El Barça se queda sin Copa ante un Athletic imperial

La atmósfera de San Mamés, la mística de los leones en la Copa y la caraja habitual del Barça. Todo se juntó en un inicio de encuentro meteórico para el Athletic. Xavi salió con un once similar al que se impuso al Betis con la salvedad de la entrada de Christensen por Cubarsí, pero ni así se libró de un mal que persigue a los azulgranas, el de entrar con el freno de mano echado. Lo aprovechó el equipo de Valverde, que presionó arriba como si la vida le fuera en ello, robó un balón tras una pérdida de Lamine Yamal y puso el cuero en el área, allí donde a los culés este año les tiemblan las piernas. Tras varios rebotes, la pelota le cayó mustia a Guruzeta, que fusiló para el tanto que inauguraba el marcador en el primer minuto de juego.

San Mamés entró en ebullición y Xavi miraba al cielo, esperando a que escampara. Y es que su equipo debía mostrar personalidad en el escenario más adverso posible. La reacción fue, como no podía ser de otra manera, a través de la pelota. Frenkie de Jong y Gündogan cayeron entre centrales para solventar la presión del Athletic y ahí empezó a crecer el equipo azulgrana, sabedor de que la intensidad de los locales tarde o temprano iba a decaer. Y así fue.

El Barça se hizo dueño del choque y golpeó como un martillo pilón. Primero lo hizo con un mal despeje de Yuri Berchiche que rebotó en Lewandowski y acabó en la red y después con una jugada magistral de Yamal. Como si fuera Messi, se fue metiendo hacia el centro desde el flanco diestro hasta generarse el espacio y definir al palo largo con un latigazo imparable. En un visto y no visto los de Xavi no solo estaban recuperados, sino que se marchaban al descanso por encima en el marcador y con buenas sensaciones.

Tras la reanudación, el Barça tropezó otra vez con la misma piedra. Los culés salieron fríos y se vieron avasallados por la intensidad del Athletic. Los de Valverde llegaban antes a cada balón dividido y en un centro lateral de Nico Williams llegó el empate después de que Sancet definiera a placer ante Iñaki Peña. Era el día de la marmota para el Barça. Otra vez nada más saltar al césped y otra vez a levantarse para rebajar los decibelios de un San Mamés que olía la sangre. Y es que los Leones vivieron sus mejores minutos tras el paso por vestuarios. Nico Williams era una pesadilla, Sancet era indetectable y Guruzeta tuvo dos ocasiones clara para adelantar a su equipo.

No lo hizo y el partido llegó al tramo final con las espadas por todo lo alto. Valverde introdujo a Iñaki Williams y Asier Villalibre, mientras que Xavi hizo lo propio con Joao Félix. La entrada del luso mejoró a los azulgranas, que se sacudieron la presión en los últimos minutos y hasta pudieron evitar la prórroga si Yamal hubiese tenido más puntería en un mano a mano ante Agirrezabala.

Ya en la prórroga, el Athletic fue mejor. Lo intentó más y el premio le llegó a los Williams. Iñaki, recién aterrizado de la Copa África, estrelló el balón en la madera y cazó su propio rechace para dar ventaja a los suyos y Nico, con el Barça ya volcado, hizo el cuarto para sellar el pase a semifinales y dejar tocado al Barça, que en apenas diez días ha dicho adiós a dos títulos.