Málaga se despide con buena nota

Tras unos días repletos de intensidad y emoción, la Vuelta a España se despide hoy de Málaga. La provincia ha sido testigo exclusivo de las primeras tres etapas de la carrera, uno de los grandes eventos deportivos del verano. Estepona es el punto de partida de la cuarta jornada de la ronda española, que mirará a Poniente y pondrá rumbo a Cádiz. El paso de la carrera por la Costa del Sol ha dejado a los directores deportivos satisfechos y, a pesar de la polémica que se desató en torno a la contrarreloj por equipos de Marbella, la cuota de elogios es significativa.

Queda claro que la belleza de la zona ha cautivado al pelotón. «Me han gustado las etapas, es un área muy bonita. Creo que para los espectadores es genial disfrutar de ella. Las tomas de los helicópteros han mostrado unos paisajes preciosos y, al mismo tiempo, se ha corrido fuerte. Si observas a los ciclistas, se nota que han competido al cien por cien», declaró a este periódico Jens Zemke, el jefe del MTN-Qhubeka equipo del masajista Javier Souvirón, único profesional malagueño en la Vuelta.

No era peor el balance de Eddy Seigneur, a pesar de que el equipo que dirige, el IAM, fue uno de los grandes damnificados de la jornada de ayer, en la que sufrieron los abandonos de Matteo Pelucchi y David Tanner. «Ayer no fue un día positivo para nosotros, pero ha sido un bello recorrido. Las carreteras eran algo deslizantes, pero no excesivamente, y hubo mucho público», evaluó.

Según las palabras de José Luis Arrieta, que está a cargo del Movistar Team, el apartado deportivo también cumplió el expediente:«Hubo un poco de todo:la etapa de ayer fue para los favoritos y, la de hoy, para los velocistas, que no desaprovechan las pocas oportunidades que tienen».

La llegada al Alto de Mesa, en las cercanías del Caminito del Rey, supuso el punto decisivo del tránsito del pelotón por Málaga, y no fue ninguna bagatela. «La subida final fue muy dura. Desde luego, se ha exigido un gran esfuerzo desde la primera etapa en línea», consideró Zemke.

Discrepancias

Otra conclusión clara se extrae de las conversaciones con los directores:la contrarreloj por equipos que abría la Vuelta en Marbella fue señalada como lo más negativo del estreno de la carrera. «Cuando llegamos al recorrido vimos que era... bueno, complicado», indicó Seigneur, mientras que Zemke recordó que rodar «en calles con arena a 60 kilómetros por hora es peligroso, igual que terminar en una pasarela sin espacio para frenar».

La situación obligó a los estamentos implicados a buscar una solución en un tiempo limitado. «Cuando comenzaron a arreciar las críticas y quejas, convocamos una reunión con miembros de la organización y los equipos para tomar una resolución consensuada», explicó uno de los comisarios de la prueba, Juan Martín. Finalmente, se optó por mantener el trazado diseñado inicialmente, pero sin computar los tiempos para la clasificación general. «Era necesario eliminar la tensión de los corredores y por eso escogimos esa vía. Aún así, casi todos los conjuntos rodaron rápido, pero alivia mucho desprenderse de la presión de no ceder muchos segundos», afirmó Martín.

La decisión fue recibida con distinto agrado por los directores. «Entiendo a ambas partes. La organización quería mostrar un gran espectáculo, pero la seguridad es lo primero», valoró Zemke, mientras que Arrieta comentó:«Es lo que había que hacer, nosotros salimos a competir y, afortunadamente, no hubo nada que lamentar». Más crítico se mostró Seigneur, que dijo:«Repeto a los organizadores y aficionados, pero creo que una contrarreloj individual o una ruta alternativa hubieran sido mejores soluciones».

Pero la sensación general es de satisfacción. Las dos etapas en línea de la provincia han sido un éxito en todos los aspectos. «Para la Vuelta a España, estos tres días en la región han sido muy positivos», concluye Seigneur.