Cuando una empresa comienza torcida, no es fácil enderezarla. La Vuelta también tuvo problemas con el traslado desde Murcia a Valladolid, donde la carrera descansó este lunes antes de la contrarreloj de este martes. Siete equipos llegaron a la capital castellana a las tres de ... la madrugada después de que uno de los dos aviones fletados por la organización no pudiera alcanzar el aeropuerto de Villanubla por la DANA que barrió el centro de la península y tuviera que aterrizar en Madrid. Desde allí, los ciclistas fueron embarcados en autobuses para salvar los doscientos kilómetros finales por carretera. Los siete equipos perjudicados fueron Lidl-Trek, Arkea, Lotto , Caja Rural-RGA, Alpecin, Burgos y DSM. El avión con los líderes de la carrera, el de los equipos Jumbo, Soudal, Movistar, UAE o Ineos, llegó sin incidencias a Valladolid a eso de las diez y media de la noche del domingo.
Fue cuestión de minutos, ya que las dos aeronaves despegaron con apenas un cuarto de hora de decalaje, pero la orden de desviar los vuelos de Valladolid llegó nada más tomar tierra el primer avión, con 15 equipos (cada uno con todos sus ciclistas y cuatro auxiliares a bordo). El complicado final de etapa en la Cruz de Caravaca también ralentizó el traslado, ya que los ciclistas terminaron embarrados por el mal estado de la carretera y el desplazamiento posterior al polideportivo Juan Antonio Corbalán de Caravaca de la Cruz a ducharse y cambiarse de ropa antes de poner rumbo al aeropuerto también tuvo sus dificultades logísticas, lo que retrasó el operativo de traslado a Valladolid.
Uno de los perjudicados fue Romain Bardet (DSM), que como es habitual en él deslizó una reflexión que fue algo más allá del clásico tópico, dejando caer que el karma tuvo algo que ver en el embrollo, por no haber elegido la organización un medio de transporte más sostenible que el avión. «Es medianoche y acabamos de llegar... a Madrid. Ahora, unas pocas horas más de autobús a Valladolid. Creo ha sido el karma para la organización. Traslados en autobús durante una gran vuelta en 2023... Es tiempo de cambiar».
El primer avión pudo tomar tierra en Valladolid a la hora prevista con 15 equipos a bordo, tan solo por escasos minutos, pues las órdenes de aterrizaje cambiaron afectando a la segunda nave.
Edward Theuns (Lidl-Trek) mostró su decepción. «Llegamos al hotel a las 3:15 de la madrugada.... No había comida... Cuando hay que pesar cada gramo y hacer todo lo posible para recuperarse, eso no va a levantar la moral», dijo el belga.
Nueve días complicados
Las nueve etapas que ha cubierto la Vuelta en su primer bloque han terminado por ser una sucesión de complicaciones. Todo se empezó a torcer el primer día, en la contrarreloj por equipos de Barcelona, que acabó de noche y con las calles convertidas en ríos por la tremenda tormenta que azotó la Ciudad Condal. Al día siguiente, la toma de tiempos antes de la subida a Montjuic deparó un final esperpéntico con los ciclistas que no disputaron el triunfo de etapa de paseo
En Andorra, el tercer día, Evenepoel chocó contra un empleada de prensa del Gobierno del Principado tras cruzar la meta y el director de carrera, Javier Guillén, tuvo que acudir al autocar del Soudal a pedir perdón. Después se supo de un intento de sabotaje a la carrera, por parte de un grupo que pretendía arrojar aceite a la calzada para impedir el paso de la Vuelta. En Caravaca, nueva neutralización y kilómetros finales de esperpento por el mal estado de la calzada. Y, de remate, las tribulaciones del traslado a Valladolid.
Este martes comienza «otra Vuelta a España a partir de Valladolid», opina Miguel Indurain. La organización reza porque no sea solo en lo deportivo. También en todo lo que rodea a la carrera.
La Vuelta se reanuda este martes con una contrarreloj llana, ideal para Evenepoel
Remco Evenepoel (Soudal) aspira a dar un golpe a la Vuelta en la contrarreloj de este martes en Valladolid, la única de la carrera. El campeón del mundo de la especialidad tiene ante sí un escenario propicio, porque los 26 kilómetros de la capital pucelana son prácticamente llanos y se desarrollarán por grandes avenidas, un recorrido ideal para los especialistas y para mover grandes desarrollos.
Con apenas la subida al barrio de Parquesol en el inicio de la etapa, la crono es llana y sin dificultades técnicas. Muy pocas curvas y sin peligro. Los últimos 15 kilómetros son prácticamente dos rectas. Evenepoel ha ganado tres pruebas contrarreloj este año, el campeonato del mundo y las dos del Giro de Italia que disputó antes de retirarse cuando era líder. La larga, en Cesena, tuvo 35 kilómetros por los 26 de este martes y no abrió diferencias. Ganó con un segundo de ventaja sobre Geraint Thomas (Ineos), muy desdibujado en esta Vuelta. Aquel día, Primoz Roglic (Jumbo) cedió solo 17 segundos.
El belga aspira a abrir huecos mucho más importantes el martes. Con siete de ventaja en la general respecto a Roglic y once con Vingegaard, Evenepoel busca una manera de zafarse de la pinza de los Jumbo, Por delante, también quiere recortar la ventaja del líder, Sepp Kuss, que ronda los dos minutos y medio. El estadounidense debería de ir cediendo, pero a un corredor de su calidad conviene ir quitándole tiempo antes de que sea tarde.
Juan Ayuso (UAE), que batió a Evenepoel en la crono de la Vuelta a Suiza, también está ante su oportunidad de dar un paso adelante en la contrarreloj. El de Jávea fue tercero en la última edición de la Vuelta y aspira a repetir triunfo en Madrid.
La de este martes es la única contrarreloj individual de la carrera. Por delante quedarán once etapas, seis de ellas de montaña, con el Tourmalet (viernes) y el Angliru (miércoles 13) como citas claves.
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