En la TotalEnergies Media Maratón de Málaga triunfó el amor

Roberto Barquilla fue el gran protagonista de lo que aquí se cuenta. Cocinó su plan a fuego lento y sin dejar ningún detalle a decisión de la suerte. Lo que este domingo aconteció sobre la pista de atletismo del Estadio Ciudad de Málaga empezó a tomar forma hace poco más de medio año, con la entrada de la primavera. Este domingo le pidió matrimonio a su novia, Olivia Schol, nada más rebasar la línea de meta, entre lágrimas y aplausos por parte de los atletas y aficionados allí presentes.

Él es madrileño y peluquero de profesión. Ella, malagueña y policía. La pareja, que comenzó su romance en enero de 2020, semanas antes del estallido de la pandemia, vive en Madrid, aunque ambos han pasado el fin de semana en Málaga con motivo de la carrera. Asiduo corredor de pruebas de este tipo, confesó nada más cruzar la meta no encontrarse para nada nervioso en cuanto a la exigencia deportiva que presentó el trazado. «Es una distancia que domino», cuenta. Eso, sin embargo, no quitó que viviese las horas previas con inquietud por lo que vendría después: «Estaba cagao'».

Con el dorsal '3.515', Barquilla compartió su plan con la propia organización de la carrera para no dejar ningún cabo suelto. Olivia, que estaba sentada en las gradas, fue llamada a través de la megafonía del estadio para bajar a la pista con la excusa ficticia de que había ganado un sorteo. No se imaginaba lo que vendría después. Su novio, que se puso el reto personal de completar los 21 kilómetros y 97 metros en una hora y 45 minutos, apretó en el último tramo del recorrido para cumplir con la hoja de ruta. «Había acordado con la organización un tiempo un poco apretadillo para mí para que estuviera todo listo», confesó tras llevar a cabo con éxito su plan.

Tras unos minutos de espera a escasos metros del arco de llegada, Roberto Barquilla hincó la rodilla para cumplir con la idea. Olivia Schol no pudo contener la emoción y rompió a llorar. «Quería hacerlo en Málaga, en su casa, y en el sitio donde ella preparó las oposiciones de policía», detalló el novio. «Llevaba meses pensándolo, desde que me apunté. Hemos venido expresamente a esto, a la carrera y a pedirle matrimonio. Era todo secreto y nos inventamos lo del sorteo», sentenció Barquilla. Para ella fue una grata sorpresa. «No me lo esperaba, él no se ha querido casar nunca», concluyó entre risas. A Roberto y Olivia no se les olvidará jamás este día.

La segunda de las historias de amor de esta Media Maratón de Málaga también tiene como protagonistas a un malagueño y a un madrileño. Justo a la salida del Estadio Ciudad de Málaga esperaba el costasoleño, Javier Pérez, que recibió a las cuatro de la madrugada la llamada de su primo, Pablo de la Cueva, madrileño, aunque actualmente en Chicago, que deseaba darle una sorpresa a su novia, Patricia, una de las tantas corredoras de la prueba.

Javier fue el mensajero. Con un ramo de lirios blancos y una nota en la que su primo le quiso recordar lo orgulloso que estaba de ella se plantó en la puerta a esperarla. «No la conozco, sólo tengo una foto de ella y de su dorsal», contó de forma anecdótica. «Me comentó que su novia hace la carrera y que si podía hacerle el favor». Este detalle entre primos se convirtió en uno de los episodios más entrañables del día.