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JUAN VARGAS
Jueves, 20 de agosto 2015, 08:07
A pesar de la ausencia en la línea de salida de Luis Ángel Maté, la Vuelta a España, que comenzará pasado mañana en Marbella, no estará huérfana de profesionales malagueños. Por segundo año consecutivo, Javier Souvirón formará parte del grupo de masajistas del MTN-Qhubeka, equipo sudafricano que ha recibido una de las invitaciones de la organización de la carrera.
No será, desde luego, una experiencia nueva para el malagueño. Integrado durante años en el cuerpo médico del Málaga, dejó el fútbol para entrar en el mundo de la bicicleta de la mano del Andalucía. Tras la desaparición de la formación, colaboró esporádicamente con escuadras como el RadioShack o el Burgos-BH, y poco después le llegó la llamada del MTN-Qhubeka. En la actualidad, trabaja a tiempo parcial con el conjunto africano, sin dejar de lado su puesto habitual en el Hospital de la Axarquía, en Vélez-Málaga.
Si la labor de los masajistas en el ciclismo es siempre fundamental, esta importancia se ve redoblada en una prueba como la Vuelta, de tres semanas de duración. Souvirón y sus compañeros tienen en sus manos responsabilidades diversas. «Hacemos un poco de todo. Masajes, claro, pero también hemos de poner atención a las posibles lesiones de los corredores, preparar las bolsas de avituallamiento e incluso lavar la ropa de competición», explica el malagueño.
A causa de su integración en el día a día del equipo, el papel del soigneur va más allá.«Realmente, la naturaleza del trabajo es siempre la misma, pero en una carrera tan larga es crucial tener una gran compenetración entre compañeros, porque son muchas horas de convivencia y todo debe funcionar bien», razona Souvirón. Para la Vuelta a España, el MTN-Qhubeka trae a cinco masajistas y un médico;es decir, casi tantos profesionales sanitarios como ciclistas (nueve).
En las manos de Souvirón están las valiosas piernas de los corredores, que deben conservarse frescas durante 23 días y 3.356 kilómetros. De este modo, aporta su granito de arena a un conjunto repleto de particularidades cuya política deportiva y social fue determinante a la hora de convencer al malagueño.
El MTN-Qhubeka, un proyecto de futuro con carácter multinacional, no es un equipo ciclista al uso. Para empezar, sus colores delatan una personalidad inconfundible. «Es el primer equipo profesional a gran escala que sale de África, un lugar con el que, personalmente, tengo una estrecha vinculación sentimental. Podría decirse que enarbola la bandera de todo el continente, y sentirme partícipe de ello me atrajo mucho», relata Souvirón.
Javier Souvirón no deja de lado sus raíces malagueñas (y malaguistas), y en el MTN-Qhubeka pueden dar fe de ello. Cuenta el masajista que uno de los directores deportivos del equipo, el alemán Jens Zemke, es un futbolero empedernido y le pidió que le consiguiera una camiseta del Málaga. La única disponible en ese momento era la de Angeleri, que acabó en manos de Zemke. Y, según parece, no fue uno de esos regalos que acaban en el fondo de un cajón el teutón la utiliza casi a diario para salir a correr o a montar en bicicleta. De este modo, la elástica blanquiazul se ha convertido en un elemento habitual en las concentraciones que el MTN-Qhubeka realiza por todo el mundo.
La escuadra aloja a todo un crisol de nacionalidades. Sin ir más lejos, tomarán la salida de Marbella cinco sudafricanos, un eritreo, un argelino, un inglés y un italiano. Además, en la plantilla del MTN-Qhubeka pueden encontrarse corredores procedentes de países tan variopintos como Australia, Ruanda, Bélgica, Estados Unidos o Noruega, entre otros. Souvirón describe así la mentalidad de los dirigentes del equipo:«La idea es tener un grupo de ciclistas contrastados que ayuden a los jóvenes, en su mayoría africanos, que dan sus primeros pasos en el profesionalismo».
A pesar de ser una formación joven con miras a largo plazo, el MTN-Qhubeka ya ha obtenido notables resultados deportivos. «Este año, en nuestra primera participación en el Tour, ganamos una etapa con Stephen Cummings y acabamos quintos en la clasificación por equipos», destaca Souvirón, que está convencido de que los africanos «van a dejarse notar en la Vuelta» y apunta a «Cummings y Louis Meintjes» como nombres a seguir.
Sin embargo, las victorias no son la principal motivación de Souvirón para trabajar en un equipo cuyas implicaciones van más allá de la carretera. «Colaboramos económicamente con Qhubeka, una ONG que realiza una importante labor social. Su objetivo es facilitar que la gente desfavorecida de África pueda tener bicicletas. Así, pueden ir a la escuela, a trabajar o a curarse en un centro de salud. Ya mí, que he cooperado con otras organizaciones como Médicos Sin Fronteras, me gustó mucho esta oportunidad», cuenta el malagueño.
De este modo, la estructura africana permite a Souvirón obtener una gran satisfacción tanto profesional como personal. Por lo pronto, está en su segundo año con el MTN-Qhubeka y tiene intención de continuar. «En principio, seguiré con ellos el año que viene. Nada es seguro, pero por lo que a mí respecta estaría encantado», afirma el masajista.
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