El fantasma de la temporada en blanco ya sobrevuela al Barcelona. El conjunto que dirige Xavi Hernández dijo adiós este miércoles a la Copa del Rey después de caer en San Mamés por 4-2 frente al Athletic y gastó la bala más fiable ... para hacerse con un título esta campaña. Con la Liga muy cuesta arriba, la Supercopa de España en las vitrinas del Real Madrid y fuera del torneo del KO, el milagro de ganar la Liga de Campeones es ahora mismo la opción más importante para los azulgranas de cara a evitar lo que sería un año para el olvido.
«Hay un sentimiento de decepción porque es un título en el que teníamos muchas esperanzas, pero podemos estar orgullosos, lo intentamos hasta el final. Estoy tranquilo. Intentaremos ganar la Liga y la Champions. Quedan los títulos más importantes y los lucharemos», afirmó Xavi tras la derrota de los suyos frente al Athletic en San Mamés. El técnico de Tarrasa sorprendió al repetir la palabra «orgullo» en varias ocasiones pese a la debacle y al calificar el adiós en Copa como «el inicio de algo importante» para el club.
Ese inicio es muy probable, eso sí, que sea con una temporada en blanco. El Barça ha ido desde el mes de agosto cavando su propio agujero. Lo ha hecho perdiendo la solidez defensiva que le aupó al título liguero el pasado año, siendo poco eficaz en ataque y, sobre todo, perdiendo la competitividad que tenía antaño. Solo así se explica que encaje un gol en el primer minuto de juego y que tropiece una vez más con la misma piedra tras el paso por vestuarios. Esa falta de tensión es la que ha llevado a los azulgranas a tener la Liga muy complicada. Los de Xavi son terceros, pero están a siete puntos del Real Madrid y a ocho del Girona, aunque los de Míchel, eso sí, cuentan con un partido más.
La Liga es muy complicada, más allá de los puntos de distancia, por las sensaciones que transmite el Barcelona. Cada partido es una montaña rusa y la plantilla parece haberse quedado corta ante la aglomeración de partidos con la que el equipo ha comenzado el año 2024. El propio Xavi recordó esto en rueda de prensa al hablar sobre la cantidad de canteranos con los que había contado en San Mamés. «Nos vamos con la cabeza alta y compitiendo con jóvenes», aseguró.
Pau Cubarsí, Héctor Fort o Lamine Yamal tuvieron que dar la cara después de que el Barcelona se cayera físicamente. Los azulgranas han afrontado un calendario terrorífico en el que han dilapidado dos títulos. Primero cayeron en la final de la Supercopa contra el Real Madrid en un partido en el que la distancia entre ambos equipos fue abismal y luego en Copa contra el Athletic después de superar dos rondas frente al Barbastro y el Unionistas. En esos dos encuentros, contra rivales de menor categoría, Xavi no las tuvo todas consigo y contó con jugadores habituales como Koundé, Ferran Torres, Frenkie de Jong o Pedri, futbolistas necesarios en ese momento ante la irregularidad del equipo, pero a los que el miércoles pareció pesarles las piernas ante el despliegue físico de un rival superior en ese apartado.
La Champions no perdona
Muchos de los problemas que el Barça ha tenido esta temporada son los que más caros se pagan en la Liga de Campeones. Los culés encajaron ante el Athletic su tercer gol en lo que va de curso en el primer minuto de juego, una muestra más de la falta de concentración que asola al equipo desde que comenzara la pretemporada en aquel lejano mes de julio. Los culés ya no son sólidos y así es muy difícil competir frente a rivales de la talla de Manchester City, Real Madrid, Bayern de Múnich o incluso PSG. Si el Barça quiere evitar la tan temida temporada en blanco necesita un milagro remontando la distancia que tiene en Liga o uno, incluso mayor, volviéndose más competitivo contra equipos que en este momento están un escalón por encima.
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