Esos finales angustiosos

Confieso que en su momento no vi con buenos ojos el nombramiento de Luis de la Fuente como seleccionador (posiblemente influenciado por el 'caso Rubiales'), como tampoco su primera y larga lista de convocados.

En cada convocatoria, sin embargo, es justo reconocer que con el transcurso del tiempo y de partidos se ha producido un evidente progreso en su trabajo con un grupo ya reconocible que está siendo la sensación de la Eurocopa. Es ahora, justo ahora, cuando se hace efectiva la esperada transición del equipazo que ganó el Mundial de Sudáfrica. España ha vuelto catorce años después para entusiasmo y regocijo de una afición que, en parte entre aburrida y decepcionada, se había desligado de la selección en la que el protagonismo parecían acapararlo los técnicos en las ruedas de prensa.

Así, todo parece funcionar en este momento. Esta misma noche tiene España otra definitiva prueba. Si le gana a Francia, España estará en la final. Suficiente. Si no gana, que podría ocurrir por esos extraños imponderables, no pasa nada. España ha demostrado ya que ha sido el mejor equipo que ha pisado césped alemán. Así y todo confiamos en que la suerte que ha acompañado a De la Fuente y sus jugadores no les abandone al final. ¡Vamos, España!