Al San Pedro le faltó el último peldaño

El San Pedro no pudo. El milagro no fue posible y se quedará una temporada más en Tercera. Los graves errores cometidos en defensa durante la primera parte, y la expulsión cuando más apretaba, tras el intermedio, de Bezares dejaron a los de Adrián Cervera sin opciones frente a un Llosetense que globalmente fue mejor.

Con todo, fue un partido caliente, pero jugado con deportividad. Ambos se jugaban el ascenso y salieron muy enchufados. Y el que golpeó primero fue el San Pedro, con un balón colgado que Mingo no pudo atajar por la tremenda entrada al bulto de Juanfri. Tras la preceptiva tángana, todo quedó en nada, pero dicha acción era un claro aviso de los visitantes de que no estaban de Lloseta de paseo.

Los de Óscar Troya buscaban responder con toque y verticalidad en su juego. Pero el San Pedro tenía la lección bien aprendida del partido de ida, y entorpecía con su presión en la zona medular la salida de balón de los locales. Pero, con lo que no contaba Adrián Cervera es con el colosal error de su lateral zurdo Mauri, que en su intento de despejar un balón colgado por la izquierda al área por parte de Sergi Rojals, lo que hizo fue impactar el balón en su propio rostro. Una acción absurda, de risa, y que habilitó a Aitor Pons, que seguía la jugada para cruzar ante un desesperado Javi Muñoz.

Pedro, muy activo

Con el gol a favor, y la lógica euforia en la grada, llegó el cambio de tornas en el partido. El San Pedro buscó por la vía rápida la igualada, explotando los problemas que tenía Damiá para frenar al incisivo Domingo. Pero el que realmente llevaba peligro al área local era el espigado Pedro. Avisó primero con un disparo sin consecuencias en el minuto 18. Sesenta segundos después, un despeje blando de la zaga local propició el voleón desde la frontal del área del propio Pedro, alojando el balón al fondo de las mallas ante la estatua que hizo el portero local Mingo.

Aparecieron los nervios en el equipo de Troya y los fallos infantiles. En uno de ellos, Domingo tuvo en sus botas la oportunidad de cambiar el signo del marcador. Pero el número 7 visitante, solo en el punto de penalti, no remató con más precisión y la mano milagrosa de Mingo hizo el resto para desbaratar aún más las ilusiones costasoleñas. El San Pedro perdonó el 1-2 y eso lo pagó caro.

A la siguiente acción, llegó la estrategia local. Y por tanto, el gol. Falta botada al área visitante al segundo palo, prolongación con la cabeza de Jorge al punto de penalti para que Joan Oller, solo, hiciese el resto de cabeza. Con el 2-1 y el ascenso cada vez más cerca de Lloseta, apenas hubo ocasiones para ambos equipos en el resto del primer tiempo, llegando al intermedio del partido con ventaja franca para el Llosetense (3-1 en el global).

Contragolpes peligrosos

Tras el descanso, lo intentó de salida el San Pedro, pero sin demasiada convicción. De hecho, al contragolpe el Llosetense dispuso de ocasiones claras para decantar más el marcador a su favor. Y cuando el San Pedro dispuso de alguna opción para al menos comprimir más el partido, allí estaba Mingo ejerciendo de ángel salvador.

Pero el partido se cerró ya para el once visitante cuando Bezares vio la segunda amarilla tras soltar el brazo ante Aitor Pons en un balón aéreo. Minutos después, el propio Aitor, en especetacular cabalgada en solitario, colocó el definitivo 3-1, y minutos después llegó el final de trayecto para el San Pedro tras una gran campaña.