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La XXXI TotalEnergies Media Maratón de Málaga se vistió de luto ayer con el fallecimiento de uno de sus participantes, el noruego Helge Arnfinn Holmen, un asiduo en esta prueba (estuvo al menos en la trigésima edición y en la de 2019) y con 58 ... años de edad. Tras completar la carrera con un registro de 2h.08:59, se desplomó casi tras superar la línea de meta al sufrir una parada cardiorrespiratoria.
Pese a ser atendido de inmediato por médicos de las dos UVI móviles de la Cruz Roja que formaban parte del dispositivo de esta prueba, y pese a que se le practicaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), no pudo evitarse el deceso al cabo de casi tres cuartos de hora presididos por la tensión. Los organizadores, con ayuda del Consulado noruego, trataron de ponerse en contacto con familiares, tarea que fue muy dificultosa. El incidente ensombreció la prueba cuando aún quedaba un número importante de atletas por llegar a la meta. El ambiente en el Ciudad de Málaga fue ya otro, sin la música, y con una ambulancia sobre el tartán que alertaba a los 'finishers'.
Pero la mañana había comenzado de la mejor manera. Se esperaba un récord y se produjo. El keniata Jopshat Kiptoo Chumo, que invirtió una hora y 23 segundos, batió una plusmarca histórica en la Media Maratón Ciudad de Málaga. Después de 31 ediciones de la carrera, pulverizó en poco más de medio minuto el registro de su compatriota Silas Sang del año 2006 (1h.00:56), entonces con otro trazado, que acababa con una pequeña subida en la Ciudad Deportiva de Carranque y sin las ayudas tecnológicas que se han producido en las zapatillas de atletismo.
Kiptoo Chumo, del Adidas, uno de los atletas africanos invitados por la organización a la prueba, era el que mejor marca acreditaba antes de ella. En concreto, una de 1h.00:11, lograda además recientemente, en Lyon-Montbeliard (Francia) a finales de septiembre, y en abril tampoco lo hizo mal en Praga (1h.01:04). El ganador se aprovechó del trabajo hasta la mitad de la carrera de su compatriota Abel Mutai, un fondista de una fisonomía muy diferente, con larga zancada. Su esfuerzo le llevó a echarse a un lado pasado el kilómetro 10, y hasta el 12 Kiptoo Chumo se quedó en cabeza sólo junto a Dennis Kibet, que a la postre fue tercero en la meta (1h.02:49), detrás de Mutai (1h.02:12).
Quizás el haberse quedado solo antes de lo previsto lastró su marca final, que en los promedios iniciales (28:31 en el 10.000) apuntaba a bajar de la hora, pero el viento en contra (aunque de baja intensidad) en el recorrido de vuelta, una temperatura más alta, y quedarse solo, le mermaron. Logró 1.750 euros de botín.
El trazado, con salida en el entorno del estadio Ciudad de Málaga y llegada al interior del mismo, no pudo ser más favorable, con largas rectas, sólo diez curvas y, lo más importante, seis metros de desnivel acumulado, con una sola rampa, la del final del Paseo de los Curas, en el giro hacia La Farola. Discurriendo por el litoral, el recorrido marcaba un giro de 180 grados en el Morlaco, a la altura del tranvía, y de ahí el regreso al punto de partida.
Hubo récord masculino, pero no femenino, y por poco. La keniata Valentine Jekoech paró el crono en 1h.10:49, por encima de aquella 1h.10:20 establecida en 2009 por la marroquí Malika Asahssah. En todo caso la organización de la TotalEnergies Media Maratón, ahora asumida por Málaga Sport y Motorpress Ibérica, cumplió el objetivo de colocar la prueba en marcas competitivas a nivel nacional y pretende cara a 2023 entrar en el calendario de la World Athletics, con un selecto elenco de apenas 240 pruebas de fondo a nivel mundial.
La segunda fémina fue la también keniata Cynthia Nolari (1h.15:33) y la tercera y única representante local en podio fue Belen Infantes (1h.18:35), del Atletismo Guadalhorce. Participaron en torno a 5.500 corredores, en una prueba que tuvo cinco avituallamientos (con sus correspondientes contenedores pocos metros después de cada uno para evitar residuos en la calzada) y una espléndida organización, con más de 300 voluntarios y un amplio dispositivo policial (que trató de evitar, sobre todo, cruces en la carrera) y médico.
En relación al funesto incidente de un fallecido, tanto el Ayuntamiento de Málaga, con su alcalde, Francisco de la Torre, presente en la salida y llegada de la prueba, como la organización dejaron claro que la carrera contaba con un plan de autoprotección superior al requerido en este tipo de pruebas, con un puesto sanitario avanzado en meta, ocho UVI, cuatro soportes vital avanzados y cuatro soportes vital básico, dos vehículos de apoyo 4x4. En total, 54 sanitarios: nueve médicos, diez enfermeros y catorce personas encargadas de primeros auxilios, una veintena de técnicos de emergencias y, finalmente, un coordinador.
Además, el Ayuntamiento activó el grupo psicosocial de Protección Civil para que tanto este como el grupo de orientación y apoyo psicológico de Parcemasa asistiesen a los familiares del fallecido. En el transcurso de la carrera otro participante tuvo que ser trasladado en ambulancia al Hospital Clínico Universitario.
¿Quién era Helge Arnfinn Holmen? El deportista, al parecer con residencia en Oslo, trabajaba como ejecutivo en una firma tecnológica, Tietoevry, una empresa finlandesa de servicios y software, que ofrece servicios de ingeniería de productos. En sus redes sociales se le ve con la camiseta de la trigésima edición de la prueba, y también corrió en 2019 (con marcas similares a la de ayer) y en Lucena (Córdoba). Corría sin acompañantes. El incidente apenas encuentra precedentes en Málaga, sólo el sucedido en 2019 en la Carrera Urbana. cuando Jesús Millán (un melillense de 30 años), se indispuso en Capuchinos, y no pudo ser reanimado tampoco.
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