Ruge el orgullo herido de un campeón
Decimocuarta etapa ·
Remco Evenepoel ofrece un recital al culminar con éxito una larga cabalgada en la temible etapa de Larrau el día siguiente de perder todas las opciones en la generalSecciones
Servicios
Destacamos
Decimocuarta etapa ·
Remco Evenepoel ofrece un recital al culminar con éxito una larga cabalgada en la temible etapa de Larrau el día siguiente de perder todas las opciones en la generalGaizka Lasa
Sábado, 9 de septiembre 2023, 20:37
El espíritu de un campeón herido sobrevoló este sábado los Pirineos con un pedaleo angelical, burlando la ley de la gravedad y toda sospecha alimentada la víspera sobre su incapacidad en la montaña. Remco Evenepoel (Soudal) se acopló en su bicicleta como una bola de ... fuego, con su orgullo en ebullición, y se lanzó hacia una conquista épica que le redimiese del fiasco del viernes -perdió 27 minutos en la cima del Tourmalet- y le devolviera a la galaxia de las estrellas carismáticas del ciclismo moderno.
¿Abandonar?, le plantearon al campeón belga los medios en la salida. Los valientes no se rinden y a estas alturas la osadía de este astro está fuera de toda duda. Cuando Romain Bardet (DSM) sea mayor, no contará a sus nietos que ha subido dos veces al podio del Tour de Francia. No. Les narrará la hazaña de la fuga que un día protagonizó en la Vuelta junto a una leyenda de este deporte por los bucólicos parajes de Larrau y Belagua. Les dirá, como buen antihéroe, que no pudo acompañarle hasta el final de la aventura, que se quedó a poco menos de cuatro kilómetros para la meta, tras rodar ya mucho tiempo con el piloto rojo encendido, pero que durante el trayecto le dio tiempo para arrojarle dos botellas de agua por el cuello en las rampas de Larrau y relevarle con honestidad mientras le duraron las fuerzas.
Evenepoel trazó la hoja de ruta de la venganza contra sí mismo en el autobús. «Ayer fue un día muy complicado, no logré dormir bien, tenía muchas cosas en la cabeza. Esta mañana me desperté y me dije a mí mismo que tenía que ir adelante», explicó. Con la autoestima de las grandes figuras, urdió entrar en la fuga que se hiciera, empujarla hasta tomar la suficiente ventaja y rematarla, entrara quien entrara, para llegar con los brazos en alto a la meta de Belagua. Lo hizo tal cual lo planeó y cruzó la pancarta sin gestos de arrogancia, ni mensajes subliminales hacia nadie. Lloró después de humildad. Nunca se sabrá si las lágrimas derramadas respondían a la emoción de la gesta firmada o a la rabia de la oportunidad desbaratada la víspera en plena ascensión al Aubisque.
Evenepoel volvió a aunar la brutalidad del fondo con la sutileza y la naturalidad en la forma. Fiel a su manera de cabalgar, apisonó a rivales de primer nivel simulando un plácido paseo montañero. Más que virulencia, su pedaleo denotaba un movimiento coral y armonioso, muy estilo fino cicloturista pero en rápido. Muy rápido.
Inició la ascensión a Larrau, ya acompañado solo por Bardet, con 4:24 de ventaja sobre el pelotón de los favoritos donde rodaban quienes se juegan esta Vuelta. En la pancarta de la montaña, la diferencia rondaba los seis minutos. Atacó Juan Ayuso (UAE) para ver hasta dónde puede llegar. Contraatacó Enric Mas (Movistar) para no perder su estatus. Puso orden por momentos el Jumbo Visma para que el rebaño no se le alterara. Y hasta Bahrain lanzó una ofensiva a ver si sonaba la flauta. Y mientras tanto, Remco se iba más y más lejos, en su mundo, sin más rivales que él mismo. Quedaba aún terreno hasta Belagua para desfallecer o descubrir una faceta más terrenal. Pero no. La renta no hizo más que crecer hasta los 8:21 que metió a David de la Cruz (Astana), primero del grupo del líder y su séquito.
Dormirá mejor esta noche el prodigio del Soudal, que aún no ha dicho su última palabra en la Vuelta. «Voy a centrarme en otras victorias de etapa y en el maillot de mejor escalador», afirmó después de ganar. Bienvenidas son sus declaraciones de intenciones para el aficionado que quiere divertirse en la última semana de carrera. Porque la impresión que quedó sembrada tras la etapa de este sábado fue la de que no caben muchas emociones fuertes entre los primeros de la general. Entre que unos no necesitan atacar y otros no pueden, el baile de movimientos no promete mucha efusividad.
Jumbo confirmó aeste sábado con su estrategia que su preferencia pasa por ganar la Vuelta con Sepp Kuss y poder alardear así de vencer las tres grandes el mismo año con tres corredores diferentes. Por si llega el bajón -más pronosticado por la teoría de la fisiología del deporte que por las sensaciones del corredor- de quien ya ha participado en Giro y Tour esta temporada, la escuadra neerlandesa mantiene a Roglic y Vingegaard en segunda y tercera posición respectivamente. Ayuso, Mas, Soler y Landa pelearán entre los mortales con la esperanza de que alguno de quienes les preceden haga 'un Evenepoel' en Asturias o la Sierra de Guadarrama. Pero antes, Lekunberri. Día a día. Que esto es largo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.