Llegada del BMC a meta.
Primera etapa

Peter Velits, primer maillor rojo

El BMC ganó la contrarreloj por equipos inicial en que no contaron los tiempos

benito urraburu

Sábado, 22 de agosto 2015, 15:19

Ganó el que quiso ganar, el equipo que tomó más riesgos. Tampoco nada llamativo, ni temerario, pero sí con ganas, las suficientes como para adjudicarse el triunfo en la contrarreloj por equipos inicial de la Vuelta a España 2015 y colocar a uno de sus corredores, Peter Velits como maillot rojo. No confundir son su hermano Martin, que corre en el Etixx, y también disputa la Vuelta.

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El BMC rodó en los 7,4 kilómetros iniciales a una media de 54,3 kilómetros por hora y dejó a formaciones como Tinkoff y Orica, que también se lo trabajaron mucho, sin un triunfo de etapa que no servía para que los cronos logrados marcasen diferencias en la clasificación general. Para lo que sí sirvieron fue para dejar prácticamente cerrada la polémica sobre un trazado que realmente resultó vistoso, que es cierto que tenía demasiados tramos comprometidos, pero en los que no hubo ningún tipo de incidente: ni averías, ni, lo que es mucho mejor, caídas, por lo que el mal trago inicial de la prueba se pasó sin problemas.

Hubo formaciones que buscaron la victoria, un podio en la Vuelta a España nunca es desdeñable, y otros como el Sky, Movistar o Astana que se lo tomaron con más calma. Ya en el punto intermedio situado en el kilómetro 3,5, BMC marcó el mejor tiempo, con 4:10, seguido a un segundo de Tinkoff, mientras que Movistar cedía diecinueve segundos, Astana, treinta y Sky, 1:11.

Cada formación afrontó los 7.400 metros de ayer como quiso. Los tiempos conseguidos retrataron la formas en la que cada grupo deportivo se tomó el estreno de una carrera que llevaba envueltas tres días en una tormenta peligrosa.

Mecanismos automatizados

El equipo de Valverde y de Nario Quintana no forzó. Nos les compensaba arriesgarse a una caída por buscar una etapa en la que tampoco eran claros favoritos. El BMC ya había ganado la crono por grupos del Tour y también la del Dauphiné, lo que dejó a Tejay van Garderen en una inmejorable posición en la general, situación que no perdió hasta que tuvo que dejar el Tour en los Alpes. Tienen muy machacados los mecanismos del trabajo en grupo, cuentan con muy buenos corredores y también, lo más importante, con ciclistas de mucho nivel para ese tipo de compromisos.

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El triunfo del BMC sirvió para lanzar a un primer plano a Peter Velits, un eslovaco, como Peter Sagan, que llevaba trazas de figura, como otros muchos ciclistas, y cuya carrera se terminó diluyendo con el paso de los años. Gemelo de Martin, ganó una etapa, la contrarreloj de Peñafiel, y finalizó en décima posición en la Vuelta a España de 2010.

Aquel resultado le convirtió en un ciclista apetecible para muchos equipos que vieron en él un valor sólido. Seis años después puede decir que ha sido tres veces campeón del mundo contrarreloj por equipos, con el Omega y el BMC, además de imponerse en la Vuelta a Omán. Su aparición internacional tuvo lugar en 2007, cuando ganó el mundial en línea sub-23. En 2005 se impuso en una etapa de la Vuelta a España. Es un ciclista completo, buen contrarrelojista, que pasó por formaciones como Milram, High Road, Omega y ahora BMC. En el Tour de Francia se ha estrellado de forma sistemática con la gran montaña -lo ha corrido en cinco ocasiones-, y al final ha terminado por convertirse, a los 30 años, en un corredor importante de equipo.

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En juego, las bonificaciones

El maillot rojo que se puso en Puerto Banús le coloca de nuevo en la palestra internacional en una formación que tiene a Samuel Sánchez como líder, o eso dicen, a la espera de ver como reacciona Tejay van Garderen, un ciclista por cierto que, por unas razones o por otras, tampoco termina de despegar. Veremos si Velits es capaz de aguantar de líder cuando los tiempos cuenten para la general, los que se obtengan desde la llegada a Caminito Real, que para algún corredor se convertirá en 'irreal'.

Una vez salvada la problemática del albero, la Vuelta recuperará su ritmo normal de competición, a la búsqueda de una carrera que hará frente desde hoy mismo a una llegada en alto donde habrá diferencias, al margen de las que pueda marcar la propia etapa, puesto que comenzarán a ponerse en juego las bonificaciones y hay muchas a repartir hasta que la carrera llegue a Madrid. Un detalle, el de las bonificaciones, que no debe de pasar desapercibido a nadie, ya que condicionará de una forma importante el desarrollo de muchas etapas, sobre todo las que terminen en subida, puesto que habrá al menos tres o cuatro equipos interesados en jugársela en esos finales hasta que se perfile la general.

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