A la comba, con el perro, pelucas o descalzo: así se corre la carrera Ciudad de Málaga

Faltaba poco para empezar y estos equipos se iban colocando en la línea de salida, desde donde estaba el joven Roberto Soriano, que a sus 17 años ya es la cuarta vez que corre esta prueba. Mientras, su tía Rosa Garrido le llamaba para desearle suerte desde uno de los laterales: «Es que... ¡Menudo deportista!», comentaba orgullosa de su sobrino. Cuando el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, daba el pistoletazo de salida, una marea de 'runners' comenzaban el recorrido. Ahí ya se podían ver algunos de los detalles de las equipaciones más originales, que no pasaron desapercibidas, o algunos de los corredores más atrevidos y con promesa que corrían descalzos.

Tras la línea de meta, detalles divertidos como el de Javier El Rey, del Club de Nado Aliquindoi, que cruzaba con una sonrisa de oreja a oreja y saltando: «Hago casi todo el recorrido a la comba, cuando hay mucha gente paro, pero esta es una forma de animar a los compañeros y a público. Además, voy por el camino diciendo: ¡Viva Málaga! ¡Viva Aliquindoi!», animaba efusivo mientras iba a saludar a una de sus compañeras de nado, Loles García-Alarcón: «Nos une el deporte, es como un gran hermano para mí», comentaba la corredora.

En familia, con amigos o con las mascotas, como hizo Juan Francisco Lima Ruz acompañado por su perrito, Califa: «Es la segunda vez que la corro, he tenido que parar un par de veces para que Califa no se cansara mucho, pero está acostumbrado porque cuando salgo a correr intento hacerlo con él», aclaraba el joven deportista. También los 10 kilómetros los aguantó la perrita Tuli, que con su dueño Gregorio Sánchez superaron récord: «Siempre intento hacer unos seis kilómetros, hoy han sido los diez completos. Y es una alegría esto de los perros, porque deberían dejarlos estar en todos lados», celebraba mientras Tuli miraba inquieta de un lado a otro.

Más tranquila estaba la pequeña Iria, que con dos años acababa de vivir su primera carrera urbana Ciudad de Málaga y cruzaba la meta dormida en el carrito que llevaba su madre, Nazareth Heredia, que hizo la carrera de los 4 kilómetros. Esa misma que corrieron gran parte de las familias y las chicas del femenino de EBG Málaga, que destacaban por el color verdes fosforito de sus camisetas y las pelucas que llevaban algunos de los padres. Las jugadoras, Fátima, Daniela, Claudia, Raquel, Sara y muchas más. «Ha ido muy bien la carrera», comentaban entre ellas al terminar. «Es que son muy duras», comentaban los padres y madres, entre ellos Ana María, Inma, Antonio y José: «Nos gusta mucho un cachondeo, nos apuntamos a lo que sea y venimos con las pelucas del color verde como el equipo», explicaban entre risas.

Porque en las carreras los hay que van a competir, a luchar por el podio y disfrutar. Pero también están los deportistas que van en grupo y, que como dicen muchos de ellos, «a pasar un buen domingo» de forma saludable con risas y deporte. Como dice ese famoso dicho, lo importante es participar. Y disfrutar.