Los 'zorros' se desmelenan

¿Qué hace un club aspirante a la permanencia al frente de la Premier League a punto de cerrarse la primera vuelta? El 0-3 del sábado al Swansea situó por segunda vez esta temporada al Leicester City en cabeza de la que en algunos ámbitos se considera la mejor liga del mundo al menos, la que más ingresos mueve. No son pocos los que creen que la racha actual de los foxes es insostenible,que su defensa no está a la altura y que su fondo de armario no le da para una temporada larga. Pero mientras tanto, quince jornadas después del arranque, la plantilla disfruta de días históricos. Ayer se fueron a celebrarlo a Copenhague (Dinamarca), donde hubo fiesta de disfraces con temática desuperhéroes de cómic.

En verano pocos daban un duro por el proyecto del Leicester, confiado a un técnico sospechoso de una metodología desfasada. En los últimos años Claudio Ranieri salió escaldado del banquillo del Inter (2011-2012) y tampoco triunfó en el Mónaco (hasta la 2014-2015) ni en una selección griega en una crisis profunda, en la que únicamente resistió cuatro partidos.

¿Se adaptaría Ranieri al fútbol inglés? Contra pronóstico, sí. Su capacidad motivadora ha sacado la mejor versión de un equipo muy ofensivo, pero que muestra sus mejores prestaciones cuando puede contragolpear, con la velocidad de sus dos grandes estrellas, Mahrez y Vardy. Insospechadamente, hablamos de los dos máximos artilleros de la Premier a estas alturas, con diez y catorce dianas, respectivamente.

Solo una derrota

Los 32 tantos del Leicester lo sitúan también en cabeza, frente al potencial de rivales como el Manchester City o el United, este verano con cifras de tres dígitos en gasto en millones de libras. La prestigiosa web transfermarkt.es sitúa a la plantilla de los zorros como la quinta más baja en cuanto a valoración, un total de 100,1 millones de euros. Por contra, las de los cinco grandes (los dos conjuntos de Manchester, el Chelsea, el Liverpool y el Arsenal) están todas por encima de los 350 millones.

El Leicester solo ha sufrido una derrota, el 2-5 del Arsenal en septiembre, aunque a Ranieri le sigue obsesionando que el hijo de Peter Schmeichel, Kasper, no encaje goles. Por eso llegó al compromiso de invitar a pizzas al equipo cada vez que lo consiga. Una de ellas fue este fin de semana en tierras galesas.

Pocos recuerdan ya que el Leicester fue colista 180 días en la competición la pasada campaña, pero una inesperada reacción, con siete triunfos y un empate en nueve jornadas, lo dejó a final decimocuarto. Pese a ello, el mandamás, Vichai Srivaddhanaprabha, un multimillonario tailandés de la firma King Power, decidió que el técnico Nigel Pearson no siguiera y que lo sustituyera Ranieri.

Afortunadamente, los clubes de la zona media y baja en Inglaterra disponen de chequera abundante para gastar, ante el maná de los derechos audiovisuales vendidos hasta 2019. El club se gastó 38 millones en jugadores como el atacante japonés Okazaki (exótica inclusión en la última lista del Balón de Oro), los medios centro Kante e Inler, y los defensas Benalouane y Huth. El lateral Fuchs llegó libre, y Nathan Dyer, cedido.Solo se recaudó 9,20 millones con los traspasos de los atacantes Nugent y Wood.

Pero si el Leicester es la revelación europea, qué decir de su goleador, Vardy, nuevo internacional inglés, cuando jugaba hace meses en la cuarta categoría, y que ha batido un récord histórico del torneo, el de Van Nistelrooy, al encadenar once jornadas seguidas marcando. La serie se frustró el sábado, el día del hat-trick del argelino Mahrez, un extremo de los de siempre, con una velocidad endiablada y peligrosas diagonales. Lleva seis asistencias, por cinco de Albrighton.