Maté: «Siempre he interpretado el ciclismo como me gusta, que es atacando e incordiando»

–Le voy a preguntar por cada etapa de su carrera. Primero, su etapa de formación en el Ávila Rojas.

–Era el mejor equipo amateur de España y tengo unos recuerdos maravillosos.

–En el Andalucía-Cajasur, cuando saltó al profesionalismo.

–Fue el primer equipo que me permitió ser profesional. Era muy familiar y había un ambiente extraordinario.

–También corrió dos años en el Serramenti italiano.

–Allí me hice ciclista. Allí pude correr con los mejores ciclistas del mundo y allí fue donde aprendí el oficio.

–Una década en el Cofidis...

–Sí. Diez años, en Francia. Allí me dieron la oportunidad de correr las mejores pruebas del mundo.

–Haciendo un paréntesis… Nunca corrió el Giro pese a correr en Italia. Fueron tres veces las que pudo y al final no se dio.

–Sí. La primera fue por una operación de rodilla, la segunda por una operación de clavícula y la última fue con el Cofidis. Siempre hacía Tour y Vuelta y ese año pedí hacer Giro y Vuelta, que había más tiempo para recuperar. Pero fue el año del Covid y el Giro y la Vuelta pasaron a octubre.

–Y esta última etapa en el Euskaltel imagino que también habrá sido especial.

–Mucho. Ya con otra manera de entender y de ver el ciclismo. Ellos han sabido interpretar perfectamente ese período en el que me encontraba. Ha sido muy prolífero para ambos.

–Doce Vueltas y seis Tours. Se dice pronto…

–Nunca me lo hubiera podido imaginar. Intento asimilar y ordenar todo porque son muchos recuerdos y pensamientos.

–Siempre ha agitado el avispero en las grandes carreras.

–Siempre he interpretado el ciclismo, dentro de que es un deporte de táctica, de la manera que me gusta, que es atacando e incordiando, y lo he conseguido alguna vez.

–En esta Vuelta tuvo una escapada larga. ¿Soñó con la victoria de etapa en ese momento?

–Sí, siempre que lo intentas sueñas. Al final somos románticos, y si no lo intentas no lo consigues. Eso sí que está claro. Con un porcentaje mínimo, pero soñando que se podía conseguir.

–Cuatro etapas ha ganado en su carrera, dos de joven (Tour de San Luis y Ruta del Sur) y dos como veterano (ambas en la Volta a Portugal). ¿Cuál ha sido la más especial?

–Tampoco sé decirte. Quizá estas últimas, por ser ya mayor y ver lo feliz que haces a la gente que te quiere.

–¿Cuáles son los momentos que más le han marcado?

–Todas han tenido sus cosas. Esta última ha sido muy emotiva y la primera vuelta también. No te sabría decir una determinada. Quizá la primera llegada a los Campos Elíseos, en París, que dicen que es donde te dan el carné ciclista. Y si me tengo que quedar con algún momento, siempre digo que es reconocer a mi familia en esos puertos míticos, entre tanta gente, y verlos disfrutar. Ese es el momento que paga todos los sacrificios. Mi familia y su apoyo ha sido fundamental para que yo pueda cumplir mi sueño.

–También fue mundialista.

–Sí, en Doha, en 2016. Y ese año estuve en el Europeo de Pluméléc, en Francia, donde conseguimos una medalla. Es un orgullo muy grande poder representar a España en un Campeonato del Mundo.