipo en i años a Segunda, y en dos al menos subir una categoría; por eso este año es prioridad quedarnos en Segunda RFEF. Si el equipo baja la propiedad seguirá, porque hay un compromiso», sostienen fuentes del club, que dio un rueda de prensa para presentar a la nueva propiedad en un acto en el Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso de la localidad.
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Al cuadro verdiblanco ya ha llegado un jugador del Deinze, Rousseau de Porter. Se pretende también hacer obras en El Pozuelo y reflotar la academia. Junto a Onu, en la nueva cúpula del club estarán Motoaki Fukui, enlace con Singapur, y Yu Kaneko, la directora de comunicación de la empresa.
En la Axarquía florecen proyectos con otra filosofía. En el Vélez se produjo el desembarco en el verano de 2020 de los suecos Jesper Norberg, presidente, y Magnus Pehrsson, director de fútbol de la entidad y que, eventualmente, ha llegado a ser entrenador del equipo, tras dirigir al Malmoe (con el que fue campeón de la Liga sueca), Kalmar y Djürgarden suecos o al Aalborg danés y ser seleccionador de Estonia. «Tras muchos años en el fútbol profesional, teníamos la ambición de dirigir un club. Muchos están conducidos por gente que no es de fútbol, tomando decisiones emocionales, con la mira a corto plazo. Nuestra idea era transformarlo de amateur a profesional y alejarnos de este estilo de gestión», transmitieron a este periódico sus dos dirigentes, que eligieron el Vélez «por el gran potencial que tiene el club, su tradición, la ciudad, población y zona».
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Actualmente tienen 25 profesionales, seis miembros de cuerpo técnico, siete personas trabajando en diferente departamentos administrativos y un departamento de 'scouting' de más de 40 personas, más la Vélez-Málaga Football University con jugadores de Estados Unidos, India, Inglaterra, Suecia, entre otros. Presumen de haber pasado de unos 250 a 1.200 espectadores de asistencia media al Vivar Téllez y «tenemos el objetivo de ser sostenible a nivel económico y deportivo. Por esto es por lo que en un periodo de cinco años queremos alcanzar la Segunda División, ya que ahí tendremos mayores ingresos en derechos televisivos, patrocinios y venta de jugadores».
Más peculiar aún es el modelo del Málaga City, una academia internacional de futbolistas que federó sus equipos desde 2017. El sénior compite ya en Tercera RFEF, aunque en su estreno en la categoría tiene problemas para permanecer. El germen es de 2013, como una escuela internacional que recibe grupos de jugadores para una estancia de diez meses, con enseñanza de fútbol con una proyección para llegar a incorporarse a clubes de la zona. En 2017 se dio el salto directo a la competición, comprobado el nivel alto adquirido. «Antes de la COVID-19 teníamos un convenio con Zimbabwe y Brasil, y tras él se perdió este y hay otro con un club filial en Pretoria (Sudáfrica) para la llegada de jugadores», confirma George Jermu, alma máter y fundador del proyecto, un inglés afincado en la Costa, que jugó en la A-League australiana y que actúa ahora en la selección británica de fútbol playa. Su esposa, Amelia Sarah Jermy, es la actual presidenta del Málaga City, firme impulsora de la sección femenina en el club.
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A su vez hay un acuerdo de colaboración, renovado por tres temporadas con el Tottenham inglés. «Compartimos enseñanza y formación y viajamos cuatro veces al año a Londres para ver su ciudad deportiva. Conocemos entrenadores y sistema de entrenamiento hasta del sub-23 y también vamos dos veces con nuestro juvenil para enfrentarnos a ellos», explica George. Actualmente tienen unos 170 futbolistas entre todas las categorías: sénior masculino, sénior femenino (en Primera Nacional), el Almuñécar City (que hace de filial masculino, y está en División de Honor, con posibilidades de ascender), un sub-23 en Segunda Andaluza y el Alhendín granadino, líder del grupo XIII de Liga Nacional juvenil, que es a su vez filial del Almuñécar. «Cuando los jugadores cumplen 18 años ya pueden fichar por estos equipos, y mientras están en la Academia», añade George Jermy, que explica que en el conjunto sénior de Tercera RFEF, una 'torre de babel', hay jugadores de Zimbabue, españoles, estadounidenses, ingleses, australianos, brasileños y un rumano. el equipo juega en el López Cuenca de Nerja, estadio que cumple la norma.
«Queríamos dar salida a la gente de talento. He visto muchos países sin mucha estructura futbolística. Los jugadores no sólo se entrenan. Hacen una diplomatura les damos comida y residencia (en un hotel conveniado, el Carmen en Almuñécar)», concluye para tratar de exponer su filosofía y la razón de ser de este atípico proyecto.
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Tampoco el Marbella o el Estepona se libran de los grupos inversores. En el primero entró Best of You con mucha ambición, pero en la temporada 2020-21 se dio un grave fracaso, el descenso desde Segunda B a Tercera RFEF, donde permanece. El exjugador Esteban Granero está al frente del proyecto. En el Estepona, que compró para esta temporada una plaza en el grupo 5 de Segunda RFEF quien adquirió la entidad fue el empresario hostelero Juan José Hidalgo (Globalia), hijo adoptivo de la localidad.
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