Poels triunfa en Baza, con una general muy abierta

Si por algo destaca la Ruta del Sol en el calendario ciclista es por su calidad global como evento y competición: la organización, los alojamientos, las condiciones meteorológicas milagrosamente benignas en febrero… y también por presentar uno de los recorridos mejor diseñados de la temporada. En 2022, la tónica ha sido concentrar dureza en la parte inicial y media de las etapas, que criban los grupos y merman las piernas para favorecer desenlaces desordenados y emocionantes.

En esta cuarta etapa, el puerto más duro (El Purche, de primera categoría) se coronaba en el kilómetro 22. Por su cima pasó el pelotón completamente deslavazado, con apenas una quincena de ciclistas en el primer grupo comandado por Astana y Bahrain (los dos equipos más fuertes cuesta arriba) mientras el resto se ahogaban en ácido láctico y luchaban en algunos casos por no perder tiempo y en otros, meramente, por seguir en carrera.

Los conjuntos asiáticos consiguieron su objetivo: un grupo de favoritos muy reducido donde llevaban superioridad numérica y no estaba el líder Covi. En él, dos andaluces: el almeriense Cristian Rodríguez (Total Energies), demostrando que completar el Tour de Francia del año pasado le ha hecho madurar y mejorar como ciclista, y el granadino Carlos Rodríguez (Ineos Grenadiers), confirmando que con sólo 21 años puede pelear tú a tú con estrellas como Mikel Landa (Bahrain Victorious), Miguel Ángel López (Astana Qazaqstan) o Simon Yates (Bike Exchange).

El grupo de privilegiados cooperó sin reservas para distanciar al resto de participantes y jugarse los cuartos en el ondulado terreno final, en una ruleta de ataques donde Poels y Lutsenko acertaron el número ganador. No obstante, su ventaja en meta fue exigua y deja la lucha por la general final muy abierta, con los diez primeros en medio minuto. Este domingo, en carreteras jienenses, tres puertos y el final en alto en Chiclana de Segura dictarán sentencia.

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