Antequera festeja un ascenso inolvidable

La fiesta estaba preparada desde hacía dos semanas, cuando ya había opciones de empezar la celebración dependiendo de otros resultados, pero esta vez decidían ellos mismos y no fallaron ante su afición, esa que se ha multiplicado por diez durante esta campaña al mismo ritmo que fueron llegando sus 21 victorias en 30 partidos. Una cifra impresionante, histórica y redonda como el poder festejar el título liguero en casa.

Hasta eso salió bien en una temporada memorable y nadie quería perderse el colofón de un equipo que ha causado sensación y ha sorprendido porque su objetivo el verano pasado era la permanencia. Quizás por ese hambre de impresionar cada semana un poco más ha logrado mutar en un plantel ganador.

Sus seguidores sólo le han visto ceder una derrota en casa esta campaña. Sin embargo, en la previa aún había nervios sobre sí a los jugadores no les iba a pesar la presión de tener que ganar o empatar contra un Yeclano que llegaba a la ciudad de El Torcal como tercer clasificado con el objetivo de mantenerse en la zona de 'play-off' de ascenso.

La primera parte no sirvió para calmar el cosquilleo en el estómago de los antequeranos. El equipo verdiblanco salió mucho menos atrevido que de costumbre. El ambiente, inigualable, generó cierto respeto. Las entradas se agotaron días antes y la peña 'Los verdes' preparó un tifo que lució a la salida de los futbolistas, que desfilaron por un pasillo formado por jugadores de diferentes edades de la cantera. Tuvieron claro desde el Antequera que este día quedará marcado sobre todo en las mentes de esos jóvenes que sueñan con protagonizar un día así.

En la zona de cabinas, el entrenador del Antequera, Abel Segovia, no podía contenerse. Estuvo ausente en el banquillo por sanción y lo vivió pegado al teléfono dando instrucciones constantes. En la primera parte acabó insatisfecho por la falta de movilidad y energía de sus jugadores. Se bajó al vestuario mucho antes de que el árbitro indicase el descanso y habría que averiguar lo que les dijo a sus pupilos porque en la segunda parte su Antequera sí fue el de siempre.

Montori adelantó al equipo en el minuto 50 y el gol de la sentencia, que llegó en el 88, no podía ser de otro que Luis Alcalde, el capitán, máximo goleador y alma máter del equipo. En ese momento ya podía salir de cocheras el autobús descapotable rotulado para la ocasión. Tras la celebración multitudinaria en el césped el equipo partió en una rúa hasta el Ayuntamiento para compartir su éxito con la ciudad. Luego fueron de regreso al estadio, donde estaba preparada la fiesta con un espectáculo de luces. Aquí nace una nueva época dorada para el fútbol antequerano que esperemos dure mucho y de paso a retos mayores.

Las reacciones de los diferentes protagonistas fueron en la misma línea, ensalzando la gesta. «Es el máximo logro histórico del deporte en Antequera con una afición impresionante», valoró el alcalde, Manuel Barón. «Hemos estado trabajando muchos años y ahora hay que disfrutar del ascenso», comentó el presidente, Ángel González. «Esto es lo máximo; estos jugadores han hecho historia, lo han dado todo desde el primer día», apuntó el entrenador, Abel Segovia.

Y el jugador franquicia, Luis Alcalde, quien también demostró ser capitán fuera del campo guiando a sus compañeros para cumplir el plan de la celebración, no pudo aguantar las lágrimas. «Esto es una locura, se lo merecía la ciudad y también la afición, que nos ha apoyado siempre», manifestó emocionado. El autor del otro gol para el recuerdo fue Montori, que concluyó: «No podía perdonar la ocasión que tuve y más en un día como este con la afición que tenemos».