Dos gestas y un ascenso

El ascenso del Málaga, manteniendo el tipo después de una balbuciente Liga, nos hizo temer lo peor, pero acabó revalorizando ese éxito de ese sufrido ascenso. Así pues, por un lado, cerrojazo a una prorrogada temporada y, por otro, se alza el telón de un nuevo ejercicio en esa Segunda que todos anhelábamos. Los internacionales se irán a casa para unas breves vacaciones y los malaguistas ya están aquí, atareados en su puesta a punto.

Hay tiempo por delante, pero el justo para activar este nuevo proyecto del Málaga que no admite demora. Lo preocupante, ahora que ya está el equipo donde se pretendía, es que se pierda el tiempo en discusiones e interferencias que no conducen a nada. Y que parece difícilmente evitable mientras dure la situación judicial del club, que se presume para rato. Está claro que no habrá entendimiento entre los dos máximos propietarios, que lo del jeque es punto y aparte, mientras que más de un grupo inversor espera inútilmente la posibilidad de entrar en juego.

Seguiremos esperando con la esperanza de un posible arreglo y la confianza de que la dirección técnica del club acierte. Mientras tanto disfrutemos de los éxitos del deporte español. Aunque tanta euforia dure lo justo, vamos a creer que, en esto, somos los mejores.