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La implicación de Carlos Aranda en una operación contra el amaño de partidos en la Liga española vuelve a poner en primera línea al exfutbolista malagueño. Siempre le rodeó una fama de jugador complicado y por haber tenido varios problemas con la justicia, de ahí que este nuevo sobresalto se añade a un largo historial de problemas extradeportivos. El delantero pertenece a una de las familias más conocidas de la barriada de El Palo, equipo por el que fichó gratis el año pasado, pero con el que no llegó a jugar.
En diciembre de 2007 Carlos Aranda fue detenido en el marco de la 'operación Chavo', acusado de blanqueo de capitales. Aquella investigación puso al descubierto un «complejo entramado societario diseñado para el blanqueo de capitales que utilizaría sociedades ubicadas en paraísos fiscales, algunas de ellas con objeto social, vinculado a la parafarmacia», según publicó SUR en su día. Esta operación derivaba de una actuación anterior, la denominada 'operación Ocho', en la que ya fueron arrestados en febrero de ese mismo año ocho miembros del denominado 'clan de Los Aranda', tras la intervención de un coche con 41 kilos de cocaína y la localización de un chalé en Mijas donde se procesaba la droga. Aranda tuvo que abonar una fianza de 347.456,11 euros, según se recogía en un auto judicial.
El jugador, supuestamente, prestó colaboración a un familiar al firmar un contrato de préstamo personal para que pudiera efectuar la compra de unas fincas en el municipio de Rincón de la Victoria, cuando en realidad la operación se había producido con anterioridad a la concesión del préstamo, y además en metálico.
Es por esto que la detención de Carlos Aranda en esta operación contra el amaño de partidos y las apuestas ilegales en LaLiga es un capítulo más. Los problemas de Aranda fuera de los terrenos de juego vienen de lejos, de 2004. Cuando militaba en el Albacete, el delantero malagueño se vio implicado en una pelea en un bar a altas horas de la mañana. El incidente se añadía a una larga lista de actos similares en los que el futbolista se había visto implicado, pero de los que salió indemne en la mayoría de ellos. Un ejemplo reciente data de marzo de 2015, cuando fue detenido por su implicación en una pelea en la plaza de Uncibay a las puertas de una conocida discoteca. Hubo tres víctimas, dos miembros de la Policía Nacional y una tercera persona, que aseguraron haber sido golpeados con botellas y recibir puñetazos por un grupo de personas que iban acompañados por sus novias. Uno identificó, «sin ningún género de dudas», a Carlos Aranda como uno de los agresores. El jugador, al saber que estaba siendo buscado por las fuerzas de orden público, se presentó en la Comisaría Provincial y pasó la noche en los calabozos.
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Antes, Aranda logró forjarse una larga trayectoria en el fútbol español. De hecho, es el jugador que ha militado en más equipos de Primera División: Villarreal, Albacete, Sevilla, Numancia, Osasuna, Levante, Zaragoza y Granada, además de en cinco de Segunda, Numancia, Albacete, Murcia, Granada 74 y Las Palmas.
Curiosamente Aranda podría haber ampliado su lista a nueve equipos de Primera de haber llegado a debutar en la Liga con el Real Madrid, donde completó su formación antes de ser profesional. En el cuadro 'merengue' jugó en la Champions dos partidos, en las temporadas 1999-2000 y 2001-2002, pero no en la competición de la regularidad. Tampoco jugó en el equipo de su tierra, el Málaga, con el que nunca ha tenido una buena relación por declaraciones que le han hecho ser silbado en La Rosaleda.
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