Alberto González (Tolox, 1979) se ha confirmado como el entrenador malagueño del momento. A sus 45 años su impacto ha sido inmediato en su aterrizaje en el fútbol profesional, con la permanencia del Albacete, al que llegó hace ocho partidos en una situación muy apurada. ... El lunes por la noche (tras el empate a dos en la visita al Villarreal B) era manteado por sus jugadores por su influencia innegable en un equipo que llevaba una sola victoria en once partidos de segunda vuelta, a su llegada, y que ha acabado con cinco triunfos seguidos y un empate. Le ha dado la vuelta al calcetín.
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«Terminar de esta manera es un motivo de orgullo y satisfacción. Hasta que no te salvas no eres entrenador de la categoría. Mi cuerpo técnico y yo llevamos veinte años soñando con este momento. Ahora sí me siento entrenador de Segunda y es el premio al esfuerzo, a los kilómetros, a mi familia, a todo el mundo que ha colaborado a que ahora mismo me sienta entrenador del fútbol profesional», se sinceró el malagueño en la rueda de prensa posterior, en El Madrigal.
Hasta ahora Alberto González, paisano de otro toloxeño entrenador (Rafa Gil) era más conocido por haber sido el entrenador del teletrabajo, situación en la que estuvo en algunos partidos de fuera de casa del Linares la pasada campaña en Primera RFEF, con permiso del club y por una situación familiar.
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Alberto González comenzó su andadura como preparador en categorías inferiores de equipos de su tierra hasta ingresar en la disciplina del Málaga en 2011, y logró el hito de quedar subcampeón de España en categoría juvenil. También pasó por la cantera del Betis y se quedó cerca de un ascenso a Segunda con el Linares, en la temporada 2020-21. El Amorebieta se cruzó en su camino.
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González, que tuvo a sus órdenes a Fermín en el Linares, uno de los jugadores revelación en el fútbol español, ha tenido un efecto balsámico en el Albacete, que con las marchas este verano de Boyomo, Maikel Mesa y Dubasin pasó de pelear por el ascenso a Primera a verse en la lucha por la permanencia. Con su llegada, en lugar de Rubén Albés, hizo 'tabla rasa' y todos los jugadores han venido teniendo oportunidades.
Con su hermano, Enrique González, como segundo entrenador, y Juanjo Rico, de preparador físico, propiciaron la reacción muy pronto, pero las dos primeras jornadas generaron dudas. El equipo no pasó del empate (1-1) en el Carlos Belmonte ante el Huesca y perdió después en el RCDE Stadium (2-1) contra el Espanyol, pero después llegó una serie inmaculada: 1-0 al Tenerife, 0-1 al Eldense, 2-1 al Eibar, 0-1 en Andorra, 1-0 al Leganés y el 2-2 en Villarreal (con un penalti fallado por Quiles) que aseguró la permanencia matemática, ya que aventaja en seis puntos al Amorebieta, decimonoveno, al que gana en el 'goal average', a falta de dos jornadas.
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Alberto González continuará en el Albacete (tiene otra campaña de contrato) en busca de un afianzamiento, una consolidación en el fútbol profesional, que tanto ha deseado alcanzar, porque tiene un año más de contrato, pero ¿llegará a cruzarse algún día su camino y el del Málaga Club de Fútbol?
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